Una juez reconoce el uso terap¨¦utico del hach¨ªs y absuelve a un detenido con dos kilos
El acusado, un enfermo de c¨¢ncer, tomaba la droga para paliar los efectos de la quimioterapia
Roland H., un austriaco enfermo de c¨¢ncer, ha sido absuelto del delito de tr¨¢fico de estupefacientes pese a su detenci¨®n con dos kilos de hach¨ªs en el aeropuerto de Barcelona. La juez ha considerado que el acusado, que permanec¨ªa en prisi¨®n desde julio, no pretend¨ªa traficar, sino utilizar la droga para paliar los efectos de las sesiones de quimioterapia a que le obliga su enfermedad, en lo que supone el primer reconocimiento judicial en Espa?a de la utilidad terap¨¦utica del hach¨ªs, avalada por diversos estudios m¨¦dicos. El Tribunal Supremo suele considerar indicio de tr¨¢fico las cantidades superiores a un kilo de dicha sustancia.
Roland H., de 54 a?os, fue detenido en el aeropuerto barcelon¨¦s de El Prat, el pasado 22 de julio, cuando se dispon¨ªa a pasar el control de maletas antes de embarcar en un vuelo con destino a Salzburgo (Austria). En su maleta, la Guardia Civil descubri¨® una bolsa de color marr¨®n con 1.927 gramos de hach¨ªs, distribuidos en ocho tabletas, cuyo valor en el mercado negro se estim¨® en 250.000 pesetas.El acusado hab¨ªa sufrido una intervenci¨®n quir¨²rgica hac¨ªa cinco a?os para extirparle un melanoma en la regi¨®n umbilical y una segunda operaci¨®n un a?o despu¨¦s para intervenirle un c¨¢ncer de est¨®mago. Desde entonces, asegur¨®, segu¨ªa un tratamiento de quimioterapia y tomaba habitualmente 50 gramos semanales de hach¨ªs con fines terap¨¦uticos, tanto por su efecto euforizante y de bienestar como para paliar las molestias derivadas de la quimioterapia.
En su innovadora sentencia, Araceli Aiguaviva, titular del Juzgado de lo Penal n¨²mero 17 de Barcelona, reconoce el uso terap¨¦utico del hach¨ªs para los enfermos de c¨¢ncer y se?ala que, pese a la gran cantidad de droga que llevaba el acusado en su maleta, no hay ninguna prueba de que la sustancia iba a destinarse al tr¨¢fico de estupefacientes. En declaraciones a este peri¨®dico, la juez explic¨® que el aspecto clave del caso es que en ning¨²n momento se pudo demostrar que pretendiera comercializar la droga. "Ni llevaba encima cantidades de dinero que hicieran sospechar ni tampoco dispon¨ªa de los instrumentos habituales de quienes se dedican al tr¨¢fico, como balanzas", dijo Aiguaviva.
Seg¨²n la juez, existe numerosa jurisprudencia del Tribunal Supremo, que cita en su sentencia, en la que se recuerda que a menudo la simple posesi¨®n de la droga puede hacer presumir que se est¨¢ cometiendo un delito, pero que los tribunales deben "analizar cada caso por separado" y valorar, entre otras cosas, "si la droga estaba repartida en dosis, si ten¨ªa material para su tratamiento, grandes sumas de dinero en efectivo, si el acusado es drogadicto o si pretend¨ªa esconder la sustancia prohibida". En esta ocasi¨®n, el ciudadano austriaco demostr¨® que padec¨ªa c¨¢ncer y que utilizaba el hach¨ªs para paliar los efectos secundarios de la quimioterapia a la que se estaba sometiendo.
La fiscal¨ªa ped¨ªa una pena de cuatro a?os de c¨¢rcel para Roland H. por un delito contra la salud p¨²blica, adem¨¢s de una multa de 2,522 millones de pesetas, una petici¨®n de pena acorde con la cantidad intervenida, dado que la posesi¨®n de m¨¢s de un kilo de hach¨ªs ya se considera indicio de tr¨¢fico de drogas.
La sentencia de la juez Aiguaviva recoge las tesis m¨¦dicas sobre el uso de drogas blandas con fines terap¨¦uticos y paliativos. La juez se?ala que "existe una gran cantidad de literatura cient¨ªfica sobre la utilidad del hach¨ªs en oncolog¨ªa con fines terap¨¦uticos", entre los que describe el tratamiento de los "efectos indeseables que se derivan de la quimioterapia -v¨®mitos, n¨¢useas y sensaci¨®n de malestar-, y tambi¨¦n su efecto euforizante y de bienestar que produce en los enfermos neopl¨¢sicos".
La juez considera que el ciudadano austriaco, que se encontraba en prisi¨®n preventiva desde que fue detenido a principios del verano pasado, era inocente, ya que no existen indicios suficientes para opinar que el acusado pensaba destinar el hach¨ªs a la venta. La sentencia recuerda tambi¨¦n que el acusado siempre ha mantenido que compr¨® esa importante cantidad de droga porque se la ofrecieron a "buen precio" y que su destino era "¨²nica y exclusivamente el autoconsumo con fines terap¨¦uticos".La juez eval¨²a tambi¨¦n la capacidad econ¨®mica del acusado. Roland H. cobra una pensi¨®n mensual de 70.000 pesetas y dos pagas anuales de 250.000. La sentencia considera que sus ingresos no son discordantes con lo que le asegura que le cost¨® la droga; pag¨® unos 800 d¨®lares (132.000 pesetas) por una cantidad considerable que le supon¨ªa cubrir sus necesidades durante bastante tiempo. El acusado, adem¨¢s, explic¨® a la juez que desconoc¨ªa que estuviera prohibida la posesi¨®n de determinada cantidad de hach¨ªs en Espa?a, ya que en Austria estaba permitida.
Pese a que Roland H. ya est¨¢ en libertad, y probablemente en su pa¨ªs, la sentencia, que todav¨ªa no es firme, puede ser recurrida por la fiscal¨ªa ante la Audiencia de Barcelona, que tendr¨¢ la ¨²ltima palabra sobre el asunto.
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