El rastro de Liechtenstein
Los fiscales L¨®pez Sanz y S¨¢nchez Junco describen los mecanismos usados por Conde para ocultar parte de su dinero
El teniente fiscal de la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n, Luis L¨®pez Sanz, y uno de sus miembros, Javier S¨¢nchez Junco, han reconstruido en su escrito definitivo de acusaci¨®n los mecanismos financieros utilizados por Mario Conde y su m¨¢ximo colaborador, Arturo Roman¨ª, para disfrazar el uso de una parte de los dineros presuntamente detra¨ªdos de Banesto. Ambos intentaron seguir el rastro del dinero."Los acusados se valieron en m¨²ltiples ocasiones de sociedades cuya propiedad real manten¨ªan oculta, ya que aparec¨ªan como propiedad formal de terceros, cuando en realidad ¨¦stos no eran sino lo que coloquialmente se conoce como testaferros u hombres de paja", dicen los fiscales.
Pero no s¨®lo se limitaron a utilizar empresas a nombres de otras personas. "Sociedades de los propios acusados sirvieron como medio de canalizaci¨®n de las ganancias de otros acusados, desempe?ando, por lo tanto, una funci¨®n fiduciaria de ¨¦stos, y as¨ª algunos de los acusados fueron encargados por el resto de instrumentar la comisi¨®n de los delitos y de ocultar y administrar los fondos il¨ªcitamente detra¨ªdos", a?aden.
Los fiscales han avanzado considerablemente en el trazado del mapa delictivo a trav¨¦s de un an¨¢lisis del flujo de fondos en las sociedades utilizadas. Una parte del dinero, procedente de operaciones distintas, se esfuma en el para¨ªso centroeuropeo de Liechtenstein.
En su informe, coincidente con el an¨¢lisis de los citados fiscales, el abogado Jos¨¦ Antonio Jim¨¦nez, representante de la acusaci¨®n particular de Banesto, se?al¨® al tribunal: "Sus se?or¨ªas deben recordar estos tres nombres: Peter Schwartz, Hans Gassner y Paolo Gallone. Una parte del dinero siempre termina siendo administrada por ellos".
El primero, Schwartz, es un abogado de Z¨²rich; el segundo, Gassner, un especialista en manejar dineros de la conocida firma de abogados Batliner & Partner, de Vaduz (Liechtenstein), y el tercero, Gallone, un abogado de Lausana a quien Conde y sus amigos solicitaron la creaci¨®n de sociedades en Suiza y de fundaciones de familia en Liechtenstein. Las tres sociedades que canalizan los 1.500 millones originados en la llamada Operaci¨®n Cementeras son Gay Cordon, Data Transmission Systems y Montilsa.
Gay Cordon fue constituida en 1987, para ser adquirida m¨¢s tarde, en marzo de 1990, por Mario Conde y Arturo Roman¨ª, "con la finalidad de ser utilizada en la recepci¨®n de los fondos procedentes de la Operaci¨®n Cementeras". Data Transmission Systems fue, a su vez, adquirida por Roman¨ª, tambi¨¦n en marzo de 1990, para canalizar dinero de las cementeras. El propietario formal de Data es la sociedad Selino Establishment, domiciliada en Liechtenstein, siendo su administrador Hans Gassner.
En lugar de mantener un sistema de compartimientos bloqueados, la t¨¦cnica utilizada por Conde y Roman¨ª supone mezclar a los mismos fiduciarios en diferentes operaciones paralelas en el tiempo, casi siempre durante el a?o 1990. As¨ª, Selino es, a su vez, una empresa que administra la sociedad suiza Veliades Holding, del cant¨®n de Thurgau, cuyo directivo es el abogado Peter Schwartz.
El uso de Schwartz fue doble: controlaba, a trav¨¦s de Veliades, la sociedad Montilsa, que interviene en las operaciones del centro comercial Concha Espina La Esquina del Bernab¨¦u (1.500 millones), y al mismo tiempo recibe casi 1.200 de los 1.344 millones de pesetas que pag¨® la multinacional norteamericana Air Products por una opci¨®n del 5,9% del capital de Carburos Met¨¢licos.
Schwartz env¨ªa ese dinero a Gassner, quien, adem¨¢s de ser administrador en Selino, tambi¨¦n gestiona los fondos de la Fundaci¨®n Levis, de Liechtenstein, a cuya cuenta va el dinero detra¨ªdo de la llamada Operaci¨®n Carburos. Gassner tambi¨¦n administra la sociedad Jarnac, que opera en Liechtenstein con el despacho de Arturo Roman¨ª en Madrid.
