Espa?a confirma su categor¨ªa
La selecci¨®n empata a uno con una pobr¨ªsima Suecia en un partido que Camacho dedic¨® a probar jugadores
SUECIA 1- ESPA?A 1Espa?a demostr¨® que puede alcanzar cualquier cota en la pr¨®xima Eurocopa. Impuso su categor¨ªa en el estadio Ullevi, coraz¨®n del f¨²tbol sueco, jugando el bal¨®n o disput¨¢ndolo por la fuerza. Tuvo a Valer¨®n y Etxeberr¨ªa como primeras figuras en un duelo que Camacho aprovech¨® para experimentar con todas las variantes que le ofrece la plantilla. El partido se desarroll¨® en un escenario fr¨ªo cuyas gradas dibujan la forma del casco de un barco vikingo; a 12 grados cent¨ªgrados y con viento; luchando cuerpo a cuerpo contra once portentos f¨ªsicos que se cerraron atr¨¢s con una l¨ªnea fija de cuatro socorrida por cuatro volantes que cada vez que tuvieron la pelota en su poder, o no supieron jugarla o la reventaron contra el ¨¢rea de Molina. Los sucesivos pelotazos suecos fueron a dar a la cabeza de Paco y a Espa?a s¨®lo le qued¨® aguantar, a la espera de imponer un f¨²tbol eminentemente superior. Y pudo haber goleado, pero Camacho prefiri¨® probar jugadores, examinar variantes.Espa?a despleg¨® su juego de toque a duras penas en el primer tiempo. Lo hizo contra un equipo ¨¢spero, cuya mayor lumbrera t¨¦cnica es el zurdo Ljungberg, que ayer, adem¨¢s de provocar un penalti, reparti¨® plantillazos a diestro y siniestro. Paradigma del car¨¢cter sombr¨ªo del f¨²tbol sueco es el hecho de que Ljunberg, interior izquierda del Arsenal, sea considerado el heredero de Brolin. No hay m¨¢s que Ljunberg en toda Suecia y, por lo visto ayer, no es mucho.
Suecia: Hedman; Nilsson (Gustaffson, m
89), P. Andersson, Bjorklund, Sundgren (Melgerg, m.46); D. Anderson, Alexandersson (Mild, m.68), Mjallby, F. Ljungberg; Pettersson (Larsson, m. 66) y K. Andersson (Osmanowski, m.62).Espa?a: Molina (Iker Casillas, m. 61); M¨ªchel Salgado, Hierro (Helguera, m.46), Paco, Aranzabal; Etxeberria (Mendieta, m.46), Guardiola, Valer¨®n (Engonga, m.61), Fran (Sergi, m.46); Alfonso (Gerard, m.61) y Urzaiz (Munitis, m.46). Goles: 0-1. M. 42. Guardiola marca de penalti de Sundgren sobre Etxeberria. 1-1. M. 76. Nilsson ejecuta una falta m¨¢xima de Casillas sobre Ljungberg. ?rbitro: Fiorenzo Treossi, de Italia. Ense?¨® cartulina amarilla a Molina. 35.215 espectadores en el campo Ullevi de Gotemburgo. Encuentro amistoso, pen¨²ltimo del equipo espa?ol para su preparaci¨®n de cara a la Eurocopa y que cerrar¨¢ el pr¨®ximo mi¨¦rcoles en Luxemburgo.
En medio de ese p¨¢ramo, a Espa?a le bast¨® con poco para dominar el partido. Porque Guardiola estuvo fuera de foco durante buena parte del primer tiempo y Hierro demostr¨® que se encuentra en pleno proceso de recuperaci¨®n. El capit¨¢n espa?ol result¨® sorprendido por dos balones largos en los primeros minutos. Kennet Andersson, un gigante r¨¢pido que oficia de delantero diana, le gan¨® la espalda. Pero se le interpuso Molina, muy atento ayer por detr¨¢s de los centrales. A partir de ah¨ª, Suecia se desvaneci¨® en intentos vanos, sin recursos suficientes para hacer algo que no sea un f¨²tbol primitivo.
El cansancio hizo estragos en Suecia. Abiertas las l¨ªneas, Espa?a se dispar¨®. Comenz¨® a desperezarse a partir de Valer¨®n, muy activo en el socorro de Guardiola. El media punta canario mostr¨® su versi¨®n m¨¢s fina. La que siempre ha exhibido en la selecci¨®n, serena y placentera. Valer¨®n devolvi¨® el gui?o a Camacho, que le considera indispensable, y elev¨® el pase corto a la m¨¢xima expresi¨®n. Preciso, at¨¢ndose el bal¨®n a la bota y recorriendo el campo por toda la media, desde la zaga hasta los tres cuartos, su labor fue vital. A su derecha, Etxeberr¨ªa hizo de torpedo. El extremo del Athletic insisti¨® en atacar a Sundgren, el lateral derecho del Zaragoza. A la primera disputa se le escap¨® por la l¨ªnea de fondo. A la segunda remat¨® fuera. A la tercera Sundgren le hizo falta y el ¨¢rbitro pit¨® penalti. La pena la ejecut¨® Guardiola, que reemplaz¨® a Hierro en el papel de verdugo.
En la segunda parte Camacho cambi¨® medio equipo. En un alarde de la versatilidad de la plantilla de que dispone Espa?a, el seleccionador cambi¨® el dibujo. Pas¨® del 4-4-2 al 4-5-1, con Guardiola como referencia inalterable. Alrededor del medio centro del Bar?a, en la primera mitad, obr¨® Valer¨®n. En la segunda, Guardiola jug¨® acompa?ado por Engonga, que ocupa su mismo territorio de acci¨®n y por ah¨ª se advierte cierta incompatibilidad. Gerard se acomod¨® como segundo delantero, por detr¨¢s de Munitis. Y en las bandas, Sergi recorri¨® la izquierda y Mendieta la derecha. Espa?a cambi¨® todo y perdi¨® profundidad. Hierro dej¨® su sitio a Helguera, y Casillas sali¨® por Molina.
El movimiento del banquillo tuvo car¨¢cter experimental, y termin¨® por afectar al rendimiento del equipo. En medio del barullo de cambios, Ljungberg inici¨® una carrera de 30 metros, desde el c¨ªrculo central a la frontal del ¨¢rea. All¨ª recibi¨® una pared y entr¨® al ¨¢rea espa?ola como una bala. Casillas lo derrib¨® y Suecia marc¨® de penalti el empate. No fue una tarde afortunada la del portero del Madrid. Estuvo indeciso en la jugada que dio lugar al empate y sali¨® mal en los balones colgados, una suerte que se ha convertido en su tal¨®n de Aquiles. Pero sobre todo, Casillas no mostr¨® la misma armon¨ªa con el resto del equipo que Molina, siempre dispuesto a dar ¨®rdenes a sus centrales, a anticiparse a las jugadas, a leer el juego de sus compa?eros. En ese aspecto, qued¨® en evidencia que su falta de experiencia y de rodaje en la selecci¨®n lo sit¨²an en un escal¨®n por debajo. Es una cuesti¨®n de comunicaci¨®n. Porque si bien en los entrenamientos Casillas se equipara a Ca?izares y Molina, ese list¨®n se relaciona con el trabajo individual, no con el colectivo, m¨¢s vinculado a la relaci¨®n del portero con el resto de sus compa?eros a la hora de ejecutar los movimientos de la defensa.
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