No es de extra?ar
El ¨¦xito de la brit¨¢nica Ellen MacArthur y de otras mujeres en las impresionantes regatas transoce¨¢nicas para solitarios no es de extra?ar. En efecto, para triunfar en estas pruebas, las cualidades estrictamente f¨ªsicas o musculares m¨¢s propias del hombre (como la agresividad, la capacidad de generar fuerza m¨¢xima o de consumir una gran cantidad de ox¨ªgeno en un momento concreto) no son determinantes. En cambio, la resistencia en el sentido m¨¢s amplio de la palabra s¨ª lo es. Y precisamente algunos estudios parecen indicar que las mujeres son m¨¢s resistentes (f¨ªsica y, sobre todo, ps¨ªquicamente) que los hombres. Al menos, en situaciones extremas. Como en per¨ªodos de malnutrici¨®n. O en ejercicios de muy larga duraci¨®n, sobre todo si la climatolog¨ªa es adversa. Y qu¨¦ mejor ejemplo de situaci¨®n extrema que estas regatas de meses.
En estas pruebas, el gasto metab¨®lico nunca llega a ser muy alto. Al menos en un momento dado. Por ello, los navegantes no necesitan tener un alto consumo de ox¨ªgeno m¨¢ximo o VO2max. Rara vez necesitan consumir m¨¢s de un litro de ox¨ªgeno por minuto, mientras que los maratonianos consumen m¨¢s de 3 ¨® 4 litros durante cada minuto de su prueba. Tampoco necesitan que sus corazones latan m¨¢s de 150 veces por minuto ni que bombeen muchos litros de sangre a los m¨²sculos, al contrario que en otros deportes t¨ªpicamente masculinos como el atletismo o el ciclismo. Eso s¨ª, muchas veces el esfuerzo f¨ªsico se prolonga sin descanso a lo largo del d¨ªa (cuando no de la noche), con lo que el gasto cal¨®rico diario a veces se aproxima al de los ciclistas durante el Tour. Y mientras que ¨¦stos comen a todas horas, en las regatas no hay escalas para aprovisionarse y los navegantes deben racionar sus alimentos. Para colmo, realizan un gran n¨²mero de contracciones musculares isom¨¦tricas con los m¨²sculos del antebrazo y del tronco superior. Sobre todo, para contrarrestar la fuerza del viento (mientras sujetan las velas, por ejemplo). Cuando estas contracciones musculares se prolongan en el tiempo (algo muy frecuente) los m¨²sculos vac¨ªan sus dep¨®sitos de glucosa y le roban al cerebro su principal nutriente: la glucosa de la sangre. Se pueden producir por ello situaciones de hipoglucemia (disminuci¨®n de la glucosa sangu¨ªnea), que merman considerablemente las funciones cerebrales. Sobre todo, los reflejos y la capacidad de concentraci¨®n . Y precisamente esta ¨²ltima cualidad es imprescindible en estas pruebas.
Todo ello, por no hablar de la constante situaci¨®n de estr¨¦s que sufren los solitarios participantes. O del fr¨ªo y del riesgo de congelaciones. Por cierto: es posible que el cuerpo de la mujer tolere mejor las situaciones de fr¨ªo. Al menos, eso se deduce de algunos estudios con deportistas.
Alejandro Luc¨ªa es fisi¨®logo de la UEM A
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