Ruidos

Quiero expresar mi protesta por dos circunstancias que acaecen en el Madrid "sin ruidos" por el que tanto se promulga en las campa?as institucionales.1. Estaba de visita en el edificio de maternidad del hospital La Paz, en el que se realizan todo tipo de intervenciones, algunas de delicada recuperaci¨®n, y en tres d¨ªas consecutivos (7, 8 y 9 de octubre) todos los que all¨ª nos encontr¨¢bamos nos alarmamos al escuchar unos zumbidos atronadores que, al asomarnos a las ventanas, observamos que proced¨ªan de infinidad de aviones y helic¨®pteros que hac¨ªan repetidas pasadas justo por encima del hospital. Al d¨ªa siguiente comentan por la radio que estaban ensayando para el desfile militar del 12 de octubre.

Me parece deplorable que se vapulee el precepto de "Silencio hospital" y se vulnere el derecho de decenas de pacientes a una convalecencia sin sobresaltos, tanto los d¨ªas de entrenamiento como el D¨ªa del Pilar, en el que seguro que m¨¢s de un punto de sutura saltar¨¢ por los aires.

2. Monte del Pardo: cualquier tarde en la que optemos por realizar alguna actividad l¨²dica por esa zona, tendremos la sensaci¨®n de encontrarnos en alguno de los campos de batalla de los conflictos que continuamente vemos por televisi¨®n, pues de manera perseverante, en el tiro de pich¨®n que hay en el lugar, se suceden los disparos alentados por un altavoz en el que se jalean, al estilo de una t¨®mbola, los premios de 350.000 pesetas y cifras similares que nos indican cu¨¢l es el percal de quienes practican all¨ª su "fatigoso deporte favorito".

Tampoco resulta enriquecedor para mi ni?a de dos a?os ver c¨®mo alg¨²n perro devora a los pobres palomos aturdidos y sin cola (para que sigan trayectorias serpenteantes y sean f¨¢ciles de acertar) que han logrado escapar gracias a la mala punter¨ªa o a un exceso de gin-tonics de cazadores de sal¨®n.- , .