?lex de la Iglesia y Carmen Maura arrancan ovaciones con las miserias de 'La comunidad'
La quinta pel¨ªcula del cineasta vasco inaugura en el Kursaal la secci¨®n oficial del festival
?lex de la Iglesia aterriz¨® en San Sebasti¨¢n cojo. "El personaje gana peligrosamente terreno, me he ca¨ªdo, con todo el peso encima, al salir de una entrevista con Hilario Pino", se?alaba el cineasta al llegar, desde Madrid, al aeropuerto de Hondarribia. Horas despu¨¦s, ya en la sala de prensa del Kursaal y con el pie vendado ("finalmente es un esguince"), este bilba¨ªno de 34 a?os a?ad¨ªa: "El verdadero humor se tiene cuando uno no tiene de qu¨¦ re¨ªrse. Ser simp¨¢tico sin m¨¢s no tiene ninguna gracia".La comunidad, quinta pel¨ªcula del director de El d¨ªa de la bestia, inauguraba anoche el Festival de San Sebasti¨¢n. Una larga ovaci¨®n cerr¨® la proyecci¨®n de la ma?ana. La risa y los gritos se mezclaron en una proyecci¨®n (a la que asisten la prensa, los cr¨ªticos y el jurado) que fue interrumpida durante ocho minutos por un fallo en los amplificadores del Kursaal. "Ha sido una faena y una pena", afirm¨® ante los periodistas el director. "Bueno, son los defectos especiales".
"Un director de cine de hoy se parece terriblemente a un pobre barman", dice con aire resignado ?lex de la Iglesia. "Lo mejor, tristemente, ya ha ocurrido. Los directores de hoy somos supervivientes. Cuando sabemos que Con la muerte en los talones o La semilla del diablo ya existen, s¨®lo nos queda conformarnos con plagiar, con copiar. S¨ª, por favor, no me hablen de homenajes, h¨¢blenme de copias y de plagios". "Somos", contin¨²a, "cocteleros que con mayor o menor inteligencia preparamos una nueva y refrescante bebida. Pero el ron y la ginebra ya existen. Dreyer y Hawks, y los que han decidido qu¨¦ es el cine, ya han muerto. Nosotros somos los que continuamos detr¨¢s de la barra preparando las bebidas cuando la fiesta ya ha terminado. Pero, por Dios, que nadie me malentienda, todo esto siempre con mucho cari?o y mucha alegr¨ªa".
La comunidad es una historia de terror vecinal. "Hace poco, un individuo mat¨® al vecino de arriba porque ten¨ªa la m¨²sica muy alta. Tambi¨¦n hace poco, como ocurre en la pel¨ªcula, descubrieron a un anciano que llevaba cinco a?os muerto. El cad¨¢ver estaba frente al televisor, que hab¨ªa estado los cinco a?os encendido. Eso significa algo; no s¨¦ exactamente qu¨¦, pero significa algo. Todos nos rozamos cada d¨ªa con nuestros vecinos y todos jugamos a imaginarnos sus peque?os mundos. Todas las comunidades tienen a un anciano pudri¨¦ndose en alg¨²n piso. Eso me horroriza, pero tambi¨¦n me fascina. Todos los d¨ªas nos cruzamos con un vecino en el ascensor. Nos mira por encima del hombro, como dici¨¦ndonos 'y t¨² de qu¨¦ vas'. Los cuerpos se rozan, pero no se conocen. Se odian. Quedan dos pisos para llegar a tu casa y piensas que ese hombre te quiere matar. Llega al quinto y por fin te habla. 'Me gust¨® mucho su pel¨ªcula', te dice. Respiras. Hoy he sobrevivido. Esta idea tan horrible y cotidiana es la que inspir¨® La comunidad".
Mientras ?lex de la Iglesia habla, Carmen Maura, diminuta a su lado, le escucha con un gesto que va m¨¢s all¨¢ de la admiraci¨®n. "Mi encuentro con ?lex ha sido muy importante. Hay directores que te hacen sentir muchas cosas, y ?lex, como Pedro [Almod¨®var], es uno de ellos. ?lex y Pedro no se parecen en nada, pero los dos saben sacarme el jugo. Seguir a ?lex y a su gui¨®n estupendamente escrito es lo mejor que pod¨ªa pasarme".
"Esta pel¨ªcula la escribimos Jorge [Guerricaechevarr¨ªa, guionista "y amigo de la infancia"] s¨®lo para ella", se?ala ?lex de la Iglesia. "Sin ella no hubiera podido hacerla porque no conozco otra actriz que logre esa mezcla imposible de humor y tragedia. Con ella sufres y te r¨ªes a la vez".
La guerra de las galaxias, La isla del tesoro y Hitchcock se cruzan en las im¨¢genes de La comunidad. "Yo no tengo temas, tengo lugares. Hitchcock no es un director, es un lugar. Como La guerra de las galaxias no es una pel¨ªcula, es otro lugar en el que me gusta estar". En La comunidad, Eduardo Antu?a es Charlie, el vecino que vive obsesionado con Dark Vader y "la fuerza". Emilio Guti¨¦rrez Caba es el administrador, "uno de esos tipos educados que nos matar¨ªan a todos". Incluso Terele P¨¢vez (una de las temibles vecinas) vuela por los tejados de Madrid como Keanu Reaves en The Matrix. "?Pero, cuidado?", exclama el director, "el plano de Matrix no es ni una copia ni un plagio; es, directamente, una burla. Terele es el personaje de Matrix, pero con bata. Porque la realidad es una bata de guatin¨¦ y unas pobres zapatillas".
Babelia
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