"Nunca he madurado y ya ni lo intento" RAMON DE ESPA?A
Pregunta. Qu¨¦ pena lo del Tr¨®pico, ?no?Respuesta. Pues s¨ª, la verdad, era un gran tipo. Gracias a ¨¦l consegu¨ª publicar mi ¨²ltimo disco, Radio Harlem Jazz Club. Estuve en su entierro el otro d¨ªa y me cruc¨¦ con Sisa, con Serrat, con Rafael Moll... Pero veamos la parte positiva del asunto: hab¨ªa coronas de los mejores bares de la ciudad. ?Ya me gustar¨ªa a m¨ª tener esas coronas en mi entierro!
P. Entre ese disco del que me hablas y el primero, Bestia, ha pasado casi un cuarto de siglo. No puede decirse que seas muy prol¨ªfico.
R. Me he dedicado a otras cosas en el ¨ªnterin.
P. Evidentemente, pero no me negar¨¢s que tu carrera musical es francamente extra?a. A mediados de los setenta fuiste una estrella durante unos meses, y luego...
R. Despu¨¦s de Bestia grab¨¦ un segundo disco que nunca se distribuy¨®. Cambi¨® el jefazo de Edigsa y el nuevo prefiri¨® enterrarlo. Adem¨¢s, no s¨¦, creo que nunca me he planteado seriamente el construir una carrera. No he madurado nunca y ya ni lo intento. Pienso emplear el tiempo que me queda de vida a ver si consigo conocerme a m¨ª mismo, pero dudo mucho que lo logre o que llegue a lograrlo nadie.
P. ?Guardas alg¨²n tipo de nostalgia de la ¨¦poca dorada de Zeleste?
R. Que va, pero fue divertido, eso s¨ª. Llegu¨¦ a Zeleste y a los cuatro d¨ªas ten¨ªa un grupo y estaba grabando un disco.
P. En esa ¨¦poca eras algo as¨ª como el portavoz de los ¨¢cratas y se hablaba de ti como del hombre que encabezaba expediciones de descamisados dispuestos a mearse en las puertas del Liceo.
R. Lo de que me me¨¦ en la puerta del Liceo es una leyenda urbana, t¨ªo, nunca lo hice. Y no fuimos los ¨¢cratas quienes lo acabamos quemando, sino los buenos burgueses que pasaban mucho de los informes de los bomberos. No, no me me¨¦ en el Liceo.Esa ¨¦poca la recuerdo. Hay otras que no. Entre los 17 y los 20, por ejemplo. En esos tiempos se me fue un poco la mano con los ¨¢cidos y trip¨¦ al m¨¢ximo. S¨¦ que viv¨ªa en Formentera, que cog¨ªa el barco para ir a Barcelona, que volv¨ªa a la isla... S¨¦ que lo pas¨¦ muy bien, pero no tengo pruebas: ?no me acuerdo de nada!
P. ?Sigues tomando drogas?
R. S¨®lo canutos, y con moderaci¨®n. Pero estoy a favor de la legalizaci¨®n de todas las drogas. ?No es legal el alcohol? Pues un alcoh¨®lico es como un heroin¨®mano: un enfermo al que hay que tratar como tal. Estoy en contra de la prohibici¨®n y a favor de la informaci¨®n. Por eso milito en la Asociaci¨®n Ram¨®n Santos de Estudios del Cannabis. Yo ya no creo en nada y me da todo igual. ?Que se forran con las stock options? Pues que se forren, me la suda. Yo me ocupo de temas concretos. Por eso estoy en la ASERC y en Padres de Canaletas.
