Olimpiadas diferidas
Tengo que agradecer a la representaci¨®n espa?ola que haya conseguido que no me haga insomne. No s¨¦ si por un acuerdo secreto con Rodrigo Rato o con las organizaciones empresariales, el equipo ol¨ªmpico espa?ol ha hecho una contribuci¨®n ejemplar y decisiva a que durante estas semanas no haya bajado la productividad en el trabajo. Los espa?oles, a pesar de los Juegos Ol¨ªmpicos, seguimos llegando frescos a trabajar.La forma en que nuestra delegaci¨®n ha asumido esa misi¨®n ha sido ejemplar. Frente a quienes hablan de la t¨ªpica improvisaci¨®n hispana, esta vez nos encontramos ante un gran juego estrat¨¦gico cuyo objetivo era el de preservar el sue?o de los espa?oles. El manual que ha presidido la actuaci¨®n de nuestro equipo, qui¨¦n sabe si preparado por insignes miembros del Cesid, se detalla a continuaci¨®n.
Primera instrucci¨®n: decepcionar a las primeras de cambio. Que los primeros fiascos lleguen al principio es importante. Un par de cabreos seguidos hace que uno se replantee seriamente tener que hacerse un adicto al caf¨¦ para disfrutar de los Juegos.
Segunda instrucci¨®n: decepcionar en aquello en lo que se depositan m¨¢s esperanzas. El des¨¢nimo cunde m¨¢s r¨¢pidamente y uno se plantea que, para ver esos desastres, es mejor leerlo al d¨ªa siguiente y tener la impresi¨®n de que has sido inteligente al irte a dormir.
Tercera instrucci¨®n: no defraudar en el deporte nacional. Tan preocupante es que la gente llegue machacada al trabajo por ver las olimpiadas, como poder generar, en torno al f¨²tbol, conversaciones interminables sobre el fracaso. Al mismo tiempo, conviene hundirse de forma espectacular en el baloncesto. Tiene la ventaja de ser muy desmotivante, pero genera la quinta parte de tertulias que el f¨²tbol.
Cuarta instrucci¨®n: ganar medallas en deportes en los que, a priori, no contamos con posibilidades. Lejos de provocar un efecto enganche a las transmisiones, lo que causan es despiste. De esa forma, ante el desconcierto, lo mejor es optar por irse a descansar.
Quinta instrucci¨®n: dejar a salvo el prestigio de las instituciones o, lo que es lo mismo, hacer un papel digno en balonmano. La presencia de Urdangar¨ªn debe producirse en un equipo campe¨®n, m¨¢xime cuando ¨¦l ofrece la ventaja equilibrante de manejarse con la mano izquierda.
Ante una campa?a perfectamente dise?ada, lo mejor que se puede hacer es dormir de noche, enterarse de lo que ha sucedido por la ma?ana, y ver las retransmisiones en diferido con la seguridad de saber de antemano las sensaciones que vamos a vivir. En tiempos de un euro d¨¦bil y un petr¨®leo por las nubes, nuestra econom¨ªa nos lo agradecer¨¢. ?Viva el diferido!
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