Los dif¨ªciles primeros pasos
Es de todos los buenos aficionados conocida la an¨¦cdota de la primera pel¨ªcula de ?lex de la Iglesia. Cuando envi¨® su primer (y ¨²nico) corto Mirindas asesinas a la productora de Pedro Almod¨®var, El Deseo, la pel¨ªcula estaba montada, pero no hab¨ªa entrado en fase de doblaje, o mejor dicho, de sonorizaci¨®n. ?lex, apoyado solamente por la voluntad indestructible del cineasta que quiere sacar adelante su proyecto, fue capaz de contarle a Almod¨®var escena por escena toda la trama de su celebrada ficci¨®n.
Estoy seguro de que el problema de ?lex en ese momento no era ya sonorizar o no Mirindas asesinas, sino buscar financiaci¨®n para Acci¨®n Mutante, la pel¨ªcula que dio a conocer al director bilba¨ªno, la que hizo que tuviese club de fans en Tokio y, sobre todo, la hizo posible lo que para muchos es imposible: inaugurar una carrera de director de cine de verdad. Pasar de novillero a matador.
Esta es una an¨¦cdota sobre la financiaci¨®n de una pel¨ªcula. Pero no s¨®lo ?lex de la Iglesia ha tenido que hacerse un hueco. Otro ejemplo, buen ejemplo, de las dificultades para emprender un proyecto son los hermanos Ibarretxe. Estaban desesperados. Hac¨ªa tiempo que a las cartas lanzadas a casi todas las productoras le segu¨ªa un silencio ensordecedor.
Ten¨ªan un buen gui¨®n que no pod¨ªan desperdiciar. Ocurri¨® que por aquellas fechas, enero de 1996, el productor Andr¨¦s Vicente G¨®mez, el due?o de Lola Films lleg¨® a Bilbao para dar unas conferencias. Eduardo Carneros, hermano de honor de los Ibarretxe, acudi¨® a esas conferencias con el objetivo de que Vicente G¨®mez se llevase a su casa el gui¨®n.
No me pregunt¨¦is c¨®mo, pero Eduardo lo consigui¨®. Le meti¨® el gui¨®n bajo el brazo y adem¨¢s tuvo la suerte de que el productor llegase a su casa de Madrid de madrugada.
El Vip donde compraba el peri¨®dico estaba cerrado y, como no ten¨ªa otra cosa que leer, ech¨® mano del gui¨®n de los Ibarretxe. A las diez de una ma?ana de enero, los hermanos recibieron la llamada del productor. El gui¨®n era S¨®lo se muere dos veces, su primera pel¨ªcula. As¨ª se escribe la historia del cine.
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