"Hay novelas que se escriben como 'Kleenex', para usar y tirar"
El escritor segoviano Andr¨¦s Sorel ha querido dar voz a los inmigrantes que en un incesante goteo se dejan la vida en el Estrecho de Gibraltar, en busca de una vida mejor. Su nueva novela, Las voces del Estrecho (Muchnik Editores), es una f¨¢bula documentada con la que trata de "dar vida a esas voces perdidas en las aguas y rescatar el silencio de los n¨¢ufragos de las pateras". Sorel, secretario general de la Asociaci¨®n Colegial de Escritores de Espa?a, autor de varias novelas y ensayos (Regreso a las armas, Dolores Ib¨¢rruri. Memoria humana...) defiende el compromiso del escritor con sus propias convicciones, al margen del mercado, el consumismo y el poder corrupto.Pregunta. La novela transcurre en Zahara de los Atunes, donde la ha escrito.
Respuesta. Desde hace 25 a?os este pueblo gaditano ha sido mi refugio para escribir. Ha sido mi Comala . Quer¨ªa dar vida y voz a los ahogados en el Estrecho, a esos marroqu¨ªes y otros africanos que constantemente intentan cruzarlo dej¨¢ndose la vida muchas veces. Los peri¨®dicos se hacen eco de su muerte, pero nada m¨¢s, como si no hubiera una vida detr¨¢s. Quer¨ªa fabular, darles vida, con sus sue?os y pasiones, con su memoria. Es un homenaje a todos ellos.
P. ?Ha hablado con inmigrantes?
R. S¨ª, me he documentado. He viajado a El Ejido, por la costa y tambi¨¦n he ido a Tetu¨¢n, T¨¢nger y al campamento de Calamocarro, en Ceuta, a los lugares de donde parten y adonde llegan. Todos los personajes son ficticios, pero representan hechos reales que se relatan a trav¨¦s del narrador y de un sepulturero. Tambi¨¦n reflejo la historia, el crecimiento y desarrollo de Zahara de los Atunes desde el siglo XV.
P. Usted mantiene que la literatura no debe ser mera apariencia.
R. La novela es real e imaginaria, pero debe obedecer a unas convicciones ¨¦ticas y humanas profundas. Hay novelas que se escriben como Kleenex, para usar y tirar. Son obras de corta vida. Hay que intentar que la literatura sea un espejo profundo del tiempo que vive, que recree personajes reales, emociones o sentimientos personales o colectivos con profundidad, no de forma anecd¨®tica. En estos casos, son m¨¢s culpables los editores, que no publican lo que leen, sino que lo encargan. Ya se encargan hasta los premios literarios. La mayor¨ªa de los libros que se publican parten de rostros, no de manuscritos.
P. ?Se acerca el libro a la televisi¨®n?
R. En general, la cultura es cada vez m¨¢s fr¨ªvola y consumista, depende de "los se?ores del arte", que imponen una forma de consumir. La aldea globlal est¨¢ uniformando todo y la cultura es diferencia. En la diferencia est¨¢ la libertad.
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