Jospin, en apuros
LA DIMISI?N de Dominique Strauss-Kahn, ministro clave de Lionel Jospin, visto por muchos como su delf¨ªn, es un rev¨¦s serio para el Gobierno de izquierdas franc¨¦s, que pretend¨ªa encarnar la probidad en pol¨ªtica. Tanto m¨¢s serio cuanto que el superministro de Econom¨ªa, Finanzas e Industria se hab¨ªa convertido en el s¨ªmbolo del ¨¦xito del pa¨ªs vecino, suma de crecimiento sin inflaci¨®n y descenso del paro, y en la voz m¨¢s influyente de Francia en Europa. Strauss-Kahn est¨¢ bajo sospecha de haber percibido entre 1994 y 1996 unos 15 millones de pesetas por un trabajo que no realiz¨®, cuando era asesor jur¨ªdico de la Mutua Nacional de Estudiantes, una cooperativa a la que se investiga como vivero de fondos ilegales para dirigentes socialistas. Los jueces, seg¨²n informaciones period¨ªsticas coincidentes, tienen en su poder documentos falsificados ad hoc que avalan las acusaciones contra el ex ministro.Las alegaciones de fraude contra Strauss-Kahn no conducen autom¨¢ticamente a su enjuiciamiento; pueden pasar a?os, como ha sucedido en otros casos, antes de que los tribunales decidan si hay materia suficiente para iniciar un proceso. Pero los predecesores de Jospin, el gaullista Balladur y el socialista Beregovoy, consideraron cuesti¨®n de principio la renuncia de cualquier ministro bajo investigaci¨®n judicial.
Jospin se?al¨® ayer como preocupaci¨®n principal dejar actuar a los tribunales sin renunciar a la presunci¨®n de inocencia de su ya ex ministro y sin sacar consecuencias de una situaci¨®n no aclarada. Quiz¨¢ este esc¨¢ndalo sea una r¨¦plica no inocente a la ofensiva medi¨¢tica y judicial contra el alcalde parisiense, Jean Tiberi, por el supuesto uso fraudulento de fondos p¨²blicos en beneficio del partido gaullista RPR. Pero la renuncia del acosado Strauss-Kahn, que ayer mismo fue sustituido en el Gabinete, empa?a inevitablemente una imagen que cultivaba con esmero al frente de una nueva generaci¨®n de pol¨ªticos socialistas que hab¨ªa roto con las pr¨¢cticas habituales durante el ¨²ltimo mandato de Mitterrand. Strauss-Kahn es inocente mientras los jueces no decidan lo contrario, pero su caso muestra por en¨¦sima vez hasta qu¨¦ punto la mezcla entre pol¨ªtica y dinero suele ser letal en democracia.
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