El deshielo ¨¢rtico puede afectar al clima global

A medida que se acumulan los indicios de que el helado mundo ¨¢rtico y sub¨¢rtico est¨¢ en proceso de deshielo dos preguntas esenciales aumentan de importancia. ?Puede este deshielo dar lugar a cambios bruscos en el clima que transformar¨¢n la meteorolog¨ªa y afectar¨¢n a la vida en todo el hemisferio norte? ?Es el ?rtico la clave para la forma en que el calentamiento global se traducir¨¢ en cambios clim¨¢ticos regi¨®n por regi¨®n? Las respuestas, seg¨²n muchos expertos, depender¨¢n de cu¨¢nta agua dulce llegue al oc¨¦ano Atl¨¢ntico norte como resultado del deshielo del ?rtico y consecuencia de un aumento en las precipitaciones en el hemisferio norte que, seg¨²n algunos cient¨ªficos, ya se est¨¢ produciendo como resultado del calentamiento global.

La teor¨ªa existente tras esta visi¨®n del futuro dice que el clima en la regi¨®n del Atl¨¢ntico norte, que incluye Europa y la zona este de Norteam¨¦rica, est¨¢ controlado por las grandes corrientes oce¨¢nicas que transportan el calor haci del Norte desde los tr¨®picos. Esta cinta transportadora oce¨¢nica se pone en funcionamiento cuando el agua superficial m¨¢s salada -y, por tanto, m¨¢s pesada- se hunde en las profundidades oce¨¢nicas en las proximidades del sur de Groenlandia. Esta agua es reemplazada por agua caliente de los tr¨®picos que calienta la regi¨®n del Atl¨¢ntico norte. Sin este mecanismo, el clima relativamente templado de las islas Brit¨¢nicas, por ejemplo, podr¨ªa ser tan fr¨ªo como el de la regi¨®n norte de Canad¨¢.La preocupaci¨®n reside en que el gran flujo de agua dulce del deshielo ¨¢rtico diluya la corriente salada y pare o debilite la cinta transportadora del calor. Esto podr¨ªa dar como resultado un cambio brusco clim¨¢tico que probablemente reverberar¨ªa en todo el hemisferio al alterar la circulaci¨®n atmosf¨¦rica a gran escala.

El pasado mes de diciembre, un equipo de cient¨ªficos inform¨® del debilitamiento de la corriente al menos dos veces en el pasado, lo que hizo que la regi¨®n sufriera temperaturas comparables a las de una era glacial. Otros investigadores hicieron p¨²blico el ¨²ltimo de una serie de estudios que documentan el deshielo de la vasta extensi¨®n de hielo que cubre la zona norte del Atl¨¢ntico, una fuente potencial de agua dulce.

Calentamiento

Un tercer equipo, mediante simulaciones por ordenador del sistema oc¨¦ano-atm¨®sfera, ha concluido que el actual deshielo del mar en el hemisferio norte no puede ser explicado por causas naturales. La causa m¨¢s probable, dicen, es el calentamiento global producido por los gases de efecto invernadero emitidos desde el inicio de la revoluci¨®n industrial. Tambi¨¦n se?alan que es probable que el ritmo de deshielo se incremente en las pr¨®ximas d¨¦cadas si se mantienen los niveles de emisi¨®n de estos gases.

La entrada de agua dulce en el Alt¨¢ntico norte no se deber¨¢ s¨®lo al deshielo ¨¢rtico. Puede contribuir tambi¨¦n el deshielo de glaciares en Groenlancia y otras islas del ?rtico y el Sub¨¢rtico. El a?o pasado, los cient¨ªficos informaron de que la mitad sur del casquete de hielo de Groenlancia est¨¢ retrocediendo a gran velocidad. El agua de deshielo de los glaciares contribuye al aumento del nivel del mar. El deshielo en el mar, no: de la misma forma que un cubito de hielo en un vaso de agua, su cambio de estado no aumenta el nivel del agua.

Un tercer contribuyente al influjo de agua dulce podr¨ªa ser el aumento de precipitaciones. El calentamiento de la atm¨®sfera hace que se evapore m¨¢s agua de los oc¨¦anos, y algunos cient¨ªficos creen que parte de este aumento de la humedad atmosf¨¦rica ser¨ªa transportado hacia el extremo norte, donde producir¨ªa m¨¢s flujo de agua hacia el Atl¨¢ntico norte. Este ¨²nico factor, seg¨²n algunos modelos de ordenador, bastar¨ªa para debilitar de forma dr¨¢stica la cinta transportadora de calor del Atl¨¢ntico norte en el siglo XXI.

