In¨²til goleada en el Camp Nou

En un cuarto de hora, minuto arriba, minuto abajo, el Barcelona termin¨® su partido con el Besiktas y aguard¨® noticias de Mil¨¢n, y como desde San Siro s¨®lo llegaban que desventuras para empezar, el Camp Nou entristreci¨® de manera tan r¨¢pida que llegado el descanso a nadie le apetec¨ªa ya hablar de f¨²tbol. La noche estaba resultando tan l¨²gubre para la hinchada azulgrana que no hab¨ªa mucho que decir ni tampoco que sufrir. A la que Shevchenko fall¨® un penalti en Mil¨¢n, el Barcelona se sinti¨® eliminado, presa de nuevo la fatalidad, muy alejado de aquellos tiempos en que la voracidad de Cruyff espantaba al mismo Satan¨¢s, pr¨®ximo otra vez a su historia m¨¢s negra, confirmada cuando Matteo puso al Leeds en ventaja antes de comsumirse el primer acto del choque en Italia.El Milan tard¨® en ayudar al Barcelona a que la noche resultara llevadera. A los azulgrana nunca les falt¨® ganas para cumplimentar su encuentro contra el Besiktas, abatido en dos saques de esquina rid¨ªculos, no por c¨®mo los dibuj¨® el Bar?a sino por la manera que los defendi¨® Fevzi, un portero de manos blandas y cara angelical, que se acobard¨® en cada salida, tap¨¢ndose, miedoso de que el bal¨®n le pudiera hacer da?o.

El aficionado, igual el teleespectador que el hincha que acudi¨® al estadio, agradeci¨® al Bar?a que le permitiera estar al caso de cuanto ocurr¨ªa en San Siro porque en el Camp Nou a las nueve de la noche ya no quedaron asuntos por resolver salvo jugadas para agrandar el marcador. Hay futbolistas que ya se sabe que no reparan en el paisaje para ejercitarse, y entre ellos nadie como Luis Enrique, un jugador voraz, incapaz de distinguir entre partidos de distinto color y rango, entregado siempre a la causa. Ubicado en la media punta, el puesto que m¨¢s agradece, el asturiano enganch¨® unas cuantas jugadas que le dieron contenido al encuentro del Camp Nou, falto de pugna, de inter¨¦s, de f¨²tbol, tan hueco que provoc¨® el sonrojo de los seguidores barcelonistas recordando como su equipo pudo perder en cancha turca frente a un rival que ha salido goleado en cada una de sus salidas.

Privado de Nouma, el Besiktas ni siquiera enrred¨®, sino que se dej¨® llevar, apuntando un cierto entrejuego, un par de remates y una defensa liviana, muy a gusto de los puntas barcelonistas, tanto que Serra Ferrer acab¨® por dar entrada a Kluivert y Gerard en un intento de que se reencontraran con el gol.

Los cambios coincidieron sorprendentemente con el gol del Serginho en San Siro, y en el Camp Nou se despert¨® de pronto el inter¨¦s, la emoci¨®n, la posibilidad de ¨¦xito antes nunca barajada. Incluso un penalti transformado de forma magistral por Rivaldo pas¨® inadvertido, al igual que un bonito tanto de Gabri, que hab¨ªa entrado en escena sustituyendo a Xavi. La hinchada solamente reparaba en la informaci¨®n procedente de Mil¨¢n. Pero en San Siro, Robinson volvi¨® a cerrar el portal del Leeds, como en su d¨ªa ya lo clausur¨® al Barcelona, y el club azulgrana qued¨® eliminado de la Liga de Campeones. Al final se confirmaron los temores, y el Milan y el Leeds empataron, un resultado que les conven¨ªa a los dos en la misma medida que perjudicaba al Barcelona, que ahora deber¨¢ conformarse con competir en la UEFA.