Sue?os, pesadillas y "bilbutop¨ªas"
El ¨²ltimo libro, a¨²n sin publicar, de Jos¨¦ Ignacio Ruiz Olabuenaga es Bilbao: la ciudad so?ada. Perfil on¨ªrico de Bilbutop¨ªa. En ¨¦l se recoge lo que distingue a Bilbao, "porque Bilbao existe y es tal cual es por su capacidad de pensar en clave de futuro y por so?ar su propio futuro, siempre con s¨ªmbolos de metr¨®poli marina".En el libro, Olabuenaga hace una curiosa comparaci¨®n de Bilbao con Roma, ciudad asentada sobre siete colinas, asomada a las puertas del mar y apoyada en un r¨ªo ancestral. Y si hubiera que definir el alma de Bilbao, representarla en t¨¦rminos de marketing, seg¨²n Olabuenaga "habr¨ªa que hacerlo como un salto del presente al futuro, como un puente de paso de un lado a otro. El logotipo de Bilbao no es ni puede ser otro que el del puente. Un puente interior [el de San Ant¨®n] donde Bilbao comienza y un puente exterior [el de Portugalete] donde Bilbao acaba".
Pero donde m¨¢s incide este texto nuevo es en el estudio de los sue?os y las pesadillas de Bilbao. "Porque Bilbao es la ciudad de los Ensanches como es la Ciudad de los Sue?os. Fue primero un sue?o intruso de caudillo geopol¨ªtico, de arrumbamiento del mundo medieval y de modernizaci¨®n comercial del Se?or¨ªo. Le sigui¨® un segundo sue?o de mercader europeo, librecambista y exportador, miembro de Ligas y Consulados comercial-mar¨ªtimos. Fue el tercero un sue?o de plaza comercial internacional. El cuarto sue?o fue industrial, por el que se imagin¨® a Bilbao convertido en un gigantesco Alto Horno. Le sucedi¨® el sue?o trasatl¨¢ntico, luego el sue?o de la capitalidad comercial desde la que administrar el mundo financiero de toda la comarca del Gran Bilbao y su hinterland. Y finalmente, el ¨²ltimo sue?o, el del estilo urbano postindustrial".
Sin embargo, Bilbao no solo dispone de sue?os, cuenta tambi¨¦n con pesadillas ( "Bilbao ha sido un pueblo combativo por ser constantemente agredido") y con enso?aciones. "La enso?aci¨®n embrionaria fue la que dio vida a la redacci¨®n del plano jurisdiccional que don Diego concedi¨® a Bilbao. Y enso?aciones han sido las Bilbutop¨ªas" Con todo y a pesar de todo, Bilbao "ha superado todas las invasiones a su derecho a existir y puede y quiere seguir so?ando".
Recientemente tambi¨¦n, Olabuenaga ha publicado otros estudios de m¨¢ximo inter¨¦s, como es el de los inmigrantes ilegales. "Se refiere a ese n¨²mero de personas que vive todav¨ªa la mayor de las injusticias por culpa de una ley que les obliga, a no poder contratar, conducir, entrar en una casa, heredar, ir a la escuela... Son "muertos civiles" porque, si no pueden hacer nada, solo les queda el delito, el crimen o el suicidio".
Otro de los ¨²ltimos libros es el dedicado al sector no lucrativo en Espa?a. Se da a conocer un grupo social y econ¨®mico impresionante, el de las instituciones privadas sin fines de lucro, que en la Espa?a de 1995 eran 253.507. "Se trata de un poderoso y complejo hecho social, con casi cuatro millones de voluntarios, de los que 548.366 son empleados a tiempo parcial y 475.179 a jornada completa, m¨¢s o menos como la poblaci¨®n del municipio de Bilbao. La suma total de gastos supone el 5,8% del PIB, con un gasto corriente de 3,6 billones de pesetas".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.