"La transparencia del cielo de Madrid es ¨²nica"
Luis Balair¨®n, toledano de 46 a?os, casado y padre de dos hijos ya universitarios, es un cient¨ªfico especializado en la predicci¨®n climatol¨®gica. De formaci¨®n human¨ªstica, conversaci¨®n amena e inquietud perenne por el conocimiento y su divulgaci¨®n, se esmera por explicar con sencillez los complejos procesos a cuyo estudio se ha dedicado desde su juventud. Pasa por ser una de las principales autoridades espa?olas en esta materia, de creciente demanda. Pese a que su primera vocaci¨®n fue la Astrona¨²tica, en la Universidad Complutense estudi¨® Ciencias F¨ªsicas de la Atm¨®sfera y del Cosmos. Desde el comienzo de su carrera, permanece vinculado al Instituto Nacional de Meteorolog¨ªa, entidad a la que ha dedicado sus mejores esfuerzos. Preside la Asociaci¨®n Meteorol¨®gica Espa?ola para la cual cobija planes de mejora y ampliaci¨®n. Es, por sus conocimientos, persona id¨®nea para explicar las razones de la belleza del cielo de Madrid, principal atributo de la ciudad, as¨ª como recientes y extra?os fen¨®menos atmosf¨¦ricos.Pregunta. ?A qu¨¦ obedece la belleza de los atardeceres en Madrid?
Respuesta. A muchos factores. Uno de ellos es que cuando el sol frisa el horizonte, ilumina la parte baja de los altoc¨²mulos, esas nubes con forma lenticular; entonces, los rayos no pueden atravesarlas y su iluminaci¨®n produce unas tonalidades rojizas de gran hermosura.
P. ?Como interact¨²an la atm¨®sfera y los colores?
R. Cuando las radiaciones solares llegan a la atm¨®sfera, se rompen en todas direcciones. A cada hora y en cada estaci¨®n anual, la inclinaci¨®n del sol var¨ªa. Sus rayos cruzan una franja de atm¨®sfera que selecciona gamas crom¨¢ticas.
P. ?Qu¨¦ sucede pues?
R. Sucede que la transparencia del cielo depende de lo que denominamos masa ¨®ptica y que, en Madrid, es ¨²nica.
P. ?Qu¨¦ es m¨¢s importante, la luz, las nubes o la atm¨®sfera.
R. A mayor altura del sol, la densidad atm¨®sf¨¦rica desciende.
P. Luego...
R. La transparencia crece. Adem¨¢s, Madrid ha tenido siempre un aire muy limpio y muy fr¨ªo procedente de la sierra. Ello acentuaba la diafanidad atmosf¨¦rica. Un refr¨¢n sobre el aire de Madrid se?alaba algo as¨ª como que "mata a mil y no apaga un candil", para subrayar que, pese a su flojedad, resulta traicionero por su gelidez.
P. ?Tan traicionero como para albergar pedruscos helados que caen sin aviso?
R. ?ste ha sido un fen¨®meno extra?o. El pedrisco, por ejemplo, se forma con capas sucesivas que se desprenden de un n¨²cleo helado y vuelven a ¨¦l mediante un efecto de bucle, hasta que el peso lo hace abatirse sobre el suelo.
P. ?Cu¨¢l es el enigma presente en los frigolitos?
R. El pedrisco es del tama?o de un huevo. Ahora, los fragmentos que caen son mucho mayores. Es todo un reto para la ciencia.
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