El Reino Unido se adelant¨® a Espa?a con el 'informe Dearing' El estudio brit¨¢nico propon¨ªa que los alumnos pagaran la universidad despu¨¦s de licenciarse
Cuando los rectores espa?oles pidieron el informe Bricall, ten¨ªan en mente el encargo de 1996 del Gobierno conservador brit¨¢nico a Ron Dearing. Este documento fue entregado al Ejecutivo laborista de Tony Blair en 1997, quien asumi¨® sus propuestas. La financiaci¨®n universitaria era el principal reto del informe Dearing. Su principal novedad era que los estudiantes pagaran una mayor parte del coste de su ense?anza, aunque fuera despu¨¦s de licenciarse.
El rector Carles Sol¨¤ era el presidente de la Conferencia de Rectores Universitarios Espa?oles (CRUE) cuando decidi¨® copiar al Gobierno del Reino Unido y encargar un Libro Blanco para reformar la universidad espa?ola. El referente era el informe Higher education in the learning society (Educaci¨®n superior en la educaci¨®n del aprendizaje), redactado por el hombre de negocios brit¨¢nico Ron Dearing a instancias del Gobierno conservador de John Major en 1996, y que fue asumido por el laborista Tony Blair cuando estuvo terminado en 1997.Dearing no es un acad¨¦mico, sino un empresario que tambi¨¦n se hab¨ªa encargado de la reconversi¨®n del servicio de Correos. Este perfil financiero explica su elecci¨®n para reformar la universidad, siempre con problemas econ¨®micos. Tambi¨¦n explica las l¨ªneas maestras de su propuesta: el Estado debe aumentar el gasto p¨²blico en ense?anza universitaria al menos al mismo ritmo que aumente el producto interior bruto de un pa¨ªs, y los alumnos "que tienen recursos econ¨®micos deben hacer una contribuci¨®n mayor a sus propios costes". Para todos los dem¨¢s, "la educaci¨®n superior abre la posibilidad de mejorar la calidad de vida, y es justo pagar por ello", se?ala.
Pero Dearing es consciente de que muchos alumnos necesitan apoyo econ¨®mico para estudiar. Para ellos propone dos tipos de ayuda: becas y pr¨¦stamos a muy bajo inter¨¦s y a largo plazo financiados por fondos p¨²blicos y que no dependen de la capacidad econ¨®mica del alumno en el momento de pedirlo, sino de la que se prev¨¦ que va a adquirir al acabar sus estudios. Estos pr¨¦stamos cubrir¨ªan el 25% del coste medio de la ense?anza recibida.
El Gobierno ingl¨¦s puso en marcha las medidas propuestas por el informe Dearing en 1998. Aqu¨¦llos con ingresos anuales inferiores a los cinco millones de pesetas, sin pagar tasas. Por encima de ocho millones hab¨ªa que pagar las 1.000 libras (unas 270.000 pesetas) que costaba la matr¨ªcula. En medio, seg¨²n el ministerio, "innumerables estudiantes con ingresos muy diversos que pagar¨¢n una matr¨ªcula adecuada a sus posibilidades".
Protestas estudiantiles
La medida fue contestada con protestas y manifestaciones por el sindicato de estudiantes, quienes "nunca" hab¨ªan tenido que "pagar por la educaci¨®n misma", aunque s¨ª se costearan el alojamiento y la manutenci¨®n. "Nos sentimos defraudados", indicaron. "Todos sufriremos con esta medida. Habr¨¢ muchos menos inscritos que otros a?os".
Dearing negaba ya en 1998 que esto hubiera sucedido. Y eso que el Gobierno no hab¨ªa hecho "exactamente" lo que ¨¦l dec¨ªa con los pr¨¦stamos concedidos, con un tipo de inter¨¦s ligeramente superior a la inflaci¨®n: "Nosotros propon¨ªamos que [los licenciados] pagaran cuando sus ingresos alcanzaran un nivel mayor. El Gobierno ha decidido que empiecen a pagar cuando sus ingresos alcancen las 10.000 libras anuales [unos 2,7 millones de pesetas]. Y pagan el 9% de sus ingresos por encima de esa cantidad". El sistema de cobro es a trav¨¦s del impuesto sobre la renta. "Hacienda se encarga. Es muy barato", comenta el autor de la propuesta.
Otra cuesti¨®n en la que el informe Dearing insiste es en la formaci¨®n continua de los universitarios. No s¨®lo por las evidentes ventajas para los estudiantes, que pueden promocionar m¨¢s f¨¢cilmente en sus empleos, sino porque esta educaci¨®n debe ser una fuente de financiaci¨®n creciente para los centros docentes, al impartirse a profesionales que ya est¨¢n trabajando y que, probablemente, cuenten con el apoyo econ¨®mico de las empresas que van a beneficiarse de los nuevos conocimientos adquiridos.
Para poder aprovechar este reciclaje, quien salga de la universidad debe tener buenos conociemientos de matem¨¢ticas, t¨¦cnicas de comunicaci¨®n, lenguaje, experiencia laboral y de trabajo en equipo, y todo ello sin dejar de ser un especialista.
El reformador brit¨¢nico no elude el hecho de que la universidad es la ¨²ltima etapa del sistema educativo. Por eso, aunque se salga de su ¨¢mbito de competencias, recomienda que desde los 14 a?os los estudiantes "aprendan a gestionar su propio aprendizaje". El objetivo final es que las personas sean "gestores de sus propias vidas".
La revoluci¨®n francesa de papel
Jacques Attali ha realizado la ¨²ltima propuesta de reforma de la Universidad francesa. En 1998 redact¨® Por un modelo de ense?anza superior, el informe que le pidi¨® el ministro franc¨¦s de Educaci¨®n, Claude All¨¨gre. Su primer logro fue que por primera vez desde mayo del 68, una propuesta de reforma universitaria no era contestada por los alumnos con movilizaciones y algaradas.
En su su obra, el ex presidente del Banco Europeo de Reconstrucci¨®n y Desarrollo sugiere un cambio radical en los sistemas de financiaci¨®n de las universidades. Attali recomienda la creaci¨®n de una Agencia Superior de Evaluaci¨®n, un servicio estatal responsable de evaluar los centros educativos.
Lo revolucionario de esta idea es que el reparto de fondos p¨²blicos dejar¨ªa de hacerse en funci¨®n de criterios exclusivamente cuantitativos -como el n¨²mero de estudiantes, de profesores o los metros cuadrados del campus-, para hacerse atendiendo a criterios m¨¢s cualitativos, como el n¨²mero de doctores, las publicaciones de los profesores en revistas de prestigio cient¨ªfico, las veces que ¨¦stas citaban a un centro o a su personal docente y la integraci¨®n posterior de sus alumnos en la vida profesional. Todo ello, con una gran inversi¨®n y sin proponer la eliminaci¨®n de licenciaturas ni mencionar las palabras malditas de los estudiantes: "obligatorio", "selectividad" o "de pago". El documento de Attali sigue en un caj¨®n.
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