El primer cat¨®lico que Londres coloca en Ulster

John Reid se convirti¨® ayer en el primer cat¨®lico al frente de la dif¨ªcil cartera de Irlanda del Norte. Hombre de mirada limpia, pol¨ªtico de buen hacer, discreto y muy eficaz, Reid s¨®lo comparte un problema con el escandaloso ministro saliente, Peter Mandelson: ama la pol¨ªtica de Londres.

En la azotada provincia norirlandesa, donde el proceso de paz se ha entroncado entre la negativa del IRA a un desarme real y la negativa unionista a seguir avanzando, la figura del ministro brit¨¢nico para Irlanda del Norte es seguida con mucho escepticismo. El enviado de Londres suele estar en Belfast lo menos posible, normalmente aislado en su castillo de Hillsborough, y volar corriendo a la isla madre para participar en las intrigas de la corte. El cargo no suele ser duradero y s¨ª un trampol¨ªn para quien lo detenta.

John Reid, de 54 a?os, tiene una excelente tarjeta de presentaci¨®n como ministro para Escocia, donde ha dirigido la transici¨®n tranquila hacia un Parlamento auton¨®mico que, como dijo a este peri¨®dico hace pocos meses, 'va mejor que el f¨²tbol escoc¨¦s'. El nacionalismo escoc¨¦s, hoy convertido en segunda fuerza pol¨ªtica y decidido a lograr el liderazgo en pr¨®ximas elecciones, enarbola el lema de una independencia sin violencia, sin bases etnicistas y en el marco de una Europa de las regiones en la que la tierra de William Braveheart Wallace tenga los mismos derechos que Inglaterra o Gales.

Ayer, John Reid viaj¨® por primera vez a Irlanda del Norte para ponerse en contacto con las fuerzas de seguridad y los partidos locales, que le dieron la bienvenida y le anunciaron sus expectativas de ¨¦xito. Ante s¨ª tiene el reto de sacar adelante la paralizada reforma de la polic¨ªa del Ulster -los unionistas rechazan que pierda el emblema de la corona brit¨¢nica-, el desarrollo auton¨®mico del Ulster, el fin de los coletazos de violencia y la asignatura m¨¢s dif¨ªcil: el desarme del IRA.