Barak trata de formar Gobierno con Sharon mientras Arafat ordena mantener la Intifada
Cinco muertos y un centenar de heridos en otra jornada de violencia en los territorios ocupados
,El presidente de la Autoridad Palestina, Yasir Arafat, dio ayer ¨®rdenes precisas para que la Intifada contin¨²e en todos los frentes hasta que la "bandera palestina ondee sobre Jerusal¨¦n". El mandato de guerra del presidente palestino representa un reto al primer ministro israel¨ª, Ehud Barak. ?ste lucha contrarreloj para alcanzar un acuerdo con el l¨ªder del partido ultraderechista Likud, Ariel Sharon, con el fin de formar un Gobierno de unidad nacional. Barak trata de consolidar un frente b¨¦lico para yugular la revuelta palestina. El precio de ese pacto pol¨ªtico ser¨ªa la congelaci¨®n del proceso de paz.
Nuevo fracaso con el Likud
"El pueblo de Palestina resistir¨¢ hasta que un joven arr¨ªe la bandera palestina y [¨¦sta] ondee sobre Jerusal¨¦n, como capital del Estado", anunci¨® Arafat en Gaza, en una inesperada aparici¨®n, la primera que efect¨²a despu¨¦s de los bombardeos de los aviones israel¨ªes sobre centros estrat¨¦gicos de las capitales palestinas de Gaza y Ramala, hace dos semanas.Las palabras de Arafat, pronunciadas ante la prensa internacional y local en la inauguraci¨®n de un centro hospitalario en Gaza, suponen la ratificaci¨®n y el respaldo al comunicado de su partido, Al Fatah, difundido el s¨¢bado. En ¨¦l, la organizaci¨®n palestina realiza un llamamiento para intensificar la Intifada. Al Fatah secunda as¨ª las aspiraciones de la pr¨¢ctica totalidad de los partidos pol¨ªticos, nacionalistas e islamistas. La respuesta israel¨ª tambi¨¦n fue contundente: el Ej¨¦rcito anunci¨® ayer que, ante la actitud palestina, tomar¨ªa a partir de ahora la iniciativa, tomando como "objetivo a los Tanzim" (el brazo armado de Al Fatah).
La proclama del presidente palestino pone fin a una semana de dudas y ambig¨¹edades forjadas tras la cumbre de Sharm el Sheij (Egipto), donde se acordaron las bases de una eventual pacificaci¨®n; ambas partes se comprometieron a lograr un alto el fuego como condici¨®n para la celebraci¨®n en 15 d¨ªas de otra ronda de negociaciones de paz en Washington.
La orden de batalla decretada por Arafat supone, sobre todo, un claro desaf¨ªo al primer ministro israel¨ª, Ehud Barak, quien trata en las ¨²ltimas horas de consensuar el Gobierno de unidad nacional, dando entrada en ¨¦l al l¨ªder del Likud, el ex general Ariel Sharon, un halc¨®n opuesto al proceso de paz.
La orden de movilizaci¨®n de Al Fatah fue cumplida ayer en todos los frentes, donde se registraron cinco muertos y m¨¢s de 100 heridos. Los enfrentamientos tuvieron como escenario Gaza, donde centenares de j¨®venes la emprendieron contra los puestos fronterizos de Erez y Rafah, mientras el Ej¨¦rcito israel¨ª despleg¨® una docena de carros de combate con orden de disparar contra una comisar¨ªa de polic¨ªa palestina.
Pero los manifestantes tambi¨¦n salieron a las calles de Nabl¨²s -al norte de Cisjordania-, Ramala y Calandia, donde las fuerzas israel¨ªes tratan desde hace d¨ªas de preservar y mantener el control sobre el aeropuerto de Jerusal¨¦n, destinado a los vuelos internos israel¨ªes.
En medio de este panorama desolador, Barak trataba ayer de convencer a Sharon para que el Likud aceptara formar parte de un Gobierno de unidad nacional para hacer frente juntos a la revuelta palestina. La entrevista entre los dos l¨ªderes pol¨ªticos se celebr¨® en Jerusal¨¦n y qued¨® nuevamente bloqueada por las exigencias de Sharon, que reclama convertirse en el n¨²mero dos del futuro Ejecutivo y disponer de un derecho de veto sobre cualquier decisi¨®n pol¨ªtica o diplom¨¢tica que pueda impulsar el futuro Gobierno israel¨ª.Sharon y Barak, despu¨¦s de un nuevo encuentro de dos horas, acordaron dejar la negociaci¨®n en manos de sus representantes, el ministro de Telecomunicaciones, el laborista Benjam¨ªn Ben Eliezer, y el diputado del Likud Meir Cheetrit, quienes el viernes lograron ponerse parcialmente de acuerdo en algunos asuntos, pero dejando sobre la mesa dos puntos claves de negociaci¨®n: el derecho a veto y la anulaci¨®n de los acuerdos de Camp David alcanzados en julio.
"S¨®lo es cuesti¨®n de horas; acabar¨¢ habiendo un Gobierno de unidad nacional", se aseguraba ayer en medios gubernamentales, en los que se recordaba que Barak no dispone de tiempo, pues hoy se reanuda la actividad parlamentaria tras las vacaciones.
El Gobierno ya no dispone de una mayor¨ªa suficiente en la C¨¢mara. En ella queda pendiente la discusi¨®n y votaci¨®n de un proyecto de ley que demanda la celebraci¨®n de elecciones anticipadas. Esta iniciativa de la oposici¨®n ultranacionalista est¨¢ en una fase muy avanzada y podr¨ªa suponer la ca¨ªda de Barak en un momento en el que las encuestas no le son favorables.
Pero a Barak se le acumulan otros problemas: el partido de los inmigrantes rusos, Israel Beitenu, que encabeza Avigdor Liberman (estrecho aliado del Likud), tiene preparada una segunda moci¨®n de censura contra Barak.
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