Aumentos bruscos del flujo de agua dulce hacia el oc¨¦ano ?rtico parecen haber parado o debilitado la cinta transportadora oce¨¢nica de calor dos veces en el pasado geol¨®gicamente reciente, seg¨²n un estudio publicado por Carsten R¨¹hlehmann, de la Universidad de Bremen (Alemania), en la revista Nature. Al examinar los indicios qu¨ªmicos en sedimentos oce¨¢nicos, ¨¦l y su equipo han concluido que, en cada uno de los casos, el Atl¨¢ntico oeste tropical estaba relativamente caliente mientras que las aguas m¨¢s al norte estaban relativamente fr¨ªas, como se podr¨ªa esperar si la cinta transportadora se parara o debilitara.

Estas paradas, al parecer, se produjeron cuando el mundo estaba saliendo de la ¨²ltima era glacial. Este proceso se interrumpi¨® en el Atl¨¢ntico norte dos veces por la vuelta a condiciones glaciales una vez hace unos 15.000 a?os y otra vez hace unos 12.000 a?os, antes de pasar a la ¨¦poca relativamente templada que ha prevalecido en los ¨²ltimos 10.000 a?os. La primera vuelta al fr¨ªo glacial coincidi¨® con una invasi¨®n del Atl¨¢ntico norte por enormes cantidades de agua dulce en forma de icebergs procedentes de Norteam¨¦rica por el aumento de las temperaturas.

Se cree que fue otro aumento brusco del flujo de agua dulce el que dio lugar al segundo retroceso hacia el fr¨ªo, que tuvo amplias repercusiones. El clima de Oriente Pr¨®ximo se hizo tan seco que los alimentos escasearon, lo que llev¨® a la invenci¨®n de la agricultura, seg¨²n creen muchos cient¨ªficos. La regi¨®n de Nueva York se hizo tan fr¨ªa que cambiaron los ¨¢rboles que la poblaban.

Otro estudio publicado en la revista Science, dirigido por Ola M. Hannnessen de Bergen (Noruega), utiliz¨® datos procedentes de sat¨¦lite para medir el ¨¢rea del hielo ¨¢rtico. Encontraron los cient¨ªficos que su extensi¨®n ha disminuido en un 14% en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas. El tercer estudio, dirigido por Konstantin Y. Vinikov, de la Universidad de Maryland (EEUU), analiza datos de cinco fuentes diferentes y encuentra que el hielo marino en el hemisferio norte ha disminuido en aproximadamente un 7% en los ¨²ltimos 46 a?os.

Sin respuesta

La cantidad de agua dulce que ser¨ªa necesario introducir para parar, retardar o debilitar la cinta transportadora es una pregunta crucial a la que los cient¨ªficos no pueden responder todav¨ªa. Tampoco saben lo cerca que puede estar el mundo de un cambio brusco en el comportamiento de la cinta transportadora."No creo que exista ninguna evaluaci¨®n exacta que nos lo pueda decir", dice Peter Schlosser, geoqu¨ªmico del Observatorio Terrestre Lamont-Doherty.

Si el calentamiento de la atm¨®sfera introdujera suficiente agua dulce en el oc¨¦ano para producir el par¨®n de la cinta transportadora, ?qu¨¦ pasar¨ªa? Schlosser y otros cient¨ªficos dicen que la magnitud del cambio clim¨¢tico resultante puede ser diferente de los cambios observados en el ¨²ltimo ciclo glacial. Pero, seg¨²n ¨¦l, "podr¨ªa situar el sistema en un estado que fuera una condici¨®n previa para cambios sucesivos".

Y estos cambios, ?qu¨¦ consecuencias tendr¨ªan? La temperatura y las precipitaciones podr¨ªan resultar dr¨¢sticamente alteradas, de la misma forma que el fen¨®meno peri¨®dico de El Ni?o las altera. Schlosser dice que los efectos de esta alteraci¨®n se notar¨ªan probablemente en el hemisferio norte. Pero no se sabe c¨®mo cambiar¨ªan exactamente los patrones, y, por tanto, tampoco cu¨¢les ser¨ªan los efectos concretos.