El escritor disidente Gao Xingjian logra el primer Nobel de Literatura para su lengua
El autor considera que ha ajustado todas sus cuentas "con la nostalgia del pa¨ªs natal"
Como Fran?ois Cheng, como Dai Sijie, tambi¨¦n Gao Xingjian es un escritor nacido en China, que ha conocido el terror comunista, concretamente, el delirio de la llamada Revoluci¨®n Cultural. Como ellos, opt¨® por exiliarse, por escoger Francia como nueva patria e incluso el franc¨¦s como lengua de creaci¨®n, pero eso no le ha llevado a olvidarse del pasado, sino a abordarlo libremente.
Como Fran?ois Cheng, como Dai Sijie, tambi¨¦n Gao Xingjian es un escritor nacido en China, que ha conocido el terror comunista, concretamente, el delirio de la llamada Revoluci¨®n Cultural. Como ellos, opt¨® por exiliarse, por escoger Francia como nueva patria e incluso el franc¨¦s como lengua de creaci¨®n, pero eso no le ha llevado a olvidarse del pasado, sino a abordarlo libremente. En su gran novela Lingshan (La monta?a del alma), comenzada en 1982 y terminada ya en el exilio, Xingjian dice "haber ajustado todas mis cuentas con la nostalgia del pa¨ªs natal". El protagonista viaja hasta los or¨ªgenes geogr¨¢ficos de una cultura china anterior a Confucio, a esa monta?a m¨ªtica en la que "todo sigue estando en su estado original".Nacido en 1940 en la China Oriental, Gao Xingjian trabajaba como traductor y escritor hasta 1966, en que los guardias rojos le obligaron a quemar una maleta que conten¨ªa todos sus manuscritos. "Hoy me sigue siendo muy dif¨ªcil evocar ese recuerdo", declaraba ayer tras conocer que hab¨ªa ganado el Nobel. Hasta 1976 tuvo que vivir en un campo de reeducaci¨®n, pero luego, aprovechando la brisa liberalizadora, pudo volver a su trabajo como traductor. Ha sido el introductor en China de Jacques Pr¨¦vert, Samuel Beckett o Eugene Ionesco, y a finales de los setenta y principios de los ochenta fue uno de los l¨ªderes del movimiento modernista que atraves¨® la literatura china, protagonizado en gran parte por traductores, por gente que descubri¨® a sus conciudadanos la obra de Kundera, Kafka, Garc¨ªa M¨¢rquez, Sartre o Joyce. Xingjian jug¨® ese papel de pionero no s¨®lo a trav¨¦s de sus traducciones, sino gracias a su Primer ensayo sobre el arte de la novela moderna (1981), que levant¨® una violenta pol¨¦mica.
El mon¨®logo interior, la renuncia a las argucias de la intriga, una lengua y un estilo austero caracterizan la obra de Xingjian en un primer momento. En 1982 publica Se?al de alarma, La parada del autob¨²s y El hombre salvaje, tres obras de teatro montadas en el Teatro de Arte de Pek¨ªn, hasta que las autoridades proh¨ªben su representaci¨®n.
La crisis de Tiananmen le convenci¨® de la necesidad de exilarse. Desde hace dos a?os tiene la ciudadan¨ªa francesa y acaba de terminar un encargo del Ministerio de Cultura franc¨¦s: Le guetteur de la mort. Dice que ahora quiere escribir "una novela sobre Par¨ªs, que me parece la mejor ciudad para un artista. Me inspira".
La vida de exiliado de Gao Xingjian ha sido muy modesta. Habita en el piso 18 de un edificio de 30 en el barrio popular de Bagnolet, glosado por Pr¨¦vert, uno de los autores que ¨¦l tradujo al chino. "Compr¨¦ el apartamento por la vista", dice el escritor mientras mira, a lo lejos, la torre Eiffel. "El premio es un milagro, me hace muy feliz, es una gran suerte", explicaba ayer mientras serv¨ªa unas copas de vino de Burdeos a los periodistas. "Aqu¨ª yo soy pintor, vivo con mis cuadros. La escritura es un lujo".
"Un discurso muy largo"
Lingshan o Une canne ¨¤ p¨ºche pour mon grand-p¨¨re, L'encre et la lumi¨¨re o Le livre d'un homme seul han sido publicados por una editorial poco conocida (L'Aube) de Aix-en-Provence, y que parece seguir los pasos de Actes Sud, que desde la peque?a Arles ha renovado la literatura gala. De Lingshan se puso en circulaci¨®n una primera edici¨®n en 1990 y luego, como un reconocimiento que llega lento pero seguro, fue reeditado en 1995 y este a?o, consiguiendo comentarios muy favorables.Habituado a escribir a escondidas ("durante a?os sab¨ªa que no ser¨ªa publicado y puede que sea por eso que sigo escribiendo sin esperar nada, como una man¨ªa contra¨ªda de ni?o"), nadie o casi nadie del inmueble de Bagnolet sab¨ªa que Gao escribe. "En la prensa local s¨®lo hablaban de ¨¦l como de un pintor", repet¨ªa el portero.
Confrontando a la evidencia del Nobel, no pierde los nervios: "Me han llamado de Estocolmo para decirme que ten¨ªa que escribir un discurso de 45 minutos. Les he dicho que me parec¨ªa muy largo".
Desconocido en espa?ol
Si el reconocimiento de Gao Xingjian en Francia quedaba limitado hasta ahora a los cr¨ªticos atentos y a quienes siguen la eclosi¨®n de una cultura franco-china fruto de la presencia de numeros¨ªsimos emigrantes orientales en Par¨ªs y otras ciudades francesas, el flamante premio Nobel es un aut¨¦ntico desconocido para el lector espa?ol, pues ninguno de sus libros ha sido traducido a esa lengua.
Ninguna de sus novelas, ensayos, poemas u obras de teatro, editadas en vol¨²menes cuyas cubiertas ha pintado el propio autor, tiene versi¨®n espa?ola. En Francia, aunque modesta, ha recibido cierta ayuda de los organismos oficiales, sobre todo en su actividad como dramaturgo. Al margen del referido encargo ministerial, Xingjian ha visto tambi¨¦n c¨®mo el Festival de Teatro de Avignon programaba una pieza suya, Au bord de la vie, escrita directamente en franc¨¦s y dirigida por Alain Timar. Otras obras suyas tambi¨¦n han sido montadas en Austria e Italia y han sido traducidas al sueco. "Creo que me han premiado por mi actitud sincera y seria de compromiso con la literatura. Mi nacionalidad no creo que tenga importancia alguna. Soy escritor".
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