'Mi generaci¨®n se libr¨® de Franco y del sida'
El artista reivindica su derecho al eclecticismo y tiene muy claro que Loquillo, el rockero, convive con Jos¨¦ Mar¨ªa Sanz, el hijo del estibador
Pregunta. El otro d¨ªa, viendo por la tele el videoclip de tu canci¨®n Cuando fuimos los mejores, me invadi¨® una vez m¨¢s la nostalgia por la Barcelona prepujolista.
Respuesta. Normal, ?no? Nos hab¨ªamos librado de Franco y a¨²n no hab¨ªan llegado al poder los nacionalistas. Faltaba tiempo a¨²n para que se escribieran esos textos escolares que abordan el rock and roll y al llegar a Loquillo y los Trogloditas nos definen como un grup de rock catal¨¤ que canta en castell¨¤. Usted perdone, en todo caso, un grupo de rock espa?ol que canta en su idioma. Y frente a los nacionalistas, el PSC, que no es m¨¢s que la mano izquierda de CiU. Con ese Ayuntamiento que insiste en enviarme las cartas a nombre de un tal Josep Maria Sanz. Me he quejado varias veces, pero no hay manera. Mi padre era aragon¨¦s, yo me llamo Jos¨¦ Mar¨ªa Sanz, pero ellos a lo suyo. A mi hijo le he puesto de nombre Cayo Bruno. A ver c¨®mo traducen eso...
P. Siempre te has quejado de que no te lo ponen f¨¢cil para actuar en Catalu?a.
R. Hace a?os, la Generalitat envi¨® una carta a los ayuntamientos en la que no se desaconsejaba la contrataci¨®n de grupos que cantaran en castellano, pero s¨ª se recomendaba dar trabajo a los que lo hicieran en catal¨¢n. ?Sutil, eh? El caso es que act¨²o poqu¨ªsimo en Catalu?a. La mitad de mi banda es de la zona de Vic y nunca hemos actuado en el Mercat musical de Vic. Yo sigo viviendo en Barcelona porque es mi ciudad y casi mi patria: si me preguntan de d¨®nde soy digo que de Barcelona Distrito Federal. Pero me muevo entre Barcelona, San Sebasti¨¢n (la familia de mi chica es vasca) y Madrid.
P. En Madrid tambi¨¦n has tenido problemas. Pienso en tu pol¨¦mica con Miguel Bos¨¦.
R. Yo es que ni s¨¦ ni quiero mantenerme callado. Aqu¨ª, en Espa?a, se empieza a dar por hecho que los artistas son unos vendidos que ponen la mano, ceden sus derechos de autor para que sus canciones suenen en cualquier birria de anuncio y obedecen a los ejecutivos de las compa?¨ªas discogr¨¢ficas. El que quiera que lo haga, pero yo no. Lo de Bos¨¦ es grave porque a su programa s¨®lo iba gente de su compa?¨ªa y de su agencia de contrataci¨®n. Un secreto a voces, pero nadie dec¨ªa nada hasta que yo abr¨ª la boca. Entonces se apuntaron todos. A Bos¨¦ le cay¨® en la era del PP lo que a Miguel R¨ªos en la del PSOE: un programa sobre m¨²sica pop. La diferencia entre ambos estriba en que Miguel era mucho m¨¢s democr¨¢tico y en su programa hab¨ªa espacio para todo el mundo. Yo me las he tenido con Miguel R¨ªos, pero le considero una persona respetable, casi un cl¨¢sico. Y yo soy muy respetuoso con los cl¨¢sicos porque gracias a ellos uno ha podido hacer lo que ha hecho. En Francia no existir¨ªa el rock sin Johnny Halliday. En Barcelona no habr¨ªa nada sin los Sirex o Lone Star. ?Y qui¨¦n se acuerda de t¨ªos estupendos como Leslie o Pere Gen¨¦? Nadie. Los homenajes, para Serrat y para Raimon. A los rockeros, que les den por saco.
