Giggs reclama roja para Karanka, que le derrib¨® cuando encaraba la porter¨ªa

Al filo del ¨²ltimo cuarto de hora del partido, flotando sobre el c¨¦sped brillante de Chamart¨ªn, el extremo izquierda del Manchester, Ryan Giggs, arranc¨® con el bal¨®n controlado desde el medio campo. Traz¨® varias zancadas amplias y r¨¢pidas y se comi¨® cincuenta metros de campo. M¨ªchel Salgado se lanz¨® sobre Cole, e intent¨® cogerle de la camiseta, por si Giggs le daba la pelota. El gallego pareci¨® presa de verdadero miedo. Pero Giggs sigui¨® de largo, levantando la frente. Se plant¨® solo frente a Aitor Karanka, al borde del ¨¢rea. "S¨®lo puedo decir que cuando le v¨ª venir pens¨¦: '?Qu¨¦ r¨¢pido que corre Giggs'!", se admir¨® Karanka.Sin dudarlo, el central vasco le propin¨® una patada al extremo gal¨¦s. Giggs vol¨® por el aire y rod¨®. Karanka sonri¨® con picard¨ªa, al salir del vestuario: "No tuve m¨¢s remedio que frenarle, se iba solo y fui al bal¨®n, pero no llegu¨¦". Karanka no lleg¨® y cabe la duda de que, de haberlo superado Giggs, se habr¨ªa quedado solo frente a Casillas en franca posici¨®n de disparo. ?Fue tarjeta roja? "No", responde Karanka, seguro de lo que dice.

Giggs, con la barba sin afeitar, flaco por el derroche de calor¨ªas, se retir¨® del estadio sin hacer comentarios. En silencio, firmando alg¨²n aut¨®grafo. El primero de los canteranos que hizo debutar Ferguson no es hombre al que le guste hablar demasiado. S¨®lo respondi¨® a una cuesti¨®n -?Fue tarjeta roja?- con una sonrisa de oreja a oreja: "Seguro que s¨ª".