Mestalla cierra la gran semana del f¨²tbol

La rueda del f¨²tbol sigue imparable. Decididos los campeones de Liga y de Copa Europa, esta noche el Atl¨¦tico y el Espanyol disputan la final de la Copa del Rey. Podr¨ªa pensarse en un anticl¨ªmax despu¨¦s de una semana pr¨®diga en acontecimientos futbol¨ªsticos, pero la realidad es otra. Cerca de 40.000 aficionados de los dos equipos se desplazar¨¢n a Valencia para presenciar un partido que tiene un rango singular. Ning¨²n otro ofrece tanto colorido y pasi¨®n, virtud que distingue a la Copa, a pesar del maltrato que ha sufrido en los ¨²ltimos a?os. La final tiene un car¨¢cter in¨¦dito. Nunca se hab¨ªa producido un duelo entre el Atl¨¦tico y el Espanyol, dos clubes de gran tradici¨®n en nuestro f¨²tbol. Ahora viven tiempos muy diferentes. El Espanyol celebra su centenario con el objetivo de redondear en Mestalla esta temporada hist¨®rica. Ganador en dos ocasiones del torneo -1929 y 1940-, no disputaba la final de Copa desde el a?o 1957. Han pasado 43 a?os, casi la mitad de su larga vida como club, para volver a protagonizar un partido con multitud de alicientes. Uno de ellos es la respuesta del Atl¨¦tico a su amargo descenso y a todos los factores que han contribuido al desplome del equipo.Si el Espanyol busca una reivindicaci¨®n hist¨®rica, el Atl¨¦tico pretende una reparaci¨®n moral. En las horas previas al partido, los jugadores parec¨ªan recuperados del sopapo que recibieron tras confirmarse el descenso de categor¨ªa. No era un equipo feliz. Todav¨ªa se advert¨ªa la pesadumbre en el gesto de los jugadores, pero el clima era m¨¢s confiado, como si estas dos semanas -y la victoria frente al Mallorca en el ¨²ltimo partido de Liga- les hubiera devuelto algo de la estima que tanto necesitan para este partido. Su entrenador, Fernando Zambrano, intentaba ayer despejar cualquier sombra negativa. Su principal trabajo ha sido cerrar los costurones del descenso y devolver el optimismo a un equipo que hab¨ªa vivido en un ambiente muy crispado. Dedic¨® una m¨¢s de una hora a charlar con Kiko, afectado por una lesi¨®n en la pierna y por los da?os de una temporada terrible. Zambrano quiere alinear a Kiko. Le considera imprescindible por su categor¨ªa como jugador y por su liderazgo en el equipo. En las cuestiones t¨¢cticas, tiene menos dudas.

El Atl¨¦tico no jugar¨¢ con el mismo dibujo que utiliz¨® en Mallorca, a pesar de la victoria. En el ¨²ltimo partido de Liga, funcion¨® con una defensa de cuatro, con marcaje en zona y con Molina como libre desde su posici¨®n de portero. Pero la rapidez de Tamudo y Posse, dos delanteros chiquitos y veloces, aconseja a Zambrano un cambio de t¨¢ctica. Su respuesta ser¨¢ parecida a la que utiliz¨® el Madrid para detener a Piojo L¨®pez en la final de la Copa de Europa: dos centrales marcadores -Gamarra y Gaspar- y un defensa escoba -Santi- para cruzar por detr¨¢s. Este sistema quiz¨¢ tenga consecuencias en la porter¨ªa, donde es muy probable la presencia de Toni. En el medio campo, Zambrano no discute a Valer¨®n, al contrario que la hinchada. El centrocampista internacional disputar¨¢ esta noche su ¨²ltimo partido con el Atl¨¦tico. Lo har¨¢ con el respaldo del t¨¦cnico, que hizo toda clase de elogios de Valer¨®n.

Zambrano considera que el Espanyol es un equipo muy armado, con buenos jugadores en todas sus l¨ªneas. Siempre a trav¨¦s de un 4-4-2 que le va de perillas, el Espanyol realiz¨® una excelente segunda vuelta en la Liga y alcanz¨® la final de Copa, tras eliminar al Real Madrid. Pero una vez evitado el descenso y conseguido su objetivo de alcanzar la final, su ¨²ltimo mes ha sido muy discreto: no ha conseguido ninguna victoria, ni ha marcado ning¨²n gol. Pese a todo, el optimismo es general en sus filas. El equipo sabe que el duelo de hoy es m¨¢s que un partido. Desde la c¨¦lebre final de la Copa de la UEFA frente al Bayer de Leverkusen en 1988, el Espanyol no se hab¨ªa visto en una situaci¨®n como ¨¦sta. Ahora hay confianza en jugadores expertos como Crist¨®bal y Pochettino, en la calidad del guardameta Cavallero y en la excelente capacidad para los lanzamientos largos de Roger, Galca y Sergio, siempre dispuestos a buscar los r¨¢pidos desmarque de Tamudo y Posse.