La cara del vac¨ªo

Aunque sea transparente durante m¨¢s de la mitad de la pel¨ªcula, Kevin Bacon es el protagonista de El hombre sin sombra. El actor, con el aire maligno que le dan sus ojos azules, se pasea desnudo pero nadie le ve, aunque a veces se le adivina. El actor rod¨® pr¨¢cticamente todas las escenas. Para Paul Verhoeven la pel¨ªcula original de James Whale, estrenada en 1933 y protagonizada por Claude Rains, planteaba el mito de una forma m¨¢s ingenua. Hoy, explica el director holand¨¦s, con la devastadora mancha del nazismo sobre la historia, la naturaleza del hombre ya no es tan transparente. El hombre invisible es un hombre condenado al mal, intoxicado por su poder, su personalidad acaba siendo sat¨¢nica. "Como dice Plat¨®n en su libro La Rep¨²blica, las acciones del hombre est¨¢n gobernadas por lo que la sociedad espera de ellos. Sin ese gobierno, las cosas cambian". Pero la idea del hombre que pierde su corporeidad no siempre fue tan c¨ªnica y -en plan h¨¦roe- ha inspirado series de televisi¨®n, incluso comedias de Abbot y Costelo. Tambi¨¦n existi¨® La mujer invisible y El hombre invisible contra la Gestapo. Pero fue James Whale quien con su genialidad estil¨ªstica invent¨® las pisadas sin zapatos que se marcan en el suelo, quien se invent¨® el terrible momento en que el hombre con antifaz se retira poco a poco la m¨¢scara que oculta la nada. Jean Luc Godard hizo en La Chinoise un homenaje a este momento que convirti¨® a Claude Rains -entonces un desconocido total- en el rostro inexistente del mito. Bertrand Tavernier escribi¨® sobre la interpretaci¨®n de Rains: "A Claude Rains le bastaba su singular voz para eclipsar a todo el reparto de una pel¨ªcula. Es lo que hizo en El hombre invisible, donde su rostro no se materializaba hasta el final, cuando muere".