El arquitecto Jordi Garc¨¦s firma la tercera ampliaci¨®n del centro
"Trabajar en un museo como el Picasso es tocar la fibra sensible de mucha gente. Este edificio es una suma de palacios medievales y una serie de galer¨ªas de exposiciones itinerantes, pero es tambi¨¦n la casa de una figura mundial, Pablo Picasso, en Barcelona. El museo se encuentra, adem¨¢s, en una de las zonas m¨¢s tur¨ªsticas y conocidas de la ciudad. El respeto es el ¨²nico denominador com¨²n que se me ocurre para poder lidiar con todos esos frentes, y esto, en arquitectura, se traduce en discreci¨®n, neutralidad y servicio". Jordi Garc¨¦s (Barcelona, 1945) es, qu¨¦ duda cabe, un arquitecto respetuoso. Desde que en 1980 realiz¨®, con su entonces socio Enric Soria, la reconversi¨®n de un inmueble modernista en el Museo de la Ciencia de Barcelona hasta que levant¨® el Museo de la Ciencia de Tenerife, median 15 a?os de rehabilitaciones, como la del Museo de Arte de Navarra (Pamplona, 1989) y el hotel Plaza (Barcelona, 1992). Una arquitectura con seny, cauta, l¨®gica y con detalles sutiles es su sello. La ¨²ltima intervenci¨®n en el Picasso, que viene a sumarse a las dos anteriores, de 1981 y 1986, aporta un nuevo acceso desde la calle, nuevas salas para exposiciones de grandes dimensiones y otros servicios, como m¨¢s tiendas, una sala de actos, un jard¨ªn interior o un nuevo restaurante.
Una geometr¨ªa rectil¨ªnea y materiales tan b¨¢sicos como el hormig¨®n o el yeso, tratados, eso s¨ª, como si de materiales nobles de tratara, caracterizan este ¨²ltimo proyecto. "Con todo", asegura el arquitecto, "la principal actuaci¨®n es la ordenaci¨®n del espacio. Para unir los cinco palacios, los tres que ya ocupaba el museo y los dos a?adidos ahora, hemos levantado un eje paralelo a la calle de Montcada que funciona como una calle interior. De rehabilitar los palacios medievales que ¨ªbamos a?adiendo hemos pasado a hacer urbanismo detr¨¢s de la fachada".
Garc¨¦s convirti¨® lo que podr¨ªa haber sido un inconveniente, la convivencia de estilos, en una de las principales bazas de su intervenci¨®n. As¨ª, la asimetr¨ªa de las ventanas y los diversos tama?os de las salas son huellas de los edificios anteriores, el artesonado del siglo XIII que cubre una de las salas fue restaurado, las diversas ventanas han sido tratadas con cuidados de cirujano y el di¨¢logo entre la piedra antigua, el revoque de las ampliaciones neocl¨¢sicas y el hormig¨®n de la ¨²ltima intervenci¨®n hablan del paso del tiempo en un museo que, en sus 40 a?os de existencia, ha multiplicado su espacio varias veces. La pr¨®xima reforma, prevista para antes del 2004, consistir¨¢ en la reordenaci¨®n de los tres palacios originarios para permitir un recorrido m¨¢s claro por la colecci¨®n permanente.
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