P. ?Padres de Canaletas?
R. Es una asociaci¨®n de padres divorciados, colectivo al que pertenezco. Me he metido ah¨ª porque tenemos una ley de divorcio infame y porque mi ex mujer me tiene crucificado con sus reclamaciones econ¨®micas. Seg¨²n ella, le debo cuatro kilos en concepto de pensi¨®n alimentaria. ?Cu¨¢ndo he visto yo cuatro kilos juntos? ?Nunca! La mayor cantidad que he barajado es un mill¨®n que hered¨¦ de mi madre, y lo invert¨ª en una tienda de pl¨¢sticos que tuve con mi ex mujer.
P. Ahora entiendo una visi¨®n tuya que tuve hace a?os. Estabas a la puerta de una tienda con una bata blanca.
R. Estuve un par de a?os intentando hacer de persona normal. ?Vendiendo cubiteras, t¨ªo! Pero entonces me li¨® J¨¦r?me Savary para hacer El tango de don Juan; me fui de gira, llegu¨¦ hasta Nueva York, y me dio la impresi¨®n, falsa por supuesto, de que hab¨ªa triunfado.
P. A lo tonto, a lo tonto, llevas un mont¨®n de tiempo haciendo teatro. Ahora est¨¢s con un Camus en el Tantarantana.
R. Un papel secundario. Un papel protagonista no lo he tenido desde que Ventura Pons me convenci¨® hace un mont¨®n de a?os para hacer The Rocky Horror Show. Pero no me quejo. Contin¨²o viviendo a mi aire y soy due?o de mi tiempo. Sigo componiendo canciones y actuando en directo. Si hay algo de pasta, recluto algunos m¨²sicos. Si no hay un duro, cojo la guitarra y act¨²o solo. A¨²n me acuerdo de cuando descubr¨ª en casa de mis padres la guitarra de mi hermana mayor. Aquello fue una epifan¨ªa, t¨ªo. Cog¨ª la guitarra y empec¨¦ a cantar. Y ya no quise ir a la Universidad. Mis ¨ªdolos eran Sisa y Pau Riba y, en el fondo, siempre quise formar parte con ellos de una gloriosa trilog¨ªa del pop catal¨¢n. Pero me temo que nunca he tenido su talento.
P. ?Qu¨¦ te pas¨® con Foix para que no te dejara incluir en Bestia su ?s quan dormo que hi veig clar?
R. Nada, que el viejo se cabre¨® porque le cambi¨¦ unos versos.
P. ?No cansan tantos a?os viviendo a salto de mata?
R. Es la vida que he elegido y no me quejo. Ni s¨¦ ganar dinero ni me interesa. Admiro, eso s¨ª, a los que se forran y siguen siendo gente legal. No hay muchos. Yo conozco a dos: Serrat y Constantino Romero. Te los cruzas y no te perdonan la vida, sino que te tratan como siempre. Eso est¨¢ muy bien, pero prefiero la riqueza espiritual a la material. Y tengo un piso de propiedad, que conste. A cuatro pasos del Bagdad y con una hipoteca de 25 papeles al mes.
P. ?C¨®mo anda tu proyecto de escribir un libro sobre Sisa?
R. Estoy en ello con Joan Ignasi Ortu?o. El a?o pasado me tumbaron la subvenci¨®n los de la Instituci¨® de les Lletres Catalanes y ahora me han desviado hacia Vicen? Altai¨®. A ver qu¨¦ pasa.
P. Recuerdo que me pediste una carta de recomendaci¨®n. ?A m¨ª! Dos apestados del r¨¦gimen quieren escribir un libro sobre un tercer apestado y le piden su bendici¨®n a un cuarto. Si eso no es arte conceptual, que baje Duchamp y lo vea.
R. Sisa es un poeta espl¨¦ndido y hay que tratarle como tal. Hay que acabar con ese clasismo est¨²pido que hace distinciones entre poetas de verdad y cantautores.
P. S¨ª, pero para acabarlo de arreglar, cuando publicas tu segundo disco, las canciones est¨¢n en castellano. ?A qu¨¦ se debe ese cambio de idioma?
R. Pues no s¨¦. Ganas de tocar los cojones, supongo.
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