Morau se deja llevar desde la melancol¨ªa a la alegr¨ªa en su tercer elep¨¦ en solitario

En la m¨²sica existen casos de artistas que desde el primer momento llaman la atenci¨®n de los medios y del p¨²blico y logran una fama que, en muchas ocasiones, va acompa?ada de unas buenas cifras de ventas y un cach¨¦ art¨ªstico que sube como la espuma. Eso ha sucedido, por ejemplo, con los donostiarras La Oreja de Van Gogh. Sin embargo, no todos tienen la suerte de caer en gracia al gran p¨²blico, con lo que tambi¨¦n existe un amplio cat¨¢logo de veteranos en el negocio que contin¨²an siendo unos completos desconocidos para la mayor¨ªa de la gente. ?ste es el caso de Morau, quien lleva 20 a?os dedic¨¢ndose a la m¨²sica y acaba de editar un nuevo elep¨¦ titulado Amodio domestikoa (Gaztelupeko Hotsak).Este ¨²ltimo ¨¢lbum lleva al cantante y guitarrista guipuzcoano de la melancol¨ªa a la alegr¨ªa a lo largo de un repertorio en que despliega ritmos pausados y arreglos variados en los temas propios de cantautores, m¨¢s animaci¨®n y desenfado en los de corte pop rock y amplitud de miras en detalles que remiten al sonido campestre estadounidense, en sus flirteos con el hip hop y hasta con el vals.

Tras el nombre art¨ªstico de Morau se esconde Andoni Tolosa (Hernani, 1963), un m¨²sico autodidacto que en la primera mitad de los a?os ochenta milit¨® en la banda Crapulam Dormirae. Tras esa aventura veintea?era, ha editado tres discos en solitario y, al margen de la m¨²sica, public¨® en 1989 un libro de poemas titulado Satorrak, cuyo contenido ha sido rescatado y musicado por bandas como Ama Say y Balerdi Balerdi.