El hombre que quebr¨® la estructura bic¨¦fala
Dice que su aval para optar a la reelecci¨®n es haber iniciado el principio del fin de la dualidad end¨¦mica del PA y su estructura bifronte: "Ahora podemos alcanzar la madurez como partido y sepultar para siempre los personalismos. Ya no se trata de discutir de si Pedro Pacheco o Alejandro Rojas-Marcos, de si uno o de si otro". Sin embargo, en la carrera para obtener la visa por cuatro a?os m¨¢s en la secretar¨ªa general andalucista, Antonio Ortega (Linares, 1955) est¨¢ enfrente de uno y al lado de otro.Creci¨® pol¨ªticamente a la sombra de Rojas-Marcos y desde hace unos cuantos a?os vuela solo y cada vez m¨¢s alto. Fue designado secretario general como una soluci¨®n de urgencia para conducir, con su talante afable, la reunificaci¨®n del andalucismo, tras la ruptura de Rojas-Marcos y Pacheco, quien hab¨ªa creado el Partido Andaluz de Progreso (PAP). Militante del PA desde 1976, el verdadero trampol¨ªn de Ortega no ha sido tanto el cargo org¨¢nico como el institucional. Hasta que en 1996 fue nombrado consejero de Relaciones con el Parlamento -ahora lo es de Relaciones Institucionales-, no hab¨ªa tocado un poder parecido ni dispuesto de tantos medios para repartir juego entre los suyos y crear su propia corriente. A mitad de la legislatura pasada dej¨® a un lado sus funciones de arbitraje y pis¨® el acelerador para lograr ser la "cara del partido".
Aunque sopes¨® las posibilidades de salir nominado como candidato a la Junta en las elecciones del 12 de marzo, la aventura result¨® demasiado arriesgada y decidi¨® esperar a la pr¨®xima cita. Si logra la reelecci¨®n, es dif¨ªcil que alguien le quite el puesto.
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