El fiscal rechaza que fuera fortuito el accidente de la central nuclear Vandell¨°s I

La fiscal¨ªa refut¨® ayer uno de los pilares en los que se basa la defensa de los directivos de Vandell¨°s I acusados del accidente acaecido en la central nuclear hace 10 a?os, al negar en sus conclusiones definitivas que el suceso tuviera un car¨¢cter fortuito e imprevisible. El fiscal mantiene la petici¨®n de de cuatro meses de arresto y tres millones de pesetas de multa para dos directivos de Hifrensa y un director t¨¦cnico del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), y se fundamenta en que el retraso con que la central acometi¨® las reformas exigidas por el CSN supuso la comisi¨®n de un delito de riesgo. Las acusaciones particular y popular calificaron de negligencia el delito y su petici¨®n de pena oscila entre ocho y cuatro a?os de prisi¨®n.El fiscal jefe de la Audiencia de Tarragona, Jos¨¦ Mar¨ªa Parra, recogi¨® ayer en sus conclusiones definitivas que la central no vigil¨® debidamente la turbina en la que se origin¨® el accidente, porque no detect¨® la corrosi¨®n que se produjo en sus ¨¢labes, cuyo posterior desprendimiento e impacto contra unas tuber¨ªas de aceite fueron la causa del incendio. El fiscal sostiene que, pese a que ya se hab¨ªan observado grietas con anterioridad, los responsables de la central obviaron inspeccionar la turbina entre 1986 y 1989.

Las conclusiones del fiscal, de gran contundencia, recogen las diversas cartas existentes entre el CSN y la central en las que el primero refleja su preocupaci¨®n por la tardanza con que Hifrensa aplicaba sus exigencias en materia de seguridad. Seg¨²n Parra, el director general de Hifrensa, Fernando Roset, y el director de Vandell¨°s I, Carlos Fern¨¢ndez Palomero, con "maniobras dilatorias" evitaron la aplicaci¨®n de dichas exigencias. Por su condici¨®n de ingenieros y por el asesoramiento que recib¨ªan, el fiscal considera que ambos "conoc¨ªan perfectamente que las condiciones de seguridad de la central, buenas cuando se construy¨®, se estaban quedando obsoletas".

El fiscal, que ha exonerado al director t¨¦cnico del CSN Luis Echavarri y al directivo de Hifrensa Mariano Mataix porque ocuparon sus cargos con anterioridad al accidente, mantiene su acusaci¨®n contra el que era director t¨¦cnico del CSN en 1989, Jacobo D¨ªaz, por entender que ¨¦ste conoc¨ªa "la lentitud y desidia" de la nucleara la hora de corregir deficiencias y no opt¨® por suspender su permiso de explotaci¨®n hasta asegurarse del cumplimiento de sus exigencias.

Ansiedad y miedo

El fiscal asegura que, de haberse cumplido las ¨®rdenes de la Administraci¨®n, se habr¨ªa atenuado de forma considerable la evoluci¨®n del accidente, que, a?ade, no supuso contaminaci¨®n alguna, aunque "la situaci¨®n de peligro y riesgo gener¨® en los d¨ªas sucesivos estados de angustia, ansiedad, estr¨¦s y miedo al conjunto de las poblaciones lim¨ªtrofes". Parra recoge asimismo la falta de comunicaci¨®n entre la nuclear y el Gobierno Civil en la noche del accidente.

Las acusaciones particular y popular, ejercidas por Marc Palm¨¦s y Marc Viader, piden ocho a?os de c¨¢rcel para Carlos Fern¨¢ndez Palomero por dos delitos de imprudencia de riesgo catastr¨®fico y cuatro para el resto de los directivos de Hifrensa. Las acusaciones demandan asimismo que el tribunal fije una indemnizaci¨®n por el impacto en la tarifa el¨¦ctrica del cierre de Vandell¨®s I, que a Hifrensa le supuso un montante de m¨¢s de 26.000 millones de pesetas en los trabajos previos al desmantelamiento.