Italia se consume en la amargura
Nesta afirma que una 'bola guarra' de Pires les impidi¨® conseguir un merecido triunfo
Francesco Totti, el jugador deseado para rescatar a Italia de la simpleza futbolistica, era al t¨¦rmino del partido el resumen del abatimiento. "Es injusto", aseguraba. "Precisamente el d¨ªa que mejor jugamos al f¨²tbol, perdemos. Hoy se ha visto una Italia estructurada que ha hecho un gran juego. La mejor Italia del torneo. ?Pero de qu¨¦ ha servido?"En el minuto, 54 Italia hab¨ªa abierto el ba¨²l y encontrado un trozo abandonado de s¨ª misma. Lo descubri¨® Totti, un futbolista con m¨¢s recursos que los que le propone su seleccionador, y harto de ser abandonado a construir solitarios y soliloquios. En ese minuto, Totti se permiti¨® una licencia que en otro partido y otra circunstancia le hubiera costado el pellejo futbol¨ªstico: el delantero del Roma dio un taconazo, rodeado de defensores, tras haber escuchado el soplido de Pessotto por la banda. La cosa acab¨® en gol, curiosamente con el acabado de un jugador poco dado a la sutileza, Delvecchio, y muy acostumbrado al encontronazo.
La resurrecci¨®n de Italia, sumida con placer en el catenaccio m¨¢s a?ejo, tuvo algo que ver con un jugador como Totti, envuelto en una absurda concepci¨®n del f¨²tbol que defiende, con pocos argumentos, el seleccionador Dino Zoff. Nada se resolver¨¢ tras la decepci¨®n de ayer. Amargura era la palabra que m¨¢s repet¨ªan los italianos. El defensa Nesta era el m¨¢s expresivo al traducir sus sentimientos: "Ha sido un bal¨®n largo que ha cogido Pires y ha centrado una bola guarra" en alusi¨®n al centro hacia atr¨¢s del delantero franc¨¦s, previo al gol de Trezeguet.
Italia tuvo ayer una leve conexi¨®n con el f¨²tbol que se le puede suponer cuando prevalecen los futbolistas sobre el tacticismo y el fundamentalismo de los esquemas. Sin cambiar de cara, Italia cambi¨® el gesto desde el primer minuto y encontr¨® en Albertini el primer asomo de concepci¨®n futbol¨ªstica positiva. Cuando Albertini decidi¨® sumarse a la noble tarea de fundir a Zidane, apareci¨® Totti, en su estado natural: es decir, el medio punta encargado de dar los pespuntes necesarios para coser el equipo. Un consuelo menor para los italianos que a?ad¨ªan a su amargura, la contradici¨®n del f¨²tbol. "Es parad¨®jico: el d¨ªa que mejor jugamos, perdemos" repet¨ªa apesadumbrado Pessotto. Su compa?ero Fiore iba m¨¢s lejos y reconoc¨ªa que "la suerte nos ha hecho pagar una deuda. La suerte que tuvimos ante Holanda, desapareci¨® contra Francia". "El destino estaba escrito as¨ª" sentenciaba Nesta.
Todos se lamentaban del ¨²ltimo minuto y so?aban con repetir ese instante final: "No volver¨ªa a ocurrir lo que sucedi¨®" aseguraba Nesta, pero la situaci¨®n era irrepetible. Una pelota guarra, en su opini¨®n, les hab¨ªa robado la gloria. Maldini, con la experiencia a flor de piel, prefer¨ªa extraer una lectura positiva: "Estoy orgulloso de haber participado en este campeonato, donde el grupo ha mostrado una gran cohesi¨®n y unidad", afirm¨®, mientras jugueteaba con su hijo de dos a?os.
Totti creci¨® a medida que Italia se junt¨®. El delantero italiano necesita metros, m¨¢s que para moverse, para transportar el bal¨®n mediante el toque sutil con el que lo trata. Puede decirse que gracias a Totti, Italia convirti¨® el catenaccio en contragolpe, una suerte noble en el f¨²tbol, sobre la que se han construido grandes partidos y equipos memorables.
La nueva apuesta de Zoff permiti¨® recuperar al futbolista que hab¨ªa escondido durante todo el campeonato y que ayer decidi¨® dar un paso al frente. Sin embargo, su felicidad no fue completa. Italia acab¨® perdiendo, de forma ag¨®nica y por la v¨ªa que adora Francia: el gol de oro. La depresi¨®n italiana no favorecer¨¢ el juego de los tottis que pululan por el calcio. Se trataba de ganar e Italia perdi¨®. Para un sector de la opini¨®n de aquel pa¨ªs, el catenaccio seguir¨¢ siendo una cuesti¨®n de fe y lo de Totti, una liturgia prescindible. Italia, seg¨²n Zoff, perdi¨® por una jugada de mala suerte. El debate tiene un poso de amargura.
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