"He convertido en personajes mis sentimientos"
Pregunta. ?Por qu¨¦ el Planeta? ?S¨®lo por los cincuenta millones?Respuesta. El dinero es un adelanto sobre las ventas y la mitad se lo queda Hacienda, y es el s¨ªmbolo material de la enorme repercusi¨®n que este premio proporciona a quien lo obtiene. Yo creo en mi novela, he sudado sangre para escribirla, y quiero que la lea tanta gente como sea posible. Y, francamente, no me disgusta en absoluto estar en un elenco del que forman parte Juan Mars¨¦, Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n y Antonio Mu?oz Molina.
P. ?Por qu¨¦ ha dedicado el premio a Carmen Kurtz?
R. Porque esta escritora, que fue premio Planeta en 1956 por su novela El desconocido, cambi¨® mi vida hace 36 a?os al ayudarme a entrar en el periodismo y estimularme a escribir. Creo que, si viviera, se habr¨ªa alegrado mucho de verme recibir el galard¨®n. Por otra parte, su esp¨ªritu ha planeado sobre mi novela mientras la escrib¨ªa. Se la debo a ella.
P. ?Por qu¨¦? ?Cu¨¢l es la historia que cuenta Mientras vivimos?
R. Hablo de tres mujeres muy diferentes, que pertenecen a tres generaciones distintas, que no tienen lazos de parentesco y que, sin embargo, est¨¢n unidas por esa necesidad que las mujeres de este fin de siglo tenemos de encontrar nuestro lugar en el mundo.
P. ?De nuevo una historia feminista?
R. Pues mire, m¨¢s que nada, una historia realista acerca de c¨®mo nos transmitimos nuestro sentido de la ¨¦tica y c¨®mo nos ayudamos en nuestro intento de vivir, de buscar la felicidad y, sobre todo, la dignidad. El resultado puede ser feminista, pero la novela es, sobre todo humana. Y muy entretenida, como si fuera un thriller sentimental. Hay sorpresas, suspense, giros inesperados. Nada es lo que parece.
P. ?Es una novela sin hombres?
R. No. Hay tres, e incluso una bella y triste relaci¨®n amorosa. Pero los hombres no son determinantes en Mientras vivimos, por la sencilla raz¨®n de que para mis protagonistas femeninas, como para las mujeres fuertes y solas de nuestro tiempo, los hombres son importantes, pero no son ni el verdadero problema ni la ¨²nica soluci¨®n. Ellas quieren ser personas. Con o sin hombres.
P. ?Y usted?
R. Tambi¨¦n, por supuesto. Los hombres suelen ser accidentales; lo verdaderamente estable es la lucha que una entabla para convertirse en un ser humano decente.
P. ?En qu¨¦ escenario se desarrolla la historia?
R. En el de los sentimientos. Pero f¨ªsicamente estamos en la Barcelona de 1999, y la acci¨®n transcurre apenas en un mes y medio. Lo que pasa es que la introspecci¨®n de los personajes nos lleva a la Espa?a de los sesenta y setenta, e incluso a la Francia de la Segunda Guerra Mundial.
P. ?Qui¨¦nes son las protagonistas?
R. Judit, la joven de 20 a?os que quiere salir del ambiente obrero en el que ha crecido; Regina, una novelista famosa de 50 a?os que no se soporta a s¨ª misma. Y otra escritora, Teresa, cuyo recuerdo resulta determinante para el desarrollo de la historia.
P. ?Cu¨¢ndo se le ocurri¨® escribir esta novela?
R. Hac¨ªa a?os que el tema me rondaba, pero empec¨¦ a tomar notas durante la gira de promoci¨®n de Mujer en guerra. Pero no acababa de encontrar el nudo que un¨ªa la historia. Hasta que una noche, hablando con mi amigo Terenci Moix, empec¨¦ a recordar a Carmen Kurtz y me di cuenta de que ten¨ªa que inventar un personaje de su generaci¨®n, que aunque no tuviera nada que ver con ella y fuera ficci¨®n pura, representara esa ¨¦tica que Carmen tuvo y que nos transmiti¨® a sus disc¨ªpulas.
P. ?En qu¨¦ momento decidi¨® presentarse?
R. Termin¨¦ la novela en Semana Santa y, una vez m¨¢s, habl¨¦ con Terenci. ?l me sugiri¨® que la presentara al Planeta, que me la jugara. Ten¨ªa mucho que ganar y nada que perder. Porque la primera parte del premio, para m¨ª, ha sido escribir Mientras vivimos. Que llegue a los lectores es la segunda.
P. Parece que no acaba de abandonar lo autobiogr¨¢fico en su literatura.
R. Al contrario. Por primera vez he manejado sentimientos m¨ªos profundos, pero los he convertido en personajes que no se me parecen y en una historia que no he vivido. Ha sido como perderse en un bosque, sin br¨²jula, y descubrir poco a poco la emoci¨®n de las palabras y los acontecimientos que ven¨ªan a mi encuentro. Mientras vivimos me sit¨²a de forma inevitable en la literatura, y no veo el momento de empezar la pr¨®xima novela, para la que ya tengo apuntes.
P. Supongo que seguir¨¢ haciendo periodismo.
R. Claro que s¨ª. Juan Jos¨¦ Mill¨¢s, que adem¨¢s de un gran escritor es un amigo muy noble, me dijo una vez que escribir una novela es como encerrarse en una casa que s¨®lo le pertenece a uno y disfrutar all¨ª de cosas que nadie conoce. Tiene raz¨®n. Y el periodismo es como estar en la plaza p¨²blica, en el ¨¢gora, en la vida de todos los d¨ªas, con los dem¨¢s, compartiendo.
P. ?Y el reporterismo? ?No lo echa en falta?
R. Mucho. A veces sue?o que vuelvo a Oriente Medio, como Joan Fontaine en Rebeca cuendo so?aba que volv¨ªa a Manderley. Lo que pasa es que no estoy para trotes f¨ªsicos; me fallan las piernas. Pero no lloro por lo perdido. Lo recuerdo, y me ayuda a vivir.
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