Elefther¨ªa Arvanitaki renueva la m¨²sica popular del Mediterr¨¢neo
La cantante griega act¨²a estos d¨ªas en Barcelona y Madrid
Los cr¨¦ditos de sus discos muestran abundancia de letras lambda, sigma o theta. Y expresiones como kalimera (buenos d¨ªas) pueden tornarse populares en los pr¨®ximos meses con la llegada a Espa?a de varias cantantes griegas. Una de ellas, Elefther¨ªa Arvanitaki, se ha dado ya a conocer con dos discos, Los cuerpos y Los cuchillos, y un recopilatorio, y se presenta el d¨ªa 15 en Barcelona (Palau) y el 17 en Madrid (Palacio de Congresos).
"Hasta ahora no se escuchaba m¨²sica griega en Espa?a. Nos ocurre lo mismo en toda Europa. Conocen a Theodorakis, pero nada de nuestra m¨²sica tradicional. La informaci¨®n cultural de lo que se hace en Grecia no llega al resto de Europa", asegura Elefther¨ªa Arvanitaki. Lo cierto es que nunca se hab¨ªa visto tal inter¨¦s por esta m¨²sica. ?lkistis Protopsalti, H¨¢ris Alexiou y, sobre todo, Elefther¨ªa Arvanitaki, que vende alrededor de 100.000 ejemplares de cada uno de sus discos en Grecia, suenan en la radio y ocupan las p¨¢ginas de revistas especializadas.La buena acogida del p¨²blico espa?ol a sus discos la tiene intrigada. "S¨¦ que un conocido locutor los ha programado con insistencia en la radio y quiz¨¢ sea ¨¦sa la raz¨®n por la que he notado una respuesta favorable en mis primeros conciertos", reconoce. Arvanitaki, nacida en 1958 en un barrio del Pireo, form¨® parte del grupo Opisthodromiki Compania. "Eran estudiantes aficionados y tocaban en tabernas. Los conoc¨ª en 1979 durante unas vacaciones en la isla de Skopelos. Y me pidieron que me uniera a ellos. Yo canto desde que tengo uso de memoria, pero nunca hab¨ªa so?ado con ser cantante. Simplemente sucedi¨®", confiesa.
Elefther¨ªa Arvanitaki trabajaba entonces como contable y pensaba convertirse en arque¨®loga. "Es algo similar. Escarbas en el pasado y encuentras las ra¨ªces de tu pa¨ªs en tu m¨²sica". Probablemente la rebetika sea la m¨¢s poderosa. "Es la m¨²sica de los refugiados de Asia menor", explica. "Griegos que vivieron durante siglos en lo que hoy es Turqu¨ªa y que tuvieron que huir tras la Primera Guerra Mundial. Una expresi¨®n ¨²nica de personas que sufrieron muchas dificultades".
La vieja rebetika atrajo a los j¨®venes de los a?os setenta: "Despu¨¦s de la Segunda Guerra Mundial se prohibi¨® en las radios. Ni la derecha ni la izquierda aceptaban ese tipo de m¨²sica. La consideraban basura, lumpen. Intelectuales y artistas la descubrieron como una manera de oponerse a la dictadura de los coroneles. Y los estudiantes empezaron a rescatar instrumentos antiguos y a amar nuestras ra¨ªces. Yo soy una de ellos".
Sorpresa
En 1985 se arriesg¨® al grabar Kontravando. "Era completamente distinto de lo que hab¨ªa hecho hasta aquel momento, pero obtuve un gran ¨¦xito", afirma riendo. "Un sonido nuevo que combinaba ritmos y melod¨ªas griegas y electr¨®nica. Despu¨¦s de a?os de registros medios, una voz tan aguda como la m¨ªa caus¨® impresi¨®n. Fue una sorpresa para todos".Una l¨ªnea que ha seguido en posteriores grabaciones, trabajando con compositores como Spanoudakis, Savopoulos o Papadimitriou, y poetas como Ioannou, Ganas, Nicolakopoulou... Destacan las colaboraciones del armenio Ara Dinkjian, con el que grab¨® en 1994 el que muchos consideran su mejor disco, Ta kormia ke ta maheria (Los cuerpos y los cuchillos), y autor tambi¨¦n de Dynata, su canci¨®n m¨¢s popular.
Babelia
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