Volver a nacer
Soy un accidentado de moto casi orgulloso de serlo. Me explico: aparte de estar vivo y, gracias a ello, poder marear a quien me lea, he ganado una visi¨®n de la vida y de las cosas que no suele disfrutarse a tan temprana edad. Pero aun y as¨ª, esp¨ªo mi espalda y descubro un pasado no del todo desastroso, pero que tampoco incentiva mi orgullo. A mi temprana treintena recuerdo incr¨¦dulo c¨®mo recorr¨ªa grandes distancias a trav¨¦s de autopistas y sinuosas carreteras tambi¨¦n s¨®lo atento al cuentakil¨®metros y al rugido del motor. No me emocionaba el paisaje que surcaba, sino ¨²nicamente deseaba que las temblorosas manos de la chiquilla que me persegu¨ªa sentada en mi mismo sill¨ªn, me abrazase con fuerza como implorando que disminuyese la velocidad. Eso era mi m¨¢s anhelado premio, aguardar a que terminase la traves¨ªa para soportar sonrientemente las reprimendas por conducir como un loco.Ahora que puedo andar pero no correr, escuchar m¨²sica pero no bailar, ba?arme pero no nadar, ahora puede que haya llegado el momento de pensar por primera vez sin buscar aumentos de gozosas sensaciones.
La vida no es sentirse inmortal, ni tampoco llegar antes sin preocuparse de recordar, ni siquiera competir por inexistentes premios de yo gano ahora o atraigo los ojos de aqu¨¦lla por las arriesgadas piruetas que interpreto. Todo eso es irreal. Os lo dice uno que sali¨® de un largo coma con diversas secuelas y ahora sentado en su vejez juvenil ve un incierto porvenir de puede que muchos d¨ªas en que aquello que desee lo ver¨¦ filmado, fotografiado o escrito y poco m¨¢s. Puede que a quienes pilot¨¦is motocicletas de diversa cilindrada ni siquiera os impresione leer a alguien que fue tan o m¨¢s inconsciente que vosotros/as y que ahora habla como el m¨¢s anciano del lugar. Empec¨¦ a teclear este texto a?orando ser le¨ªdo por muchas gentes varias y lo acabo deseando que te acaricie la conciencia s¨®lo a ti, inmortal motorista que me lees. Am¨¦n. -
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