En su informe, los fiscales L¨®pez Sanz y S¨¢nchez Junco se?alan que, de "los 1.224 millones que obtuvo Data [cementeras], 170 millones se destinaron a fincas particulares de Mario Conde y otros 530 millones se utilizaron en la compra por ¨¦ste y Arturo Roman¨ª de la finca Hacienda de los Melonares [Sevilla], finca que se dividi¨® entre los dos acusados, a trav¨¦s de sus sociedades Longanor [Roman¨ª] y Nortactivos [Conde]".
En el caso de las cementeras, como en las otras operaciones, el usufructo de los fondos es justificado por Conde y Roman¨ª como pr¨¦stamos que les fueron realizados. En octubre de 1992, la sociedad Apolo Inversiones y Servicios (controlada por Conde y Roman¨ª) recibi¨® pr¨¦stamos por un total de 544 millones de Data (150 millones), Gay Cordon (84 millones) y Montilsa (310 millones). Apolo, inmediatamente, dispone de esos fondos. Arturo Roman¨ª recibi¨® 10 millones y el resto los distribuy¨® en pr¨¦stamos a sus sociedades Longanor (295 millones en dos cr¨¦ditos), Inversiones Rondon¨®polis (160 millones), Tropicana Europea (36 millones) y Promociones Siracusa (43 millones).
A su vez, Inversiones Rondon¨®polis aplic¨® los 160 millones a reducir su deuda con Banesto y a pagar 74.997.138 pesetas a Constructora Castrill¨®n (filial de Asturiana del Zinc), mientras que Longanor aplic¨® uno de los dos pr¨¦stamos que recibi¨®, de 64 millones, a reducir igualmente su deuda con Banesto, a pagar 25 millones a Constructora Castrill¨®n y 16,9 a Mefasa (constructora de yates). "En realidad", dicen los fiscales, "esta cadena de movimientos dise?ada por Roman¨ª era la utilizaci¨®n por parte suya de fondos que ten¨ªan Data, Gay Cordon y Montilsa, y pago de facturas de sus fincas y yate".
Apolo Inversiones y Servicios, seg¨²n la reconstrucci¨®n, "s¨®lo desempe?¨® un papel de sociedad pantalla entre Data, Gay y Montilsa y las sociedades de Roman¨ª, con el fin de evitar que se conociese el origen de los fondos obtenidos por estas sociedades de su propiedad". Los fiscales se?alan que "los 544 millones utilizados por Roman¨ª, encubiertos bajo la forma de pr¨¦stamos, fueron aparentemente devueltos por ¨¦ste en octubre de 1993, pero para ello lo ¨²nico que hizo fue cambiar la forma de justificar esa disposici¨®n en beneficio propio. En vez de amparar esa disposici¨®n bajo la forma de diversos pr¨¦stamos, a partir de octubre de 1993, la utilizaci¨®n de los fondos se pas¨® a justificar como una participaci¨®n en el accionariado de sus sociedades patrimoniales".
Fue as¨ª que, el 10 de mayo de 1993, Montilsa traspas¨® 590 millones de pesetas a Suiza, a su matriz Veliades Holding, en concepto de dividendo, de los cuales, Veliades transfiri¨® 490 millones a otra filial, Espolca BV, radicada en Holanda.
A su vez, Espolca suscribi¨® en septiembre del a?o 1993 una ampliaci¨®n de capital de Longanor, que se hizo con 490 millones. "Sin embargo", subrayan los fiscales, "el dinero se hab¨ªa recibido en agosto de 1993. De esta forma, el dinero que hab¨ªa salido de Montilsa volvi¨® de esta forma de Suiza a Espa?a".
Los fiscales detallan paso a paso c¨®mo 420 millones de pesetas procedentes de la Operaci¨®n Cementeras que canaliza Data Transmission Systems llegan a Mario Conde, quien dispuso de fondos a trav¨¦s de diferentes operaciones, encubiertas tambi¨¦n como pr¨¦stamos y operaciones de compraventa de fincas a presuntos terceros que no eran m¨¢s que ¨¦l mismo (finca de Pollen?a, Mallorca).
En el cap¨ªtulo de la trama suiza, los fiscales analizan la relaci¨®n de las sociedades Kaneko Holding, Asni Investments y Jamuna con la Fundaci¨®n Melvin, domiciliada en Liechtenstein, y de la cual formaron parte, seg¨²n el reglamento de la misma, Mario Conde, Arturo Roman¨ª, Mariano G¨®mez de Lia?o y Francisco J. Sitges.
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