Las diferencias laborales entre las plantillas de AESA y Baz¨¢n condicionan el ¨¦xito de la fusi¨®n

Baz¨¢n y Astilleros Espa?oles (AESA), a partir de ahora, tendr¨¢n que compartir la misma denominaci¨®n societaria, al mismo accionista (la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) y el mismo futuro. Pero tendr¨¢n que conjugar tambi¨¦n dos culturas labores muy diferentes, una circunstancia que todas las fuentes consultadas se?alan como un factor estrat¨¦gico para completar con ¨¦xito el proceso iniciado. Aunque los trabajadores de ambos grupos prefieren mantener p¨²blicamente su apoyo a la fusi¨®n, lo cierto es que en Baz¨¢n lamentan la ausencia de un plan industrial.

Un inspector de Trabajo recuerda la impresi¨®n que le caus¨® una visita a la Baz¨¢n de San Fernando hace pocos a?os, cuando un mayordomo le sirvi¨® el caf¨¦ en jarra de plata. Astilleros tambi¨¦n goz¨® de oropeles: eran los tiempos de las mariscadas pantagru¨¦licas y las botaduras de petroleros por todo lo alto. Hoy, el pasivo y las dificultades han desterrado cualquier lujo de las factor¨ªas, que esta semana han recibido luz verde para su fusi¨®n.Las factor¨ªas de AESA en C¨¢diz y Puerto Real acuden al encuentro con la Baz¨¢n de San Fernando con "la piel m¨¢s dura" y "despu¨¦s de haberle visto muchas veces las orejas a muchos lobos", seg¨²n las expresiones de un dirigente sindical del grupo p¨²blico civil.

Las credenciales de la plantilla de Astilleros son: haber resistido en un mercado abierto y con una dura competencia desleal de los astilleros surcoreanos; fajarse con los plazos de entrega y el coste de la obra; subcontratar hasta el doble de trabajadores de plantilla, y acumular una deuda insostenible.

Baz¨¢n presenta otra tarjeta: trabaja s¨®lo para el Ministerio de Defensa, un mercado cautivo que le aleja de la competitividad exterior; los plazos y el coste se modifican mirando antes las necesidades de la empresa que las del cliente; no hay penalizaciones ni apreturas.

Fuentes de CC OO aseguran que Ignacio Fern¨¢ndez Toxo, secretario federal del Metal de este sindicato y trabajador de la Baz¨¢n de El Ferrol, ha tenido que emplearse a fondo con sus compa?eros para que no rechazaran abiertamente la fusi¨®n.

Esfuerzos

"Van a tener que hacer un gran esfuerzo para que el funcionamiento de las plantillas sea correcto", admite Joaqu¨ªn Chuli¨¢n, presidente del comit¨¦ de Baz¨¢n. Opini¨®n similar mantiene su colega de AESA-C¨¢diz, Jes¨²s Gargallo: "Ahora hay que hacer un esfuerzo por parte de todos porque partimos de realidades laborales diferentes". Y lo ratifica Ram¨®n Outererlo, que ha sido dirigente sindical de Baz¨¢n durante dos d¨¦cadas: "?se es un obst¨¢culo importante, aunque nos va a unir tener que trabajar por un buen plan industrial".Los sistemas de construcci¨®n tambi¨¦n difieren: en Baz¨¢n se trabaja por m¨®dulos, unos bloques que se montan cuando el barco est¨¢ punto de ser entregado; en AESA se bota el barco cuando s¨®lo est¨¢ terminado el casco y la faena se concluye ya en el agua.

Durante la d¨¦cada de los noventa, los trabajadores del astillero civil asistieron, no sin resistencia, a la desaparici¨®n de los gremios tradicionales e hist¨®ricos, asumieron la polivalencia y la disponibilidad, conceptos modernos que se aceptaban "a rega?adientes", seg¨²n un directivo de la firma. "Si vieran los viejos que hoy hacemos de todo", recuerda Gargallo, "se echar¨ªan las manos a la cabeza".

En la Baz¨¢n se han dado t¨ªmidos pasos, pero existen a¨²n las denominadas familias profesionales, que ampl¨ªan el abanico de tareas para cada trabajador pero s¨®lo para cubrir la subactividad, lo que impide que en los astilleros militares se firmen expedientes de regulaci¨®n de empleo, compa?eros ya inseparables de sus colegas del sector civil.

En el primer caso, la desintegraci¨®n gremial es lenta y marca s¨®lo "la predisposici¨®n" del trabajador hacia nuevas faenas; en AESA fueron pulverizados y la norma es obligatoria.

Productividad

La masa salarial y la productividad es m¨¢s elevada en Astilleros que en Baz¨¢n, aunque sus plantillas son similares (en torno a los 5.500 trabajadores cada grupo en todo el pa¨ªs y ambas tienen fijada las horas de trabajo en 1.700 anuales). En Baz¨¢n no se trabaja por las tardes, en AESA, las 24 horas. Para el astillero militar pr¨¢cticamente no existe el apoyo de la industria auxiliar. En las plantas civiles, los trabajadores de contratas llegan a triplicar el n¨²mero de empleados de plantilla durante los picos m¨¢s elevados de la producci¨®n. Astilleros cerr¨® sus oficinas t¨¦cnicas y dependen de Madrid, mientras que la Baz¨¢n las conserva y les ha sacado excelente rendimiento.