Los obispos fuerzan la dimisi¨®n de la presidenta de Manos Unidas

La presidenta del comit¨¦ ejecutivo de la ONG cat¨®lica Manos Unidas, Consuelo Lobo, ha presentado su dimisi¨®n con car¨¢cter irrevocable. Culmina as¨ª la ofensiva de la Conferencia Episcopal Espa?ola contra la l¨ªnea de compromiso social que caracterizaba ¨²ltimamente a la asociaci¨®n. Pasado ma?ana la asamblea de Manos Unidas elegir¨¢ nueva presidenta, y la favorita es Ana ?lvarez de Lara, af¨ªn a la orientaci¨®n de los obispos.

Lobo ha dimitido tras la decisi¨®n de la Comisi¨®n Episcopal de Apostolado Seglar (CEAS), de la Conferencia Episcopal, de no dar el visto bueno a cinco de las 11 candidatas a la presidencia propuestas por distintas delegaciones. Seg¨²n una nota de Manos Unidas, la decisi¨®n no ha tenido "justificaci¨®n aparente alguna" y "significa el veto a las candidatas que m¨¢s apoyo han recibido y que representan la l¨ªnea mayoritaria de la instituci¨®n". Los obispos se aseguran as¨ª de que la elegida saldr¨¢ de las seis candidatas m¨¢s acordes a su l¨ªnea. Seg¨²n fuentes de Manos Unidas, la Conferencia Episcopal considera que la organizaci¨®n tiene la obligaci¨®n de evangelizar y que el compromiso social ha prevalecido sobre esa tarea. Manos Unidas -que ha cumplido 41 a?os y cuenta con 4.500 voluntarios- recaud¨® el a?o pasado 7.200 millones de pesetas, con un gasto de administraci¨®n de s¨®lo un 3,2%. M¨¢s del 90% de sus proyectos son realizados por misioneros cat¨®licos.

El pasado 25 de mayo, tres vicepresidentas y el tesorero dimitieron en desacuerdo con la postura de la Conferencia Episcopal de no admitir que personal contratado desempe?ase responsabilidades de gesti¨®n, pese a que la asamblea de Manos Unidas se hab¨ªa pronunciado en tal sentido. El 9 de junio el secretario portavoz de los obispos, Juan Jos¨¦ Asenjo, reconoci¨® en una cena con periodistas de informaci¨®n religiosa que "si los contratados, unos 80, se marchasen ahora, la organizaci¨®n se colapsar¨ªa", pero afirm¨®: "Queremos que los cargos de gobierno sean de voluntarios", y a?adi¨®: "Hay una tendencia a la secularizaci¨®n en este tipo de organizaciones".

Ante la presi¨®n episcopal, y en solidaridad con las dimisiones, se ha producido el abandono de destacadas figuras como Luis Arancibia, del departamento de Educaci¨®n para el Desarrollo, o Charo M¨¢rmol y Bego?a Olabarrieta, de Medios de Comunicaci¨®n; y ha quedado vac¨ªa la Coordinadora de Delegaciones. Seg¨²n fuentes de Manos Unidas, cabe esperar abstenciones de delegaciones en la votaci¨®n de pasado ma?ana y el proceso de abandonos podr¨ªa seguir.

En 1994 la Conferencia Episcopal intent¨® que Manos Unidas dedicara parte del presupuesto a financiar "proyectos pastorales". La ONG no acept¨®, alegando la primac¨ªa de los fines sociales: ofreci¨® poner su voluntariado al servicio de la Conferencia, pero los obispos no estuvieron de acuerdo. En 1997 la elecci¨®n de Consuelo Lobo fue dificultosa. En un principio la Conferencia hab¨ªa conseguido hacer elegir a Eva G¨®mez Pina, pero ese nombramiento fue impugnado por la asamblea por no haberse efectuado tres votaciones como exige el Derecho Can¨®nico.

Las relaciones de la Conferencia Episcopal con el comit¨¦ ejecutivo de Manos Unidas han ido enrareci¨¦ndose. La Conferencia pretende que la ONG sufrague proyectos pastorales, que dispense formaci¨®n doctrinal y espiritual, y que los obispos no se limiten a dar el visto bueno a las delegadas, sino que las nombren.