'Marisa Gonz¨¢lez reflexiona sobre la f¨¢brica desde las ¨²ltimas tecnolog¨ªas

La vida de una f¨¢brica no es solo la de sus muros: su presencia trasciende incluso a propietarios y trabajadores. Y si no es as¨ª, que se lo pregunten a Marisa Gonz¨¢lez, autora de La F¨¢brica, una reflexi¨®n art¨ªstica desde las ¨²ltimas tecnolog¨ªas sobre una empresa que fue puntera en su momento en la elaboraci¨®n de harina para todo el Gran Bilbao. Esta exposici¨®n, que se presenta en el Centro Montehermoso, es la principal de las cinco muestras del Seminario de Arquitectura Industrial.

Las estructuras de Torroja

Marisa Gonz¨¢lez, nacida con el medio siglo en Bilbao, es una artista inquieta, siempre en la primera l¨ªnea de la vanguardia creadora, como muestra en esta su ¨²ltima exposici¨®n La F¨¢brica, que estar¨¢ en Vitoria hasta el pr¨®ximo 24 de septiembre. Este conjunto de im¨¢genes, v¨ªdeos e instalaciones, dentro de lo conocido como net-art compagina el respeto a la memoria con el uso de los ¨²ltimos adelantos tecnol¨®gicos en el tratamiento de la imagen.El recorrido por la muestra (que se presenta en un lugar ideal, el antiguo dep¨®sito de aguas de la ciudad) refleja desde un primer momento la implicaci¨®n sentimental, l¨ªrica, de la artista vizca¨ªna con la materia de la que surge su creaci¨®n. Pero tambi¨¦n hay una propuesta art¨ªstica renovadora que presenta La F¨¢brica como obra abierta a la que se pueden adherir todos los artistas que reflexionen sobre otras ruinas industriales.

El otro referente de las exposiciones del Seminario de Arquitectura Industrial es la muestra dedicada a la vida y obra de Eduardo Torroja, uno de los arquitectos m¨¢s interesantes del siglo XX. Autor, entre otras obras, del Hip¨®dromo de la Zarzuela, el Front¨®n Recoletos o el Acueducto de Tempul, en Jerez de la Frontera, Torroja trascendi¨® el trabajo del dise?o arquitect¨®nico m¨¢s tradicional para adentrarse en la investigaci¨®n sobre materiales y estructuras.La muestra, todo un recorrido por la obra del arquitecto, aporta curiosidades personales, como el obligatorio carnet de la CNT en septiembre de 1937 y los imprescindibles permisos de la dictadura de Franco. Pero tambi¨¦n hay un exhaustivo estudio de las innovaciones t¨¦cnicas de Torroja, as¨ª como de sus aportaciones est¨¦ticas, sin olvidar sus estudios te¨®ricos. En ellos se muestra la versatilidad de este creador que lo mismo trabajaba con el acero que con el ladrillo.