Carlos V, emperador Odhecaton Obras de Gombert, Josquin, Fantini, Cavazzoni, Fogliano, Lombarchion, Veggio y Bendinelli. Iglesia de San Jer¨®nimo el Real. Madrid, 12 de febrero.

El ciclo Los Siglos de Oro, que organiza la Fundaci¨®n Caja de Madrid, est¨¢ siempre atento a la actualidad del pasado y ha iniciado su nuevo curso con un bloque de siete conciertos dedicados a recordar el quinto centenario del nacimiento de Carlos V. El punto de partida para el concierto inaugural del ciclo, cuyo objetivo declarado es la reconstrucci¨®n de las m¨²sicas que pudieron haberse tocado entonces, es la coronaci¨®n del emperador. La elecci¨®n de la Misa Sur tous regretz, de Nicolas Gombert, parece una opci¨®n natural. El compositor flamenco trabaj¨® al servicio de Carlos V, y se halla documentada su presencia en Bolonia en las solemnes celebraciones de 1530.Adem¨¢s, pudimos escuchar un motete de su maestro, Josquin Desprez, piezas para ¨®rgano de m¨²sicos ligados a la catedral bolo?esa y tres ejemplos del repertorio caracter¨ªstico de los ministriles altos, responsables en gran medida de que este tipo de ceremonias tuvieran la pompa necesaria. Sobre el papel algunas decisiones resultan discutibles y, una vez escuchada, la estructura adolece de falta de unidad. Odhecaton fue un excelente traductor de la polifon¨ªa y algunos desmayos y desequilibrios puntuales se vieron compensados por momentos de gran expresividad, como el Et vitam venturi. Con una t¨¦cnica de canto muy diferente de la de los grupos ingleses y una dicci¨®n inusualmente cuidadosa, el grupo es una confirmaci¨®n m¨¢s del vigor inusitado que ha cobrado la escuela historicista italiana. Excelente en sus tres intervenciones desde el coro el Ensemble Pian & Forte, e intachables tambi¨¦n las prestaciones puntuales del nuevo grupo de Bruce Dickey, Cornetti e Tromboni: es todo un lujo contar con el arte del cornetista estadounidense para tocar unos pocos minutos de m¨²sica. El holand¨¦s Liuwe Tamminga, en fin, es el organista actual de San Petronio y, a pesar de tocar obras menores, demostr¨® una gran solidez t¨¦cnica y estil¨ªstica. M¨²sica y m¨²sicos reales, en suma, al servicio de una reconstrucci¨®n virtual.