Peres negociar¨¢ con Arafat un posible "alto el fuego" que ponga fin a la nueva Intifada

Como en los viejos tiempos, Simon Peres y Yasir Arafat se volver¨¢n a sentar frente a frente en la mesa de negociaciones. El ex primer ministro laborista Sim?n Peres se entrevistar¨¢ hoy en Bel¨¦n con el presidente palestino, Yasir Arafat, en un intento de establecer un alto el fuego que ponga fin a la Intifada que comenz¨® hace 31 d¨ªas y que se ha cobrado m¨¢s de 160 muertos y cerca de 5.000 heridos. La operaci¨®n pacificadora se contradice con lo que sucede en el campo de batalla, donde el Ej¨¦rcito israel¨ª ha lanzado una dura escalada contra los palestinos al bombardear sus centros policiales.

Peres, el art¨ªfice de los acuerdos de paz de Oslo junto con el entonces presidente, Isaac Rabin, volver¨¢ cinco a?os despu¨¦s a sentarse a la mesa de negociaciones frente a Yasir Arafat, en un intento de alcanzar un alto el fuego en la nueva Intifada. El di¨¢logo ser¨¢ hoy en Bel¨¦n, lo que obligar¨¢ al anciano l¨ªder de la OLP a abandonar el Palacio Presidencial de Gaza, donde vive recluido desde que el 28 de septiembre se inici¨® la revuelta.El relanzamiento de Peres al terreno de las negociaciones de paz es el resultado de una conspiraci¨®n pacifista urdida por Leah Rabin, la viuda del ex presidente Isaac Rabin, con la ayuda de los sectores m¨¢s abiertos y liberales del partido laborista, entre los que se encuentra el ministro de Justicia, Yossi Beilin, la ministra de Absorci¨®n, Yuli Tamir, el viceministro de Exteriores, Nawaf Maslah, y que ha contado adem¨¢s con la colaboraci¨®n de diputados de diferentes partidos, como Dalia Rabin Peosoff, hija de Isaac Rabin, que milita en el partido de Centro.

La operaci¨®n Peres fue bloqueada en un primer momento por el primer ministro, Ehud Barak, acostumbrado a trabajar de forma autoritaria y en solitario, y que crey¨®, con raz¨®n, ver en la maniobra un intento de mermar sus poderes. El jefe de Gobierno reaccion¨® de forma imperativa vetando la reuni¨®n; aleg¨® que las negociaciones con Arafat "eran demasiado sensibles" y recalc¨® que es mejor que en nombre de Israel "hable una sola persona": ¨¦l. Pero las presiones diplom¨¢ticas han doblegado a Barak, que ayer dio luz verde a Peres para que se entreviste con Arafat. No obstante, Barak mostr¨® su escepticismo y dijo que "Arafat no da se?ales de querer frenar la violencia".

Barak, que ha considerado siempre a Simon Peres como un rival inc¨®modo, lo ha mantenido durante su Gobierno apartado de los centros importantes de poder, encajonado en un misterioso y inactivo ministerio llamado de la Cooperaci¨®n Regional, del que lo ha sacado en contadas ocasiones cuando se trataba de hacer publicidad de Israel, justificar decisiones pol¨ªticas injustificables o simplemente para hablar con la prensa internacional. Ahora, la coyuntura le ha colocado de nuevo en una posici¨®n predominante, que le har¨¢ revivir a sus 76 a?os las ¨¦pocas doradas de los Acuerdos de Oslo, cuando se aseguraba que la paz estaba al alcance de la mano.

Ayer, pocas horas antes de que la televisi¨®n israel¨ª anunciara oficialmente el encuentro entre Arafat y Peres, el presidente palestino hac¨ªa desde Gaza unas declaraciones esperanzadoras, dentro del campo de la negociaci¨®n; record¨® que el pueblo de Israel tiene un compromiso con la paz, y expres¨® su deseo de volver a la situaci¨®n anterior a la Intifada.

"Israel debe recordar que ha votado por la paz y que debe preservarla", afirm¨® Arafat al finalizar una entrevista con el ministro de Asuntos Exteriores jordano, Abdel Ilah Jatib, quien le entreg¨® un mensaje del rey Abdal¨¢ II.

Las maniobras y los discursos pacificadores de israel¨ªes y palestinos se contradicen un d¨ªa m¨¢s con lo que sucede en el campo de batalla, donde ayer se registraron seis muertos y m¨¢s de un centenar de heridos. Son los primeros resultados de una nueva escalada del Ej¨¦rcito de Israel, que ha anunciado su intenci¨®n de tomar la iniciativa sin esperar las piedras de los palestinos. Ayer dispar¨® contra los cuarteles de la polic¨ªa de Arafat e intent¨® desmantelar la milicia popular de los Tanzim.

"La Intifada continuar¨¢ hasta la liberaci¨®n de Palestina", afirm¨® contundente Marwan Barghouti, el jefe de la milicia Tanzim, mientras se paseaba por los restos de uno de los cuarteles de Al Fatah, bombardeado la noche anterior por los helic¨®pteros israel¨ªes, en una operaci¨®n minuciosamente calculada en la que se destruyeron adem¨¢s otras instalaciones policiales en Nabl¨²s, Jan Yunes o en Rafah, sede del cuartel general de la guardia personal de Yasir Arafat.