El Gobierno brit¨¢nico dice que hizo lo posible para frenar a los 'hooligans'

Avergonzado por los disturbios protagonizados durante el fin de semana en B¨¦lgica por la hinchada brit¨¢nica, el Gobierno laborista rechaz¨® ayer las cr¨ªticas de la UEFA y le ech¨® la culpa a los tribunales y a los propios violentos de lo ocurrido. Despu¨¦s de lamentar los enfrentamientos, tanto el primer ministro, Tony Blair, como su titular de Interior, Jack Straw, subrayaron que la mayor¨ªa de los 824 detenidos no figuraba en registro policial alguno. A partir de ahora, sin embargo, los hinchas condenados por asalto tendr¨¢n prohibida de por vida la entrada a los estadios brit¨¢nicos. Durante la Eurocopa, ser¨¢ reforzada la vigilancia policial en puertos y aer¨®dromos para detener a los sospechosos de armar jaleo.

"No hay varitas m¨¢gicas para solucionar el problema de las agresiones en el f¨²tbol. La responsabilidad final recae en los hinchas, que deber¨ªan contenerse", dijo Jack Straw, poco antes de anunciar ante la C¨¢mara de los Comunes que pedir¨¢ ayuda a las compa?¨ªas a¨¦reas y de transbordadores para identificar a los violentos. Tambi¨¦n recomendar¨¢ a las autoridades belgas que retiren, como las holandesas, la cerveza de alta graduaci¨®n durante el campeonato. Dispuesto a demostrar la firmeza del Ejecutivo en este terreno, exhortar¨¢ asimismo a los jueces brit¨¢nicos a que confisquen los pasaportes de los hinchas dudosos para que no causen problemas en el extranjero.Dolido por la amenaza de la UEFA de expulsar a la selecci¨®n inglesa de repetirse las peleas callejeras, el ministro del Interior se?al¨® que la polic¨ªa brit¨¢nica lleva meses colaborando con sus colegas de B¨¦lgica y Holanda. "Hemos hecho todo lo posible por evitar estas deplorables escenas. Con todo, estudiar¨¦ la posibilidad de forzar a los tribunales a que retiren el pasaporte a los hinchas expulsados de partidos nacionales o internacionales por su mal comportamiento". Seg¨²n Interior, los jueces brit¨¢nicos se resisten a quitar los pasaportes porque consideran dicho gesto un atentado a las libertades civiles. Una decena escasa de hinchas fichados por la polic¨ªa ha sufrido dicha ignominia en el Reino Unido desde el pasado septiembre. Cerca de 500 tienen prohibida de forma temporal la asistencia a partidos disputados en casa, y el ministerio cree que los tribunales deber¨ªan ser m¨¢s estrictos y prohibirles tambi¨¦n viajar fuera.

"A pesar de ello, debe quedar claro que entre los detenidos de las ¨²ltimas horas hay abogados e ingenieros. Gente corriente arrastrada por la bebida y la confusi¨®n", se?al¨® Straw, tratando de justificar el elevado n¨²mero de deportados. Tony Blair, desde Portugal, calific¨® a los hooligans como "gentuza que no tiene cabida en nuestro pa¨ªs" y se lament¨® que estos sucesos pudieran influir negativamente en la adjudicaci¨®n del Mundial de 2006, que ha solicitado Gran Breta?a.

Al ministro del Interior, Straw, le ha molestado sobremanera que la UEFA le recordara la resoluci¨®n de Alemania al impedir viajar a 3.000 hinchas para evitar problemas. El hecho de que la cifra de 824 brit¨¢nicos detenidos y expulsados de B¨¦lgica haya marcado un oscuro hito en la Eurocopa, le ha resultado tambi¨¦n muy dif¨ªcil de digerir. Sin olvidar que la mayor¨ªa de ¨¦stos son libres de regresar a Bruselas si lo desean. S¨®lo un reducido grupo de arrestados ha sido acusado de asalto por la polic¨ªa belga.

Para la oposici¨®n conservadora, las disculpas del ministro y las que Tony Blair presentar¨¢ a sus socios europeos en Portugal, donde asiste a la cumbre de la UE, resultan casi rid¨ªculas. En 1999, un proyecto de ley presentado por los tories para restringir la libre circulaci¨®n de los hinchas brit¨¢nicos sin antecedentes penales pero "susceptibles de alentar o protagonizar disturbios en otros pa¨ªses", tuvo que ser retirado. Los diputados laboristas y varios de sus colegas conservadores prefirieron no dar la sensaci¨®n de que el Estado persegu¨ªa a la ciudadan¨ªa. "M¨ªrenlos ahora. Con mayor¨ªa absoluta parlamentaria y escud¨¢ndose en que los hinchas detenidos no figuraban en los archivos policiales", dijo ayer William Hague, l¨ªder de la oposici¨®n, cada vez m¨¢s seguro de sus actuaciones.

Tras la apresurada comparecencia de Straw ante los Comunes, Londres espera haber convencido a la UEFA de que toma en serio la amenaza de expulsi¨®n del campeonato. Lo ¨²ltimo que desea el gobierno laborista es la repetici¨®n de una cat¨¢strofe como la registrada en 1985 en el estadio belga de Heysel. A la Asociaci¨®n brit¨¢nica de F¨²tbol, partidaria de la retirada de psaportes de los violentos, la perspectiva de otra tragedia le produce pesadillas. Su director ejecutivo, David Davies, solicit¨® una reuni¨®n urgente con la UEFA.