Anelka, poco activo y desconectado

Si Zidane fue el gu¨ªa de Francia, y Henry su pu?al para agujerear a Dinamarca, Anelka fue un personaje lateral en el triunfo de su equipo. No se ofreci¨® lo suficiente, ni siquiera cuando tiene a su espalda al mejor faro del f¨²tbol mundial (Zidane, por supuesto). Desde la distancia despierta extra?as sensaciones, parece como si le resultara un suplicio pasarse las tardes tras una pelota. Poco activo, fue de m¨¢s a menos, cuando la tarde le invitaba a darse un empacho frente a la porter¨ªa enemiga.Escaso de actitud, su intervenci¨®n en el estreno de Francia, donde no tiene asegurado un puesto de titular, casi se redujo a fallar dos goles -un disparo con el guardameta dan¨¦s Schmeichel rendido y la porter¨ªa abierta de par en par y un remate de cabeza di¨¢fano que escupi¨® el bal¨®n contra una valla publicitaria-.

Su otra aparici¨®n relevante en el encuentro de ayer desemboc¨® en el fant¨¢stico primer gol franc¨¦s. Justo cuando Francia estaba m¨¢s enredada en el laberinto dan¨¦s, Blanc dej¨® la cueva. Siempre con la vista por encima del flequillo, descubri¨® a Deschamps y no se le ocurri¨® otra cosa que tirar una pared, esa suerte del f¨²tbol que anta?o justificaba la taquilla y hoy s¨®lo se recuerda en blanco y negro. No contento con la primera osad¨ªa, Blanc busc¨® otra tuya-m¨ªa con Henry, pero ¨¦ste advirti¨® la posici¨®n de Anelka, que lleg¨® una cent¨¦sima antes que Schmeichel al bal¨®n, pero sin la suficiente holgura como para driblarle. Al franc¨¦s s¨®lo le dio para tocar la pelota y evitar que el guardameta dan¨¦s se hiciera con ella. El rechace del portero le cay¨® a Blanc, que apur¨® hasta el final la aventura que hab¨ªa comenzado 80 metros atr¨¢s.