P. En tu ¨²ltimo disco has vuelto al rock and roll, pero antes has picoteado en mundos en principio ajenos a ti, como el de los cantautores o el de los crooners.
R. Tengo derecho a evolucionar, ?no?, a practicar un cierto eclecticismo. Pero como los cr¨ªticos se han pasado la vida intentando demostrar que soy un cazurro y que s¨®lo sirvo para el rock... M¨¢s los puristas que se ofenden si ponemos m¨²sica a poetas o flirteamos con el jazz. ?Pero si hay canciones de Jacques Brel mucho m¨¢s subversivas que una gran parte del rock que se hace hoy en d¨ªa!
P. Hay quien considera rockeros a La Oreja de Van Gogh, que son como los Mocedades con piercings.
R. El rock, si no es combativo y transgresor, se va al carajo. Pero ¨¦sta es la ¨¦poca que tenemos, la ¨¦poca en la que los conciertos solidarios los organizan las radiof¨®rmulas para que las compa?¨ªas se agarren al buen rollo para promocionar a sus grupos.
P. ?Piensas hacer las paces con tu ex socio Sabino M¨¦ndez?
R. ?Despu¨¦s de que me pusiera verde en su libro?
P. Yo creo que Corre, rocker era un libro honesto, que era cr¨ªtico con todo el mundo, empezando por ¨¦l mismo.
R. Quiz¨¢ s¨ª. Yo es que, en realidad, no le tengo ninguna man¨ªa a Sabino. ?l se fue del grupo porque quiso. Y lo del libro... es como si un d¨ªa t¨² abres el peri¨®dico y te encuentras un art¨ªculo de una novia que tuviste hace 15 a?os poni¨¦ndote de vuelta y media. Seguro que te preguntas: ?a qu¨¦ viene esto?
P. En cualquier caso, Sabino fue el primer colaborador de una lista muy bien elegida.
R. El buen ojo y la intuici¨®n para elegir a mis socios es algo que no se me puede negar. Creo que fue un hallazgo trabajar con Gabriel Sope?a, un catedr¨¢tico cuyas canciones nadie quer¨ªa publicar, como lo fue, en su momento, trabajar con Sabino. Mira, para qu¨¦ te voy a enga?ar: yo me met¨ª en el rock and roll para que me hicieran fotos y para follar. Y porque la ¨²nica opci¨®n que ten¨ªa aparte de ¨¦sa era la delincuencia. O, con un poco de suerte, el baloncesto. Pero he ido creciendo y he intentado aprender de la gente con la que colaboraba. Gracias a eso, cada d¨ªa s¨¦ m¨¢s, y puedo escribir y componer. Mi padre me dio un gran consejo una vez. Me dijo algo como: t¨², Jos¨¦ Mar¨ªa, intenta aprender lo que puedas de las personas con las que te cruces porque a la gente como nosotros nadie se toma la molestia de ense?arle nada.
P. Siempre has hablado muy bien de tu padre.
R. Es un referente. Hizo la guerra, la perdi¨®, se chup¨® un tiempo en un campo de concentraci¨®n de Francia, en Espa?a lo metieron en la c¨¢rcel y luego se gan¨® la vida como estibador hasta que se jubil¨®. Sus ¨²ltimos a?os los pas¨® en el restaurante de Leslie en la Barceloneta, el hermano del Anxoveta hab¨ªa trabajado con mi viejo en los muelles... Para m¨ª, esa fue la gente que nos trajo la democracia. No todos esos cincuentones que pretenden que nos pasemos la vida d¨¢ndoles las gracias, cuando tal vez habr¨ªa que recordarles que Franco muri¨® en la cama. Es curioso, a mi generaci¨®n la odian los fachas y la desprecian los seudorrojos estos que lo controlan todo. Estamos en medio y nos llevamos las bofetadas. Aunque, algo es algo, nos libramos de Franco y del sida.
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