Francia demuestra que juega a todo
Deslumbrados por el jugador (Zidane, el ¨¢rbol), nos olvidamos del equipo (Francia, el bosque) que hoy sale a escena para ponerse a prueba contra la Rep¨²blica Checa. Dentro de un partido hay muchos partidos (ni hablar dentro de un campeonato); ser regular es saber aceptarlos seg¨²n van apareciendo, porque el f¨²tbol es err¨¢tico y a veces agarra por donde le da la gana. Sabemos que Italia juega a ganar, los n¨®rdicos juegan a correr, Holanda juega a jugar... La ¨²nica selecci¨®n que demostr¨® jugar a todo, por su gran capacidad de adaptaci¨®n, es Francia. Tiene un esp¨ªritu fortificado en "su" Mundial (suyo por organizarlo y por ganarlo), un equipo equilibrado en las proporciones entre orden y libertad y hasta la edad parece tener la cascada justa: veteranos atr¨¢s (sobre todo por el medio), madurez en el centro del campo y juventud en ataque. Cada jugador tiene muy claro qu¨¦ aporte debe hacerle al equipo y, como conjunto, saben ir a buscar a sus rivales arriba para crearle problemas, y saben esperarlo atr¨¢s para luego salir al contragolpe. Saben, en definitiva, qu¨¦ hacer con el bal¨®n y qu¨¦ hacer sin ¨¦l. Si se dan las condiciones, aparecen Zidane, Henry, Djorkaeff y Anelka, y ganan el partido en diez formas distintas; si el d¨ªa no es propicio, salen a escena Thuram, Blanc, Desailly, Lizarazu, Deschamps y Petit, y es muy dif¨ªcil sorprenderlos. - Profesi¨®n:
llanero solitario
Tarde o temprano, el entrenador italiano se apiadar¨¢ del solitario delantero que pone y le acercar¨¢ una compa?¨ªa: un perro, un gato, un canario... Mientras tanto, la movilidad compulsiva es uno de los mejores atributos del hombre que est¨¢ solo y espera... pelotazos. Inzaghi, siempre a mitad de camino entre el fuera de juego y el mano a mano con el portero, es un buen ejemplo. No le importa la soledad ni el tiempo que tenga que esperar, cuando el bal¨®n le ronda corre como un desesperado. O desbarata la jugada de todos sus compa?eros por estar en posici¨®n adelantada (por lo que dan ganas de correrlo para matarlo), o mete un gol y le da sentido al partido entero (por lo que dan ganas de correrlo para abrazarlo). Es un delantero generoso en el esfuerzo, pero ego¨ªsta hasta el punto de negarle el bal¨®n a su madre si tiene una oportunidad de marcar. Necesita tres toques para controlar el bal¨®n, no regatea a una silla, es impreciso en el pase, y mete un gol cada setecientos fuera de juego, pero nadie resiste el aburrimiento como ¨¦l. Y cuando digo nadie, tambi¨¦n hablo de los aficionados.
- Mil modos de ser bueno
?Ustedes se pusieron a pensar cu¨¢ntas maneras de ser importante brinda el f¨²tbol? Si ponemos juntos al alem¨¢n Hassler (1,68 metros) y al checo Koeller (2,02 metros), podr¨ªamos hacer gr¨¢fica la complejidad de un juego que, en la elite, no tiene en cuenta el aspecto f¨ªsico, pero a cambio exige una virtud desequilibrante. La habilidad de Scholl, la astucia de Owen, la imponente personalidad de Schmeichel, la cabeza de Bierhoff por el lado de afuera, la cabeza de Zidane por el lado de adentro, Figo entero, el poder de s¨ªntesis de Ra¨²l (descansado), la puntualidad de Van der Sar... A veces basta una parte del pie para pasar a la celebridad, como ocurre con Beckham, un mediocampista lateral con condiciones de organizador. Es capaz de sacar misiles de cuero, curvos e inteligentes, con el interior de su empeine derecho. En muchas ocasiones, alg¨²n compa?ero que pasa por ah¨ª mete el bal¨®n dentro de la porter¨ªa. Si yo fuera Beckham y alguien me insultara desde la tribuna, en lugar de mostrarle un dedo (una ordinariez que sale fotografiada en los tabloides), le pegar¨ªa una rosca entre ceja y ceja.
- Fiera de Versace
Beckham son dos personas: una jugando y otra viviendo. Fuera del partido hace, como el pato patag¨®n, a cada paso una cagada; pero durante los noventa minutos tiene poder de concentraci¨®n, buena capacidad de participaci¨®n, despliegue, solidaridad, coraje y roscas marca "banana" que van a donde a ¨¦l le da la gana. Lo veo vivir dentro de coches deportivos, cargado de paquetes lujosos, haciendo gestos est¨²pidos... y no le encuentro nada de animal futbol¨ªstico; pero cuando empieza el partido se convierte en un jugador de f¨²tbol de los pies a la cabeza con el que casi (la patadita a Simeone en Francia 98, la plancha en el Mundialito) siempre se puede contar.
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