"Tenemos una demanda atroz, pero falta mano de obra"
,Cuando ten¨ªa apenas siete a?os comenz¨® a jugar con cintas m¨¦tricas y agujas de coser. A los 13, pis¨® por primera vez un taller de sastrer¨ªa y, desde entonces, no ha podido desprenderse de la pasi¨®n por la confecci¨®n a medida. Agust¨ªn Rodr¨ªguez Hita, un almeriense de 48 a?os, cumplir¨¢ en febrero seis a?os al frente de la Federaci¨®n Espa?ola de Sastres y Modistos, cargo que, desde julio de 1998, compatibiliza con la representaci¨®n del sector en la comunidad andaluza. La celebraci¨®n este fin de semana en Almer¨ªa del 37? Congreso Nacional de Sastrer¨ªa es, junto al orgullo de atender a sus clientes, la ¨²ltima satisfacci¨®n de este sastre. Pregunta. ?Cu¨¢l es en estos momentos el principal problema con el que se enfrentan los sastres y modistos? Respuesta. La falta de mano de obra. Tenemos que buscar medidas encaminadas a evitar que el sector se reduzca porque hay una gran escasez de mano de obra joven y cualificada. P. Cada vez hay m¨¢s sitios donde adquirir ropa ya confeccionada, ?qu¨¦ demanda de trabajo tienen hoy en d¨ªa? R. Tenemos una demanda atroz. El Estado de bienestar ha propiciado que la gente se preocupe por querer vestir mejor. Pero el problema sigue siendo el mismo, falta gente joven en esta profesi¨®n. Sin embargo, en el ¨²ltimo congreso nacional que hemos celebrado hemos conseguido el compromiso del delegado de Trabajo en Almer¨ªa de intentar organizar unos cursos especializados que permitan que los m¨¢s j¨®venes aprendan el oficio. Eso es muy importante para nosotros porque supondr¨ªa una garant¨ªa de futuro. P. ?Quienes acuden a un sastre solicitan muchos consejos o ya tienen una idea clara de lo que quieren? R. Los clientes m¨¢s j¨®venes son los que llegan m¨¢s despistados, porque en la mayor¨ªa de los casos no saben lo que le puede ofrecer un sastre. El que es cliente asiduo suele saber siempre lo que quiere. Nosotros nos limitamos a orientarlo sobre las nuevas tendencias o a ofrecerle alg¨²n consejo sobre aquello que le queda mejor. En realidad, no se trata s¨®lo de hacer un traje. Tenemos que tener en cuenta muchos detalles que nos convierten casi en asesores de imagen. P. Hay quien piensa que acudir a un sastre resulta caro. R. Eso ya ha pasado a la historia. La gente no viene a nosotros por el precio, sino por la calidad. Es igual que si vas a un restaurante y pides una raci¨®n de jam¨®n de pata negra. Lo pagas con gusto porque te est¨¢n ofreciendo calidad. Y a nosotros el propio mercado nos est¨¢ diciendo que somos baratos en cuanto a la relaci¨®n entre la calidad y el precio. P. ?Cu¨¢l es la mayor satisfacci¨®n de un sastre? R. Que nos gusta lo que hacemos y que todos queden contentos. Es nuestra mayor satisfacci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.