De Arjona a Estocolmo
,Los m¨¢s de 1.000 kil¨®metros que recorri¨® a pie o los 42 d¨ªas de ayuno que mantuvo ante las mismas puertas del Consejo de Ministros de la Uni¨®n Europea no fueron suficientes para que el jiennense Juan Carrero Saralegui, presidente de la ONG S'Olivar, alcanzase su objetivo de poner fin al genocidio en el la regi¨®n africana de los Grandes Lagos. Sin embargo, esas dos acciones -las m¨¢s conocidas de una larga trayectoria personal vinculada a la defensa de los derechos humanos- s¨ª que fueron decisivas para sensibilizar a numerosas instituciones y personalidades de todo el mundo sobre la tragedia instalada en los pueblos africanos m¨¢s olvidados por la sociedad occidental.Movilizaci¨®n
Buena parte de esas instituciones son las que ahora se est¨¢n movilizando para lograr la concesi¨®n del Premio Nobel de la Paz del a?o 2000 para Juan Carrero Saralegui, nacido hace 49 a?os en Arjona (Ja¨¦n). Precisamente, en este peque?o municipio de poco m¨¢s de 5.000 habitantes, del que Juan Carrero sali¨® cuando apenas ten¨ªa 12 a?os, sus familiares y amigos han instalado una oficina de apoyo a esta candidatura, que en los ¨²ltimos d¨ªas est¨¢ recibiendo adhesiones de numerosos ayuntamientos de la provincia de Ja¨¦n y de la misma Diputaci¨®n Provincial, que ha aprobado una moci¨®n resaltando su "intachable trayectoria en defensa de la paz, los derechos humanos, la justicia y la libertad de los m¨¢s desfavorecidos".
Todos esos reconocimientos se han traslado hasta el comit¨¦ creado en torno a esta candidatura, en Palma de Mallorca, que es donde est¨¢ la sede de la ONG en la que Juan Carrero se enrol¨® hace m¨¢s de 25 a?os.
La candidatura de Carrero Saralegui ha llegado hasta Estocolmo de la mano de un embajador de lujo, el que ya fuera premio Nobel Adolfo P¨¦rez Esquivel, que no ha dudado en pedir el mismo reconocimiento para este jiennense que, junto con su esposa, Susana Volos¨ªn, llevan muchos a?os trabajando al servicio de los pueblos oprimidos: primero, en el norte argentino como maestros rurales en las comunidades ind¨ªgenas y, m¨¢s tarde, denunciando las atrocidades en ?frica.
El comit¨¦ de apoyo al Nobel se considera a Juan Carrero como "el rostro del sufrimiento de las v¨ªctimas de los Grandes Lagos y la voz de miles y miles de hermanos y hermanas africanos que padecen la codicia y af¨¢n de poder de una minor¨ªa en esa regi¨®n".
En el a?o 1996, este arjonero realiz¨® dos marchas a pie desde Barcelona y As¨ªs (Italia) hasta Ginebra para denunciar esta situaci¨®n de injusticia y, ante el silencio de las instituciones comunitarias, comenz¨® a principios de 1997 un ayuno de 42 d¨ªas a las puertas del Consejo de Ministros de la UE.
Esta ¨²ltima acci¨®n cont¨® con el apoyo de 19 premios Nobel, la comisaria Enma Bonino, los diversos grupos pol¨ªticos del Parlamento Europeo y su presidente, Jos¨¦ Mar¨ªa Gil Robles, decenas de personalidades internacionales y cientos de ONG.
Juan Carrero ha recibido ya, entre otros, el Premio Coraje de la Consciencia de manos del fundador de L?Abad¨ªa de la Paz (Massachussetts, febrero 1999). Fue el primer espa?ol en recibir ese galard¨®n. Tambi¨¦n ha sido reconocido con el Memorial Paz y Solidaridad entre los Pueblos otorgado por la Fundaci¨®n SEPAJ (Buenos Aires, noviembre de 1996).
En su tierra natal destaca la unanimidad de los dos peri¨®dicos provinciales, Ja¨¦n e Ideal, a la hora de concederle el galard¨®n de Jiennense del A?o en el apartado de Valores Humanos.
No s¨®lo sus paisanos est¨¢n aupando a Juan Carrero hasta el Nobel de la Paz. El Consell Insular de Mallorca, m¨¢ximo ¨®rgano de gobierno de la isla, tambi¨¦n se ha adherido a esta candidatura, que cuenta tambi¨¦n con el apoyo del obispo de Mallorca, Teodoro ?beda, y de Vicens Ferrer, premio Pr¨ªncipe de Asturias de la Concordia. Junto a todos ellos, m¨¢s de un centenar de adhesiones de todo el mundo, y de los ¨¢mbitos pol¨ªticos, institucionales, religiosos, de las misiones africanas, de la judicatura, del mundo acad¨¦mico y de los derechos humanos han llegado ya al comit¨¦ creado en Palma. Destacan tambi¨¦n las adhesiones del Defensor del Pueblo, Fernando ?lvarez de Miranda o los eurodiputados Jos¨¦ Mar¨ªa Mendiluce, Francisca Sauquillo o Rosa D¨ªez.
Esperanza
Ayer mismo, Juan Carrero explic¨® desde Israel, a donde se ha desplazado en otra misi¨®n de su ONG, que se siente abrumado por tanto reconocimiento, aunque a?adi¨® que, si el Nobel de la Paz debe servir para arrojar alguna luz de esperanza a los Grandes Lagos, lo recibir¨¢ con ilusi¨®n. "Mientras un solo ser humano sea torturado o asesinado en nuestro mundo, la paz no ser¨¢ plena; mientras un solo pueblo sea oprimido en nuestro planeta, todos debemos seguir trabajando a favor de ellas", dec¨ªa Juan Carrero en el escrito enviado a los escolares de su pueblo y que fue le¨ªdo en el D¨ªa de la Paz y la No Violencia.
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