Triunfo devastador del ONCE
Laurent Jalabert, l¨ªder tras la contrarreloj por equipos en la que el Banesto perdi¨® cuatro minutos
Manolo Saiz ya puede levantar los brazos, quitarse la camiseta, echar a correr hacia la banda y gritar ?goool! Su equipo, el ONCE, por fin, ha triunfado. Ya, por fin, se podr¨¢ decir con raz¨®n que como el ONCE no hay ninguno cuando de contrarreloj por equipos se hable. Puede que el sangu¨ªneo c¨¢ntabro piense que la dicha le ha llegado demasiado tarde, que ya hac¨ªa a?os y a?os que su trabajo y dedicaci¨®n y el sacrificio de sus corredores merec¨ªan tal reconocimiento, pero que no se queje: la victoria ha sido tan arrasadora, se ha producido ante tan reputados rivales y en un momento tan trascendental de la carrera y de su carrera que bien se podr¨ªa decir que habr¨¢ un antes y un despu¨¦s del 4 de julio de 2000 en el puente de Saint Nazaire. Con Manolo Saiz y el triunfo del ONCE en la contrarreloj colectiva tambi¨¦n triunf¨®, y de forma m¨¢s que simb¨®lica, el ciclismo espa?ol, el futuro, los corredores j¨®venes tipo David Ca?ada o Iv¨¢n Guti¨¦rrez que son capaces de enfrentarse a lo m¨¢s importante sin complejos y con calidad. El Kas del 64 es el ¨²nico antecedente espa?ol victorioso en una crono conjunta, un ejercicio para el que, se dec¨ªa, los espa?oles no estaban gen¨¦ticamente dotados. Triunf¨® el ONCE, aguant¨® el US Postal de Lance Armstrong, fall¨® el Telekom de Jan Ullrich, hizo lo que pudo el Kelme de Escart¨ªn y Heras y fracas¨®, como tem¨ªa, el Banesto de Z¨¹lle, que perdi¨® m¨¢s de 4 minutos. El suizo (a 4.19m del primero en la general tras lo de ayer) es el gran derrotado del d¨ªa que ha encumbrado a Laurent Jalabert al maillot amarillo cinco a?os despu¨¦s de haberlo vestido por ¨²ltima vez.Si lo de Mende, aquella victoria de Jalabert en la etapa del 14 de julio del 95 que era, hasta lo de ayer, el momento m¨¢s feliz de Saiz en el Tour, fue el triunfo del instinto atacante, de la improvisaci¨®n y de la energ¨ªa de un solo corredor, la exhibici¨®n de Saint Nazaire, reducida m¨ªnimamente por 20 segundos de penalizaci¨®n, es el fruto, deseado, de la preparaci¨®n exagerada, de la concentraci¨®n, la culminaci¨®n de una obsesi¨®n. No hay nadie como Saiz tan atento al detalle, tan concienzudo, tan capaz de asumir la voluntad de sus corredores hasta llegar a convertirlos en aut¨®matas de carne y hueso. Y no hay corredores como los suyos tan capaces de someterse a la voluntad de su jefe, a sufrir por el bien colectivo. Hasta la victoria, como ayer.
La victoria fue arrasadora porque super¨® los l¨ªmites temporales previstos. Ayudada por el viento fuerte de cara, lateral en el temido puente, repecho de un par de kil¨®metros abierto al oc¨¦ano en la desembocadura del Loira, viento frontal que mata a los equipos menos preparados, que permite a los grandes motores, a las fuertes voluntades, desarrollar su poder devastador, el ONCE, fila india geom¨¦trica, apenas unos cent¨ªmetros entre tubular y tubular, relevos cronometrados desde el coche, super¨® al US Postal (Armstrong , Hincapie, Ekimov... grandes rodadores que prefirieron la t¨¦cnica del carrusel: dos filas paralelas, una subiendo y otra bajando en relevos continuos), el ¨²nico equipo que se resisti¨® m¨ªnimamente, en 26s; al Telekom (Ullrich y la escuela del Este, rodadores expertos en fila india), en 1,06m; al Cofidis del valiente Millar, en 2,30m; al Mercatone, el primer equipo de entre los de escaladores, Pantani bien resguardado, en 3.14m. Cuatro minutos y tres segundos perdi¨® el Banesto, equipo de siete y no de nueve: los escaladores Piepoli y Jim¨¦nez no entraron al relevo: se convirtieron en pesos muertos que no s¨®lo no ayudaban sino que frenaban a sus compa?eros; y 4.48m, casi el doble de los pensado, los del Kelme.
Y llegados a este punto, con Armstrong a 24s, Ullrich a m¨¢s de un minuto, los escaladores, como siempre, lejos, lejos (Pantani, a 5.26m; Virenque, a 5.46m; Jim¨¦nez, a 6m; Heras, a 6.15m, Escart¨ªn, a 6.16m), y con Z¨¹lle, como siempre (si no es por ca¨ªda es por otra cosa, y aunque no llueva la zona de Saint Nazaire le resulta fatal), al nivel de los grimpeurs, surge la pregunta, claro. Vale, el ONCE ha ganado la primera semana, pero el Tour son tres. ?Entra dentro de los planes de Manolo Saiz la conquista del triunfo en Par¨ªs? ?Ser¨¢ Jalabert o ser¨¢ Olano quien deba liderar la historia? ?Y Qu¨¦ dir¨¢ Marie-Blanque, el primer gran puerto contra el que chocar¨¢ el Tour, ya el pr¨®ximo lunes?
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