Nuevas claves sobre los sue?os
Este oto?o se cumplen 100 a?os de la llegada a las librer¨ªas de Viena de La interpretaci¨®n de los sue?os, de Sigmund Freud. Para ¨¦l, los sue?os estaban llenos de significado latente, y sus extra?as im¨¢genes escond¨ªan motivos y deseos instintivos de profundas ra¨ªces. Desacreditadas por la neurociencia de los a?os sesenta, los ¨²ltimos hallazgos sobre las funciones del cerebro han vuelto a rehabilitar en parte las teor¨ªas freudianas sobre el sue?o. Las nuevas t¨¦cnicas de observaci¨®n de la actividad cerebral han aportado nuevas claves sobre por qu¨¦ so?amos y qu¨¦ ¨¢reas se activan durante la fase on¨ªrica
Las teor¨ªas de Freud sobre los sue?os fueron desautorizadas desde la neurociencia en los a?os sesenta y setenta. Estudios de laboratorio vinculaban los sue?os no a impulsos escondidos, sino a las descargas de neuronas y a la oscilaci¨®n de sustancias qu¨ªmicas en la parte m¨¢s primitiva del cerebro durante la aparici¨®n de la fase de "movimiento r¨¢pido de los ojos" o fase REM, que corresponde a las siglas en ingl¨¦s de "rapid eye movement". Seg¨²n esta concepci¨®n, so?ar era algo aleatorio y ca¨®tico, el intento de la mente de controlar la fisiolog¨ªa acelerada del cerebro. Los centros cerebrales superiores respond¨ªan pasivamente y hac¨ªan "todo lo que pod¨ªan a la hora de producir una imagen al menos parcialmente coherente de las se?ales relativamente ruidosas enviadas desde el tallo cerebral", como explicaron en un art¨ªculo de 1977 Allan Hobson y Robert McCarley, de Harvard, autores del modelo de "activaci¨®n-s¨ªntesis" de los sue?os. En otras palabras, Freud no pod¨ªa haber estado m¨¢s equivocado.O eso parec¨ªa. Porque el trabajo de los ¨²ltimos a?os ha obligado a los cient¨ªficos a replantearse su concepci¨®n sobre los sue?os y el cerebro, dando un papel m¨¢s activo a partes relacionadas con el sentimiento, la memoria y la visi¨®n. Los nuevos hallazgos ni validan los pormenores de la teor¨ªa freudiana ni demuestran que la interpretaci¨®n de los sue?os sea, como asegur¨® Freud, "el camino real hacia el conocimiento de las actividades inconscientes del cerebro". Pero tampoco son incongruentes con el pensamiento psicoanal¨ªtico, porque ofrecen una base biol¨®gica al menos para parte de las teor¨ªas de Freud, seg¨²n sostiene Mark Solms, profesor de neurocirug¨ªa en el hospital St. Bartholomew de Londres.
Actividad cerebral
Allen R. Braun, del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos, utiliz¨® un esc¨¢ner de tomograf¨ªa por emisi¨®n de positrones para medir el flujo sangu¨ªneo, un indicador de la activaci¨®n del cerebro. Descubri¨® que, durante la fase REM del sue?o, el tallo cerebral y otras regiones relacionadas con la regulaci¨®n del despertar desplegaban gran actividad. Pero otras zonas del cerebro responsables de las funciones mentales m¨¢s complejas tambi¨¦n mostraban gran actividad. Entre ellas, las estructuras del "sistema l¨ªmbico" relacionadas con la formaci¨®n del sentimiento, la motivaci¨®n y la memoria, y ¨¢reas visuales y auditivas de la parte anterior del cerebro implicadas en el procesamiento de la informaci¨®n sensorial.Los centros del cerebro "apagados" durante la fase REM tambi¨¦n resultan llamativos. Las regiones de la corteza responsables de la mayor¨ªa de los procesos mentales complejos, como el planeamiento, la abstracci¨®n o el pensamiento l¨®gico, mostraban una disminuci¨®n de la actividad.Estos descubrimientos establecen un mapa del cerebro durante el proceso on¨ªrico que se adapta bien a la experiencia subjetiva de so?ar: im¨¢genes floridas, emociones intensas y fragmentos de recuerdos; la falta de secuencia ordenada, de sentido del tiempo, de conciencia propia, que caracterizan la conciencia despierta.
