Padres de alumnos almerienses denuncian que las fumigaciones roc¨ªan de pesticida el colegio Los escolares tuvieron que guarecerse en la escuela tras alcanzarles la "lluvia t¨®xica"

La Asociaci¨®n de Padres del colegio Federico Garc¨ªa Lorca de Pulp¨ª (Almer¨ªa) ha denunciado el riesgo que supone para la salud de sus hijos las fumigaciones a¨¦reas que desde hace a?os llueven sobre unos cultivos de lechuga pr¨®ximos al lugar donde est¨¢ ubicado el centro. Hace unos d¨ªas, mientras ni?os de seis y siete a?os recib¨ªan clase de educaci¨®n f¨ªsica en las pistas del colegio, un helic¨®ptero comenz¨® a fumigar. El intenso olor a pesticida oblig¨® al profesor a resguardar a los alumnos dentro de la escuela. Muchos mostraban problemas para respirar.

En el colegio p¨²blico Federico Garc¨ªa Lorca, ubicado en La Fuente, una pedan¨ªa del municipio almeriense de Pulp¨ª, hay actualmente matriculados 91 ni?os de infantil y primaria. El colegio acaba de cumplir 10 a?os desde su inauguraci¨®n. La mitad de ese tiempo ha venido soportando las fumigaciones a¨¦reas que unos helic¨®pteros descargan peri¨®dicamente sobre cultivos de lechuga, sin respetar horarios de recreos o de clases al aire libre. El centro est¨¢ separado de la plantaci¨®n de lechugas por una parcela de 30 metros. Sin embargo, esa distancia no es suficiente para evitar los posibles perjuicios que las fumigaciones ocasionan a la salud de alumnos y profesores.

Aunque la protesta del conjunto de la comunidad escolar no es nueva, el ¨²ltimo episodio que ha provocado la reacci¨®n del claustro y de la asociaci¨®n de padres de alumnos La Fuensanta, courri¨® el pasado d¨ªa 17 hacia las cuatro de la tarde. A esa hora los chavales de primer y segundo curso de primaria recib¨ªan su clase de educaci¨®n f¨ªsica en las pistas del centro. Los m¨¢s peque?os, de 3 a?os, estaban en el recreo. Y fue a esa misma hora cuando un helic¨®ptero lanz¨® su carga de pesticida sobre las plantaciones que lindan con el colegio. La lluvia t¨®xica caus¨® algunos problemas de respiraci¨®n en los ni?os que estaban en el patio.

"El helic¨®ptero estaba fumigando y hac¨ªa un poco de viento. De repente notamos un olor muy fuerte a pesticidas y r¨¢pidamente met¨ª a todos los ni?os dentro del colegio como medida de prevenci¨®n", recuerda Jos¨¦ Antonio Rocamora, el profesor de Educaci¨®n F¨ªsica.

Ninguno de los chavales necesit¨® atenci¨®n m¨¦dica. Sin embargo, la preocupaci¨®n de los vecinos de La Fuente, acostumbrados desde hace a?os a ver a los helic¨®pteros sobrevolar las plantaciones, est¨¢ creciendo. La Polic¨ªa Local, alertada por los profesores, recogi¨® muestras del pesticida arrojado y ahora est¨¢n a la espera de conocer los resultados.

Tras este ¨²ltimo suceso, el claustro del colegio dirigi¨® un escrito a la alcaldesa de Pulp¨ª y a las Delegaciones Provinciales de Educaci¨®n y Ciencia y Agricultura y Pesca en las que solicitaban medidas para que se evite el uso de pesticidas durante la jornada escolar. "Y, a ser posible, se proh¨ªba el uso de helic¨®pteros para estas tareas ya que, aunque dicen que act¨²an a m¨¢s de un kil¨®metro de distancia, sin duda llegan hasta nosotros sus repercusiones".

Por su parte, los padres han distribuido entre los comercios de la zona un escrito en el que solicitan al Ayuntamiento de Pulp¨ª que, en las tares de fumigaci¨®n, se observe "la distancia m¨ªnima y prudente" al colegio. En este escrito, que se entregar¨¢ en la alcald¨ªa una vez que finalice una campa?a de recogida de firmas, se preguntan por qu¨¦ los vecinos de la zona padecen cada vez m¨¢s enfermedades en las v¨ªas respiratorias y alergias.

"Est¨¢ claro que en esta zona vivimos del cultivo de la lechuga y que mucha gente trabaja en eso. Nosotros no queremos ir contra nadie, lo ¨²nico que pedimos es que se tomen medidas de seguridad".

En la memoria de todos est¨¢ a¨²n la muerte de Andr¨¦s Silvente Campoy, un agricultor de Cuevas del Almanzora -localidad que dista unos 25 kil¨®metros de Pulp¨ª- que muri¨® hace un par de a?os tras ser rociado por los pesticidas que lanzaba un helic¨®ptero en una finca cercana a la suya.