Vidas paralelas

Las vidas del nuevo l¨ªder del PSOE, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, y de su flamante secretario de Organizaci¨®n, Jos¨¦ Blanco, estaban destinadas a cruzarse alg¨²n d¨ªa. S¨®lo se llevan un a?o -Zapatero tiene 39 y Blanco, 38- y han vivido en dos ciudades -Le¨®n, el primero, y Lugo, el segundo- separadas por apenas 150 kil¨®metros. Los dos entraron en el PSOE muy j¨®venes y han dedicado a la pol¨ªtica toda su vida adulta. Y ambos se abrieron paso en Madrid despu¨¦s de fajarse con poca suerte en dos comunidades aut¨®nomas en las que el PP lleva mucho tiempo campando a sus anchas. Fue el Congreso de los Diputados el que acab¨® por reunir esas trayectorias paralelas.Cuando Zapatero apareci¨® el pasado s¨¢bado en el plenario del congreso del PSOE, nada m¨¢s conocerse su triunfo, le flanqueaban, a un lado, su esposa, y al otro, un hombre joven, m¨¢s bien bajito, con gafas y barba, que apenas lograba reprimir su entusiasmo. Minutos antes, ¨¦l hab¨ªa sido el que hab¨ªa dado la noticia de la victoria de Rodr¨ªguez Zapatero, en medio de contagiosos saltos de alegr¨ªa, en el hall del Palacio Municipal de Congresos de Madrid. Desde que el diputado leon¨¦s aspirante a la secretar¨ªa general se lanz¨® a esa carrera, a finales del pasado marzo, Jos¨¦ Blanco L¨®pez, diputado por Lugo desde 1996 y senador por esa provincia desde 1989, ya hab¨ªa ejercido como mano derecha del nuevo l¨ªder socialista. En su nombre convers¨® con los representantes de otros candidatos y sectores del partido, y, ya dentro del congreso, negoci¨® la b¨²squeda de apoyos y particip¨® activamente en la elaboraci¨®n de la propuesta de ejecutiva federal.

A pesar de su juventud y de ser un desconocido para la mayor¨ªa del p¨²blico, a Blanco no le falta experiencia pol¨ªtica. Ingres¨® en el Partido Socialista Popular, que encabezaba Tierno Galv¨¢n, cuando ten¨ªa 15 a?os. Corr¨ªa 1977 y ¨¦l se sinti¨® contagiado por el entusiasmo de las primeras elecciones democr¨¢ticas desde la guerra civil. En su decisi¨®n influy¨® de manera decisiva su profesor de Filosof¨ªa en el Instituto de Lugo, entonces miembro del PSP y hoy alcalde de esa ciudad, Jos¨¦ L¨®pez Orozco. Despu¨¦s, lleg¨® al PSOE cuando se fusion¨® con el PSP.

A principios de los a?os 80, Blanco era un estudiante de Derecho en la Universidad de Santiago que empezaba a desarrollar una intensa actividad pol¨ªtica. Con 20 a?os fue secretario general de las Xuventudes Socialistas de Galicia, puesto que ocup¨® desde 1981 a 1986. Su primer cargo institucional fue la presidencia del Consello Galego da Xuventude, una organizaci¨®n que result¨® ser un avispero de luchas entre organizaciones juveniles y en la que acab¨® salpicado por denuncias de presuntas corruptelas de sus colaboradores.

Pero en el partido no perdi¨® apoyos. Blanquito -como le llamaban sus compa?eros- se hab¨ªa convertido en una especie de pepito grillo de la organizaci¨®n, cuyo protagonismo despertaba el recelo en algunos pero cuyas opiniones eran muy valoradas por otros. A Blanco le perjudicaba su imagen de chico un tanto relamido en sus apariciones p¨²blicas. En las distancias cortas, sin embargo, luce m¨¢s sus cualidades: h¨¢bil e intuitivo, conoce muy bien su oficio, piensa m¨¢s all¨¢ del corto plazo, sabe salir a flote en aguas turbulentas y procura tener el o¨ªdo atento a la opini¨®n de la calle.

Con tanta intensidad se entreg¨® a la pol¨ªtica que abandon¨® los estudios -luego los continuar¨ªa en la UNED-, y no se ha casado hasta el a?o pasado. Aunque no lleg¨® a ocupar cargos de especial relevancia en la ejecutiva gallega, siempre se las arregl¨® para aparecer en primera l¨ªnea. En las batallas internas del PSdeG-PSOE se aline¨® con el sector renovador, y en particular con Carlos Pr¨ªncipe, en contra del alcalde de A Coru?a, Francisco V¨¢zquez. Con Antol¨ªn Sanchez Presedo en la secretar¨ªa general del PSOE gallego, fue coordinador de organizaci¨®n en la ejecutiva regional. En fechas recientes, apoy¨® la elecci¨®n del actual secretario regional, Emilio P¨¦rez Touri?o. De su etapa en Galicia, cita como recuerdo entra?able que cuando se present¨® a las elecciones municipales en Palas de Rei (Lugo), en 1991, el PSOE pas¨® de 1 a 6 concejales.

En 1989, con 27 a?os, fue elegido senador por Lugo, lo que le permiti¨® distanciarse un tanto de la cat¨¢strofe permanente en la que se sumi¨® el socialismo gallego tras la llegada de Manuel Fraga al poder auton¨®mico. Fue en las elecciones generales de 1996, coincidiendo con el triunfo de Aznar, cuando pas¨® al Congreso de los Diputados y conoci¨® al fin a su alma gemela, Rodr¨ªguez Zapatero.

Hasta el a?o pasado, compagin¨® su trabajo parlamentario con el cargo de coordinador provincial del PSOE de Lugo, en el que logr¨® restablecer la calma tras una larga temporada de s¨®rdidas batallas internas. Optimista incorregible, nunca se abandon¨® al desaliento pese a vivir en una provincia donde el PP supera siempre el 50% de los votos. Cuando el a?o pasado su antiguo profesor de Filosof¨ªa Jos¨¦ L¨®pez Orozco arrebat¨® a los populares la alcald¨ªa de Lugo, Blanco lo vivi¨® como una jornada gloriosa. Aunque, para gloria, la de haber ganado un congreso federal del PSOE en una campa?a electoral de cuatro meses.