En algunos aspectos, afirma Braun, el mapa tambi¨¦n es "consecuente con la teor¨ªa psicoanal¨ªtica". Por ejemplo, el hecho de que en la fase REM el sistema emocional presente "una actividad desenfrenada", mientras que las regiones cerebrales responsables del pensamiento racional parezcan cerradas, se puede considerar como la relajaci¨®n durante el sue?o del control ejercido por el ego, lo que permite que el inconsciente campe por sus respetos. Y la activaci¨®n de las regiones asociadas con las motivaciones y los apetitos, aunque m¨¢s amorfa que los instintos sexuales y agresivos que, en opini¨®n de Freud, subyac¨ªan tras las im¨¢genes, todav¨ªa deja abierta la posibilidad de que los sue?os est¨¦n dirigidos por los instintos b¨¢sicos.
Pero tambi¨¦n aparecen incongruencias entre las exploraciones cerebrales y el pensamiento freudiano, seg¨²n Braun. Freud afirm¨® que los deseos inconscientes que hay tras los sue?os estaban censurados y disfrazados. Pero, en el estudio, las partes del cerebro esenciales para la generaci¨®n de s¨ªmbolos permanec¨ªan inactivas durante la fase REM. Este descubrimiento se adapta mejor a la teor¨ªa de la "activaci¨®n-ant¨ªtesis", que no necesita un encubrimiento del significado, y que Hobson y McCarley han revisado para explicar los nuevos hallazgos. En una entrevista, Hobson indic¨® que no ve¨ªa necesidad de acudir al psicoan¨¢lisis para comprender el papel de las emociones en los sue?os.
"La ansiedad, el enfado, la euforia que aparecen en los sue?os est¨¢n entretejidos con la supervivencia", se?al¨®. "Y la ansiedad no es un s¨ªntoma", afirm¨®. "No es algo que uno experimente porque no quiere aceptar alguna verdad sobre s¨ª mismo".
Aunque Solms y Hobson siguen en desacuerdo, la nueva investigaci¨®n ha acercado en algunos aspectos sus valoraciones sobre los sue?os. Solms, por ejemplo, admite que todav¨ªa no hay pruebas para sostener la afirmaci¨®n de Freud de que los motivos del subconsciente est¨¢n disfrazados y censurados para evitar su intrusi¨®n en la conciencia. ?sta es la parte de la teor¨ªa freudiana que, por el momento, parece menos convincente.
Cu?as significativas
Hobson, por su parte, ha indicado que nunca afirm¨® que los sue?os careciesen de significado; ha llenado 109 vol¨²menes con sus propios sue?os durante a?os, un acto dif¨ªcilmente propio de alguien que rechaza el proceso on¨ªrico por carecer de importancia. "Los sue?os son cu?as claramente significativas", afirm¨® Hobson, "llenas de importancia emocional".No se opone a la idea del proceso mental inconsciente, pero pone en duda que "haya partes de mi mente inconsciente que me sean inaccesibles y que resulten tan importantes para comprender mi comportamiento". Y rechaza la idea de que el cerebro anterior act¨²e por s¨ª solo en la incitaci¨®n de un sue?o.
Aun as¨ª, parece que las posiciones est¨¢n cada vez m¨¢s cerca, como subraya Braun: "Hobson, un consumado psiquiatra biol¨®gico, rechaza ahora el reduccionismo y defiende apasionadamente el estudio de la experiencia consciente subjetiva. Solms, psicoanalista, intenta volver a escribir la psicolog¨ªa din¨¢mica desde el punto de vista neuroqu¨ªmico. Me parece que estos dos caballeros se aproximan a un terreno com¨²n. Quiz¨¢ es simplemente el fantasma de Freud el que se interpone entre ellos".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.