La Comunidad promete habilitar 15 plazas de atenci¨®n psiqui¨¢trica para menores delincuentes

Cuando un mayor comete un delito grave y los jueces entienden que quebrant¨® la ley porque padec¨ªa un trastorno mental, lo habitual es eximirlo de responsabilidad penal y ordenar su ingreso en un centro psiqui¨¢trico. En cambio, a¨²n no existe ning¨²n centro de estas caracter¨ªsticas, de r¨¦gimen cerrado, si el delincuente es menor de edad y padece un problema ps¨ªquico.

Las 15 plazas que la Comunidad ha prometido habilitar vienen a solventar esta carencia. El problema es que la entrada en vigor de la Ley Penal del Menor est¨¢ a la vuelta de la esquina y a¨²n no se sabe cu¨¢ndo ni d¨®nde se pondr¨¢n en marcha.

Fuentes de la Fiscal¨ªa de Menores han advertido ya, en diversas reuniones, a la Consejer¨ªa de Asuntos Sociales de que la falta de medios es responsabilidad suya. Es decir, los jueces de Madrid van a dictar resoluciones de acuerdo con la nueva ley, haya o no haya lugares donde conducir a los chavales. Las sentencias ir¨¢n acompa?adas de un requerimiento a las instituciones para que pongan medios a disposici¨®n del penado, y, si su situaci¨®n no se regularizase, la consejer¨ªa se enfrentar¨ªa a una acusaci¨®n de desacato. Mientras, la fiscal¨ªa se teme 'que acaben en el Renasco [centro de internamiento en r¨¦gimen cerrado]'.

Javier Urra, defensor del menor de la Comunidad, indic¨® ayer que su primera iniciativa, nada m¨¢s hacerse cargo de la instituci¨®n en 1996, fue pedir en la Asamblea de Madrid la creaci¨®n de plazas psiqui¨¢tricas para j¨®venes delincuentes con trastornos ps¨ªquicos. Su solicitud fue atendida y se tradujo en la llamada Ley de Garant¨ªa de la Infancia y la Adolescencia 1/1996, que inclu¨ªa la construcci¨®n de centros para menores con problemas mentales. Han pasado ya cuatro a?os y, al menos de momento, no hay en la regi¨®n ning¨²n centro de esas caracter¨ªsticas.

El inminente impacto que supondr¨¢ la excarcelaci¨®n, prevista por la Ley Penal del Menor, de j¨®venes de 16 y 17 a?os, y que precisen de internamiento en un reformatorio, est¨¢ pr¨¢cticamente controlado, ya que el Gobierno regional ha habilitado un nuevo centro (el de San Vicente). Pero estos menores tambi¨¦n precisan centros para internamiento abierto, semiabierto y terap¨¦utico.

Primero, el personal

La fiscal¨ªa afirma que lo m¨¢s importante no son los ladrillos, sino cubrir cuanto antes las plazas de personal especializado necesario, como educadores, psic¨®logos, asistentes, secretarios... Pero los equipos judiciales que est¨¢n revisando expedientes para adaptarlos a la nueva legislaci¨®n del menor -830, seg¨²n el fiscal jefe- tambi¨¦n est¨¢n en cuadro. En Madrid hay cuatro jueces de menores y cinco fiscales. Seg¨²n la nueva Ley del Menor, la Comunidad deber¨ªa contar el 13 de enero con 17 fiscales de menores, cada uno de ellos con un oficial a su servicio, dos auxiliares y un agente. En total, un equipo de funcionarios de 68 personas, cuyas plazas ni siquiera se han convocado.

Los fiscales de Madrid est¨¢n convencidos de que muchos menores vulneran la ley sin ser delincuentes, y que ello es debido a que padecen trastornos ps¨ªquicos. Por ello est¨¢n preocupados ante la falta de lugares adecuados para los j¨®venes que delinquen por sus patolog¨ªas mentales. Y es que, si no son tratados en un centro adecuado y espec¨ªfico por especialistas, los peque?os delitos que cometen hoy pueden tornarse en muy graves en el futuro, seg¨²n fuentes de la fiscal¨ªa. El fiscal F¨¦lix Pantoja, coordinador de la secci¨®n de menores, lleva a?os poniendo de manifiesto este problema, que genera un gran desarraigo familiar. Hay que distinguir, seg¨²n Pantoja, entre los menores con problemas mentales que cometen peque?os delitos no susceptibles de internamiento y los que s¨ª. Para estos ¨²ltimos son las 15 plazas que va a crear la Comunidad.

Para los otros, el juez puede acordar una medida sustitutoria, como puede ser la atenci¨®n en ambulatorios o en centros de d¨ªa.

La Comunidad abri¨® hace unos meses un m¨®dulo espec¨ªfico, con capacidad para 25 menores, en el hospital Gregorio Mara?¨®n. Pero se trata de una unidad destinada b¨¢sicamente a las patolog¨ªas que requieren un tratamiento urgente, no prolongado, e inicialmente no est¨¢ previsto que atienda a chicos implicados en hechos delictivos.