Ziegler defiende en un libro el derecho universal a la alimentaci¨®n
Al soci¨®logo y ex diputado suizo Jean Ziegler, azote de los banqueros de su pa¨ªs con la publicaci¨®n de libros de denuncia como Suiza lava m¨¢s blanco y Un pa¨ªs por encima de toda sospecha, se le han juntado estos d¨ªas dos preocupaciones. Una es la presentaci¨®n espa?ola de El hambre en el mundo explicada a mi hijo (Muchnik, en castellano, y Emp¨²ries, en catal¨¢n). La otra, de m¨¢s largo alcance, lleg¨® a principios de mes. Las Naciones Unidas le han encargado la elaboraci¨®n de una declaraci¨®n del derecho universal a la alimentaci¨®n. Una cuesti¨®n que, precisamente, trata en su ¨²ltimo libro, un texto elaborado como una conversaci¨®n entre un adulto y un adolescente: "Sus preguntas son las que se hace todo el mundo", explica.Apoyado en los informes y datos de la FAO (la Organizaci¨®n para la Alimentaci¨®n y la Agricultura de la ONU) y del World Food Report, Ziegler defiende que "el estado actual del desarrollo de la agricultura permitir¨ªa alimentar al doble de la poblaci¨®n mundial". Si esto no sucede, dice, es porque "el sistema capitalista, con Estados Unidos a la cabeza, trata la alimentaci¨®n como una mercanc¨ªa cualquiera y deja que las asociaciones caritativas se hagan cargo de las v¨ªctimas del hambre", que el a?o pasado provoc¨® m¨¢s de 30 millones de muertes. Aunque es consciente de las limitaciones de una instituci¨®n como la ONU -"con su burocracia, las vanidades de los dirigentes, las rivalidades entre pa¨ªses"-, Ziegler asegura que en la declaraci¨®n sobre el derecho a la alimentaci¨®n que redactar¨¢ se contemplar¨¢n "la reforma de las leyes del comercio internacional, los mecanismos de fijaci¨®n de precios y la distribuci¨®n". A favor suyo, asegura, tiene a l¨ªderes como el presidente venezolano, Hugo Ch¨¢vez; el l¨ªder cubano, Fidel Castro, y los Gobiernos de Argelia, Nigeria y ?frica del Sur. En su contra, a los Estados Unidos, que "se han mostrado totalmente contrarios". Ser¨¢ un derecho que quiz¨¢ no garantice la alimentaci¨®n, pero que ser¨¢ "un progreso". Y, como ejemplo, apunta: "Tiene que existir la posibilidad de que un sindicato de campesinos o un grupo de madres puedan acudir a un tribunal internacional para denunciar a una multinacional".
Babelia
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