Farin¨®s lanza al Valencia

En un partido muy complejo por la talla del rival (bien ordenado y dotado de una fluida circulaci¨®n de bal¨®n), el Valencia tuvo primero mucha fe en la victoria, y despu¨¦s descubri¨® un recurso inesperado: Farin¨®s, un jugador imprevisible, capaz de saltarse todas las reglas del f¨²tbol. Como ayer, que cuando no hab¨ªa manera de descubrirle las cosquillas al Girondins, surgi¨® ese espl¨¦ndido zurdazo de Farin¨®s que le rompi¨® los esquemas al campe¨®n franc¨¦s, que especulaba con el empate sin goles. Despu¨¦s ya vino el Piojo con una de sus carreras irrefrenables y ese magn¨ªfico cambio de juego que permiti¨® a Ilie dejar el choque sentenciado. El Piojo es, incuestionablemente, uno de los grandes de la Liga de Campeones: lleva tres goles y tres pases de gol. El Valencia empieza esta segunda fase con la misma alegr¨ªa con la que empez¨® la primera y se marcha a Manchester con la cabeza muy alta. La pena es que Gerard, que ya le marc¨® a tres de los grandes (Real Madrid, Bayern y Bar?a) no pueda jugar el mes que viene en Old Tradford ante el Manchester por acumulaci¨®n de tarjetas.Sin las chispa de pasado s¨¢bado ante el Barcelona, el Valencia fue penetrando en la frustraci¨®n en la primera parte a medida que descubr¨ªa que el Girondins era un oponente de consideraci¨®n, muy superior al Glasgow Rangers o al PSV, por poner dos ejemplos de la primera fase. T¨¦cnicamente muy completo, el campe¨®n franc¨¦s se apoder¨® por momentos del bal¨®n y del centro del campo, al tiempo que se defend¨ªa con inteligencia y racionalidad. El conjunto de C¨²per a su vez tambi¨¦n se defend¨ªa con firmeza (la pareja de centrales, Djukic y Pellegrino, se ha compenetrado estupendamente) por lo que el juego transcurri¨® en una franja de campo inocua para el marcador y enemiga del espect¨¢culo.

Perdiendo tiempo a la m¨¢s m¨ªnima ocasi¨®n, Rame, el portero del Girondins, retrataba adem¨¢s la predisposici¨®n conservadora de su equipo. Lo que no era ¨®bice para que intentara sacar tajada de alg¨²n contragolpe: ten¨ªa material para ello. Pues Wiltord, m¨¢ximo goleador de pasada Liga francesa, tiene un regate de serpiente del que pudo apercibirse el central valencianista Pellegrino: el delantero franc¨¦s se llev¨® al central argentino al extremo izquierdo y all¨ª lo dej¨® tirado, a pesar de que el fuerte disparo de Wiltord fuera desviado a c¨®rner por Palop, quien, por cierto, vest¨ªa un chirriante pantal¨®n blanco, el mismo que sus compa?eros.

No ten¨ªa m¨¢s remedio el Valencia que buscar obstinadamente las bandas, a fin de encontrar un espacio abierto. Y lo hizo con insistencia por su izquierda, a trav¨¦s del Kily Gonz¨¢lez y de Carboni. El centrocampista argentino rompi¨® por ese lado con frecuencia la tela de ara?a francesa, pero estropeaba su conquista con su obsesi¨®n por disparar desde el extremo, totalmente esquinado. Por la derecha, no hubo llegadas: Farin¨®s tapa decorosamente el carril del ocho, pero carece de recorrido para alcanzar la l¨ªnea de fondo. El centrocampista valenciano, por contra, presenta un notable nivel t¨¦cnico, como se pudo observar en ese dur¨ªsimo disparo con la izquierda desde unos 20 metros que se col¨® por la escuadra.

En cuanto al tri¨¢ngulo que tumb¨® el s¨¢bado al Bar?a (Mendieta, Piojo e Ilie), deambul¨® esta vez sin frescura, incapaz de hallar apenas grietas en la compacta defensa francesa. De modo que, a falta de otros detalles, un toque de espuela de Farin¨®s en la defensa valencianista ante la presencia amenazante de Wiltord, fue la acci¨®n m¨¢s aplaudida por la hinchada, que sufr¨ªa con la impotencia de sus chicos.

El Valencia increment¨® su ambici¨®n tras el descanso y el Girondins su racaner¨ªa y deseo de quedarse imbatido. En realidad, el conjunto de C¨²per le meti¨® el miedo en el cuerpo al campe¨®n franc¨¦s, que empez¨® a echar balones fuera. Y de esa guisa le lleg¨® el bal¨®n al Piojo, dribl¨® a Diabat¨¦, abri¨® a la derecha a Farin¨®s y ¨¦ste, desde fuera del ¨¢rea grande, conect¨® un zurdazo impecable que premi¨® la generosidad en el esfuerzo del Valencia.