Capricornio
Se?oras y se?ores:
Soy J. V. K. y soy astr¨®logo. Aunque soltero, pertenezco al signo Capricornio, la Cabra, y me gano la vida honestamente confeccionando hor¨®scopos para diversas publicaciones madrile?as y de Castilla-La Mancha (tambi¨¦n colaboro en boletines comerciales de Andorra). Si menciono lo m¨¢s ostentoso de mi curr¨ªculo internacional, no es por alardear, sino para dar a entender que no soy un impostor, ni mucho menos un intruso. S¨¦ lo que me traigo entre manos, hasta el punto de que tengo un trato m¨¢s fluido con las estrellas que con la gente, dicho sea sin se?alar. No estoy dispuesto a tolerar que un advenedizo sin ciencia ni conciencia ponga en tela de juicio mis saberes y la exquisita solvencia profesional de mis predicciones.
Una vez puestos ustedes al tanto de mi talante intelectual, paso a se?alarles el motivo de este alegato. A principios de mes publiqu¨¦ una carta astrol¨®gica de Madrid para el mes de enero que es v¨¢lida para todo el milenio. Tras muchos a?os de estudio y cavilaciones sobre ciertas conjunciones astrales s¨®lo accesibles a los iniciados, he llegado a la conclusi¨®n de que ¨¦sta es una ciudad Capricornio, como un servidor, como el mes de enero. A modo de resumen conclu¨ª con esta sentencia meridiana: 'Madrid es Capricornio como demuestran las interferencias de Marte con la Osa Mayor. Por mal que les siente a algunos indocumentados, una de dos, o este pueblo tiene cuernos o est¨¢ como una cabra, o bien ambas cosas a la vez'.
Los ataques que estoy recibiendo por culpa de esa evidencia lapidaria son bochornosos y ya me est¨¢n tocando las partes m¨¢s delicadas de mi cuerpo mortal. Un sujeto de cuyo nombre no quiero hacer publicidad ha tenido la desfachatez de llevarme a los tribunales por propalar insidias sobre la capital de la naci¨®n. No pienso estrellarme contra un soplagaitas que desde?a el lenguaje de las estrellas. Pero quiero dejar claro de una vez por todas que, cuando digo cuernos, no me refiero a los ap¨¦ndices ¨®seos que coronan la testa de algunos h¨¦roes, sino que, aqu¨ª, a poco que te descuides, te empitonan.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.