El d¨ªa que Guardiola conoci¨® a Zidane
El medio centro espa?ol jug¨® por primera vez contra su ¨ªdolo e intercambi¨® con ¨¦l su camiseta
Puestos a hablar solamente de f¨²tbol, con la pelota como ¨²nico litigio, hay gestos que se agradecen, como que Munitis se enfrentara a Thuram como si fuera un lateral cualquiera y no el mejor defensa que ejerce en el calcio, y que Guardiola quedara emparejado con Zidane, cosas que hay que aplaudirle al nuevo equipo espa?ol, que huye de las marcas enfermizas, del cuerpo a cuerpo.Jubilado Laudrup y amigo de Figo, Guardiola ya s¨®lo siente debilidad por Zizou, portavoz de una raza en peligro de extinci¨®n: la de los que llevan el 10. El medio centro azulgrana le admira, le idolatra y le sigue, sobre todo desde que presenci¨® la Copa del Mundo de Francia98 desde la cama, lesionado como estaba. Por encima del resultado, Guardiola fue feliz por competir con Zidane. Le conoce tanto, sabe tanto de su juego, que dif¨ªcilmente le sorprendi¨®. Dice Pep que el juego de Francia es como la corriente y Zidane la bombilla. Camacho procur¨®, en este sentido, que nadie diera la luz. Zidane barri¨® la l¨ªnea de tres cuartos, se dej¨® caer a derecha e izquierda, sin marca especial. Guardiola le tomaba, procurando taponarle la l¨ªnea de pase, mirando de entablar conversaci¨®n en los tiempos muertos, en los momentos que hab¨ªa una falta. El medio centro espa?ol no reparaba en Zidane cuando Espa?a manejaba el cuero. Al contrario. Procuraba gustarse, adornarse, parecerse a Zidane. M¨¢s que marcarle, Pep flot¨® al media punta franc¨¦s, le tap¨® m¨¢s que nada, al igual que Helguera, que le recibi¨® cada vez que se decant¨®.
Pese a exponerse a ser vulnerado, a Zidane se le dej¨® hacer. Tanto tienes, tanto vales. Y Zidane se movi¨® con clase, tir¨® un par de diagonales preciosas, meti¨® unos cuantos pases interiores y se adorn¨® en el control por su capacidad para proteger la pelota. Y, adem¨¢s, marc¨® un gol cuando transform¨® de forma impecable un libre directo, un tanto al que reaccion¨® con ira Guardiola, que se fue a por cuantos formaron la barrera y sobre todo a M¨ªchel Salgado, seguramente para decirle que ya le hab¨ªa advertido de c¨®mo la meter¨ªa.
Guardiola es tan expresivo como Zidane en la cancha. En cada momento marcan por d¨®nde debe discurrir el juego, qu¨¦ soluci¨®n se impone y cuando alguien se equivoca se lo recriminan. M¨¢s Guardiola, porque su peso en el equipo es m¨¢s liviano que el de Zidane, el mejor del mundo en el equipo campe¨®n del mundo, y ayer, claro, elegido el mejor del partido. Zizou meti¨® un gol y atemper¨® y aceler¨®, seg¨²n conven¨ªa, el ataque franc¨¦s de la misma manera que Pep hizo jugar a la selecci¨®n.
Espa?a toc¨® m¨¢s la pelota al tiempo que Francia procur¨® darle m¨¢s verticalidad a la jugada en un duelo entre rom¨¢nticos, equipos siempre respetuosos con las leyes naturales del juego, de manera que el cara a cara entre Zidane y Guardiola expres¨® cuanto sucedi¨® en el campo. Guardiola bien puede ser a Espa?a lo que Zidane para Francia. Zizou respet¨® tanto a Pep como Guardiola a Zidane. Ni una entrada a destiempo ni tampoco un gesto feo. Acabado el partido, Guardiola le pidi¨® a Zidane su zamarra, y acabaron intercambi¨¢ndoselas despu¨¦s de que Zizou consolara con una palmada a Ra¨²l.
A buen seguro que Guardiola la guardar¨¢ en un lugar preferente. Que se preparen quienes gusten y puedan conversar con el capit¨¢n azulgrana. Les amenaza una raci¨®n de c¨®mo juega Zidane cada d¨ªa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.